Insomnio

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Cuando la noche llegó mi mente me seguía traicionando con vagos recuerdos del día.

Por alguna razón Zayn Malik y su intensa mirada dorada habían quedado bien impregnadas en mi cabeza. Para una persona tan molestamente curiosa como yo, aquel chico junto con sus dos amigos eran un misterio digno de resolver. Desde el momento que había llegado aquí decidí no meterme en problemas pero casi no me importaba si el problema era él y yo terminaba bien hundido en ese barco.

¿Por qué las personas sentían miedo al rededor de él? El comentario de Naomi sobre su poderosa y malévola aura se hizo presente, ¿por qué sentían que tenían que tener cuidado con aquel chico? Parecía una persona normal, salvo por su increíble belleza y el hecho de que se encontraba encerrado en un reformatorio, aunque vamos, yo también estaba aquí.

El sueño no me abordaba aún y me encontré dando un millón de vueltas más en la diminuta cama. No podía sacudirme la obscura pero seductora mirada de Zayn Malik, tampoco la curiosidad o las ganas de saber como era su voz, su risa. Rodé los ojos al darme cuenta lo increíblemente cursi que estaba.

Miré al techo decidida a dejar de rodar, ¿qué pasaría si me atrevía y le hablaba? Por lo que Naomi comento nadie aquí lo hacía, quizás no eran tan malos después de todo y las personas solo estaban juzgando al libro por su portada. Recordé como mi cabeza actuó cuando lo miré, como parecía una parte independiente de mi mente con sus propios pensamientos y decidida a darme ordenes, como si supiera del peligro y quisiera salvarme. Liam había dicho que le pasaba lo mismo, pero ¿por qué?

Gruñí cuando más preguntas empezaron a llegar y el sueño se esfumaba cada vez más. Tenía que dormir ya si planeaba despertarme a las 6 y tener un decente baño de agua caliente, casi me infarte cuando miré la hora en el despertador: 2:30 de la madrugada.

Insomnio aléjate de mí.

Tenía que concentrarme en aclarar mi mente y dejar de pensar demasiado, trate de recordar algún método de meditación de aquellos que aprendí en mi retiro espiritual a Bali.

Mi mirada viajo a la ventana y me quede petrificada.

Una figura humana hacía sombra sobre la cortina desteñida abierta hasta la mitad, mi corazón comenzó a latir con fuerza y sentía que me ahogaba del miedo. La persona no se movió como si aquello la hiciera pasar desapercibida y después lentamente comenzó a hacerse visible sobre el vidrio transparente. Ahogue un grito y me cubrí la boca aterrada, no estaba en un sitio al que se le pudiera llamar seguro, podía ser un jodido asesino o algo peor. No me moví sintiendo mi cuerpo temblar, agache la cabeza en un intento de esconderme y miré como la sombra se hacía más grande sobre el reflejo de la luz en el piso de la habitación. Cerré los ojos con fuerza tratando de convencerme de que era mi imaginación y no había nada ahí realmente, conté hasta diez y los abrí de nuevo, esta vez ya no había nada en la ventana, me incorpore asustada tratando de averiguar si se había colado en mi cuarto pero me encontraba sola. El ruido de mi corazón era escandaloso contra mi pecho y trate de relajarme. Camine vacilante hasta la ventana y me obligue a echar un vistazo.

No había sido mi imaginación, alguien se alejaba con paso veloz entre las sombras de los árboles, la obligatoria vestimenta negra le permitió camuflajearse en la noche.

¿Quién era y qué mierda había venido hacer a mi cuarto? Abrí la ventana que para mi mala suerte hizo un montón de ruido y la figura volteo, encarandome, su rostro no se alcanzaba a diferenciar por la obscuridad pero podía sentir su mirada taladrándome, se quedo estático por unos minutos y segundos después desapareció en las sombras.


- Digo que lo mire- reclame una vez mas a Julie.- Jesus, ¡lo juro! Alguien estaba espiándome.

- Lo dudo- repitió ignorándome por completo.

Shades - Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora