Loca.

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La oficina donde tenían el viejo y amarillento teléfono de disco, estaba helando, aun cuando el clima era frió por si mismo tenían el aire acondicionado encendido y la luz era tan blanca que encandilaba. El cuarto era demasiado incomodo o quizá yo estaba ya de por si abrumada por la llamada que tenía que hacer y todo me parecía fuera de lugar.

Tome la tarjetilla con los datos de Jeason y rodé el disco sobre los números. Sentía el corazón bombeando nervioso y me lleve la uña indice a la boca. 

- Jeason Dollin.

- Hola tio J. 

- ¿Beth? Me da un montón de gusto recibir tu llamada.

- Tengo 10 minutos al teléfono todos los jueves.- mi voz salió temblorosa.- ¿Cómo va todo por allá? El juicio quiero decir.

- No voy a mentirte Beth, no muy bien.- hizo una pausa.- Patrick ya se posiciono como jefe en las empresas de tu padre, se hace llamar dueño y el paro terminó. Las empresas volvieron a laborar y sigo trabajando con el detective Newton para encontrar el error pero fue demasiado ingenioso, tiene cuartadas y nadie lo vio cerca de tus padres esa noche. Pero estoy seguro de que algo vamos a encontrar, no hay crimen perfecto.

Mis ojos se hicieron agua de la impotencia, no era posible que todo le estuviera resultando mientras yo me encontraba aquí.

- En cuanto a la herencia, toda la fortuna quedo en tus manos. ya que se dividía entre tu y tu madre, excepto por las Industrias Nichols. El testamento que tu papa elaboro hace años. Mencionaba que esas estaban destinadas para su hijo, pero creo que no tuvieron tiempo.- Mi padre siempre quiso un varón y al ser jóvenes aun hubieran podido concebirlo. Supongo que por esa razón no había cambiado su testamento.- Entonces, al no haber un nombre y Patrick siendo el vicepresidente de la compañía, fue automático, ya que tu no estabas aquí para interferir. Seguimos buscando Anne y te aseguro que algo encontraremos. 

- No me interesa la empresa.- gruñí.- Quiero que pague por haber matado a mis padres.

- Lo sé Beth. Pero por ahora no podemos hacer mucho, lo siento cariño pero estarás un tiempo más en el reformatorio. 

- J, de verdad quiero salir de aquí ya.- mi voz se quebró y comencé a llorar.

- Betty bebé, no llores. Te prometo que haré todo lo posible para acelerar todo esto, ¿cómo te tratan por alla?

- No es tan malo.- me limpie las lagrimas con la manga del suéter negro tratando de convencerme a mi misma de ello.- Pero quiero ir a casa, de verdad. 

- ¿Ha pasado algo que le quieras contar al tio J?

- Ahora que lo dices.- balbucee.-El lunes me paso algo terible y nadie hizo nada al respecto.

- ¿Qué paso?

- Había un chico en mi ventana, eran las dos de la mañana y estoy en un cuarto piso. Además, nadie puede salir después de las once de las habitaciones, ¿qué hacía un sujeto observando por mi jodida ventana J? Aquí hay jodidos delincuentes y nadie hizo nada. 

- ¿Hablaste con Julie?- parecía alarmado.

- Ni siquiera me creyó.

- Llamare a la oficina inmediatamente, tranquila cariño, recuerda que aunque no este ahí, siempre voy a estar cuidándote.

- De acuerdo.- asentí con la cabeza como si el pudiera verme.

- Linda sé que este es tu tiempo libre pero prometo hablar contigo los próximos 10 minutos hasta que el tiempo se termine y con puras buenas noticias, ahora mismo el detective me esta esperando y tengo que irme. No te preocupes por nada, ¿vale? el mejor abogado esta en el caso. 

Shades - Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora