Ahora tu eres mi vida

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- ¿Qué demonios significa eso?- el pánico fue evidente en mi voz.

- No te preocupes, porque yo también hare todo para que tu estés bien.

- Zayn...- Mi estomago se revolvió ante la idea del lunático de Louis siguiéndome para ganar lo que sea que esto fuera. Esta extraña competencia se había salido de control.

"El es el único Dios de la maldad" La voz de Liam resonó en mi cabeza y me reproche una vez más como pude ser tan idiota.

- ¿Pero qué es lo que quiere Louis? Quiero decir, ¿Qué planea hacer?-

Hubo una larga pausa.

- Matarme.

- Es imposible.

- Quiere el camino libre y ahora cree que es tu segunda opción.

- Pero, eres inmortal de todas maneras ¿no? Me lo dijo Niall, que aun si ustedes se prendieran en fuego, no podían morir.- mi voz se fue apagando conforme seguía hablando.

- Hay cosas que ni siquiera yo comprendo, pero créeme Elizabeth, en esta vida todo es posible.

- No quiero que estés en riesgo por mi culpa.- Zayn me miró por unos segundos y dio un paso más cerca de mi, sus manos encontraron mis mejillas y las acuno con delicadeza.

- Preferiría morir Elizabeth, a que alguien te arrancase de mi lado.

- Suena muy bonito pero es una idiotez, ¡eres un Dios! Tienes años de vida y no se supone que mueras. Yo por otro lado soy una persona común, igual moriré algún día, el cuando no es tan importante.

- Oh Anne Elizabeth Nichols.- soltó Zayn sonriente.- No eres para nada común, si fueras común seguiríamos en el reformatorio ignorando nuestras existencias.

- ¿Ni siquiera amigos?

- Ni siquiera conoceríamos tu nombre.- Elizabeth rodó los ojos.- Pero no fue así y es lo que necesito que entiendas muñeca. Ahora tú eres mi vida y lo que te pase a ti será como si me pasara a mi también.

- Después de lo terrible que fui contigo...

- Tengo memoria corta.- El chico me guiñó el ojo y mi corazón se derritió, no pude esperar más y acorte nuestra distancia con un beso.

- Zayn...- susurre.

- ¿Mhmm?

- ¿Podemos ir por esas papas?


De un segundo a otro habíamos llegado a Washington, el clima estaba incluso más frío que en San Francisco y yo estaba muy mal vestida para la ocasión, con solo una sudadera que por cierto era de Zayn y sin las toneladas de ropa que me solía poner cuando vivía aquí, si soy bastante friolenta.

Llamamos a un taxi desde el aeropuerto y Zayn había pedido que diera la dirección de mi casa, nos dejo unas calles antes para evitar atención, yo iba todo el camino retorciéndome como lombriz y de vez en cuando viendo a Zayn con pena, ya que el pobre solo llevaba una camiseta de manga corta negra sin nada que lo abrigara, parecía muy tranquilo al respecto.

- ¿Quieres que te de mi camiseta también?

- ¡Por supuesto que no!- sonreí con dientes apretados.- Ya casi llegamos de todas formas.

- Te veo nerviosa.

- Sé que esto sonara un poco ridículo pero...- Zayn me miró sin detener el paso esperando que continuara.- No sé si te dije que mi familia solía tener una vida muy pública antes de que ellos...

- Entiendo.

- Así que si mis vecinos me miran caminando por la calle, fugada del reclusorio y después de encontrar que Patrick siempre si es culpable no dudarían en llamar a alguien que hiciera el reportaje y son las 7 de la mañana a esta hora salen los Warren a correr.

Sube entonces, créeme que nadie será capaz de verme.

- ¿Sube?

- Si, a mi espalda.- Asentí y de un brinco enganche mis piernas a su cintura.- ¿Casa 632?

- Ajá.

Y de un momento a otro habíamos aparecido en la puerta trasera de mi casa. Se me revolvió el estomago del movimiento tan brusco que se había sentido el llegar hasta ahí, pero tan pronto como toque el piso de mi patio trasero fue la melancolía la que me golpeo.

El jardín estaba horrible, el agua de la alberca parecía un pantano y las flores de mi madre se habían marchitado... como el resto de la casa.

- Ahora el problema es entrar- Zayn me regreso a la realidad y asentí.- Seguro hay alarma.

- Sé el código, es mi cumpleaños de hecho, no muy difícil de adivinar, 0109.- Presione los números pero nada sucedió.- Creo que esto ya no funciona.

- ¿Estará desactivada?

- Lo dudo.

- Descubrámoslo.- se acerco con cuidado y tomo la chapa, después la giro.

- Zayn no estará abierto.

- Sé que no muñeca- me guiñó un ojo y con extremada facilidad el chico hizo que la chapa se rompiera y la puerta boto dejándola abierta de par en par.

- Papá se hubiera infartado.

- Una persona normal no lo hubiera podido hacer Beth.

Asentí y di un paso dentro de mi vieja casa con un nudo en el estómago, trate de hacerme paso rápido sin mirar demasiado pero tan pronto como vi aquellas fotos empolvadas colgadas en la pared de las escaleras, sentí unas tremendas ganas de llorar, cada una revelando un recuerdo que había tratado de olvidar, mire detenidamente el rostro de mis ya difuntos padres y el mío, sonrientes, sin un solo atisbo de preocupación en el rostro.

Mi mirada se centro en mi favorita, debía tener unos 6 años, pero lo recuerdo muy claro, fue un día jodidamente especial, mis padres me habían llevado a una feria y después a comprar el juguete que yo quisiera, compre aquella muñeca con larga cabellera que decía mi padre que era igual a mi, era la princesa Bella, me había encaprichado tanto con que quería el disfraz y ahí estaba, vestida como la princesa de la Bella y la Bestia junto a mi muñeca, mi padre y madre.

- No llores amor mío.- Ni siquiera note que estaba llorando, me lleve las manos a los ojos para limpiar mis lágrimas pero el llanto se volvió más intenso. Zayn me envolvió en sus brazos.

- Los extraño Zayn- solloce, el me apretó contra su pecho y fue ahí donde aquellos meses sin llorar en San Francisco se cobraron noche por noche.

- Lo sé cariño, todo esta bien, tranquila.

- No esta bien Zayn, nada lo esta.

- Tranquila mi Elizabeth.

- No puedo- dije entrecortado, estaba llorando demasiado, me levantó el mentón con la mano ligeramente intentando que mirara sus ojos, pero no quería que me viera llorando así.

- No soporto ver tu carita tan triste.- murmuró.- Nunca me ha gustado ver a las personas que amo llorando.

Mi corazón se detuvo por un instante y gire a ver sus ojos color dorado, su sonrisa era adorable y parecía nervioso, ¿acababa de decir que me amaba? ¿Realmente había escuchado eso?

- Si Elizabeth escuchaste bien, te amo.

- Zayn ¿de verdad?

- Estoy enamorado de ti como un idiota muñeca, cada que veo tu rostro, que te siento cerca, lo sé. Sé que eres la indicada para mí, que mi amor por ti será eterno Elizabeth.

- También te amo Zayn, de verdad.- asentí con una sonrisa boba y me acerque para besarlo en los labios..- Y prometo que te amaré toda mi vida.

- Yo a ti también.- tomo mi mano y entrelazó nuestros dedos para ponerlos en sus pecho.- Y siempre estaré contigo.


Shades - Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora