Capítulo 13

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Vestido blanco


Cuando desperté en mi mundo real sabía lo que tenía que hacer y es que no necesito otros padres cuando ya tengo a Raquel y Yak.
Salí de mi habitación con la pijama aún puesta, caminé hasta la oficina de la señorita Ross al llegar en frente de la puerta toqué y seguidamente ingresé.

-Buen día-Dije al saludar.

-Buenos días Alexa-Respondió.

-Quiero pedirte que no permitas que me adopte la doctora-Dije.

-¡¿Qué?!-Dijo y casi se atraganta con su café que estaba tomando.

- No necesito unos padres-Aseguré.

-Otra vez con eso, qué es lo que te pasa?-Me miró enojada.

-No quiero que nadie me adopte, cuando cumpla 18 años me iré por mi misma-Dije.

-Eso no es algo que puedas decidir-Dijo.

No dije nada más, caminé hacia la puerta y salí.

- Me pregunto en donde estará la señorita Susy-Me dije a mi misma y es que Susy me ayudara en esta misión que tengo planeado hacer.

Había escuchado que Elizabeth tenía un celular, no se cómo lo consiguió ya que no nos deja tener celular y aunque quisiéramos como lo compraríamos. Fui junto a su habitación, toqué y nadie salió, continué tocando hasta que.

-Qué te pasa apenas son a las seis de la mañana-Expresó Elizabeth molesta. La morena tenía un cabello rizado convertido en un nido de pájaro. Ligeramente me sobresaltó el desorden del peinado.

-¡Que quieres! -Gruñó. Entré en razón y dije..

-Por favor puedes ayudarme-Puse una mirada suplicante.

-Lárgate-Dijo y cerró la puerta por mi cara.

-Elizabeth por favor ayúdame-Dije-Prometo que si me ayudas seré tu fiel sirvienta, incluso haré tus tareas si quieres, por favor ayúdame-Me interrumpió al abrir.

-No entiendo bien Matemáticas, me ayudarías con eso-Dijo.

-Por supuesto-Respondí.

Le expliqué que necesitaba que me prestara su celular, para ser exacto necesitaba usar la cámara de su celular para sacar algunas fotos.

-¿Cómo te enteraste que tenía un celular?-Dijo sorprendida.

-Escuché de las demás niñas, pero tranquila Ross no lo sabe-Dije.

-Bien, te lo prestaré-Accedió.

Antes del toque de queda la señorita Ross y la señorita Susy inspeccionan si todas las niñas ya están acostadas en su dormitorio y con las luces apagadas. Yo fingí que ya estaba dormida cuando ellas pasaron por mi habitación cuando se fueron me levanté y me puse la campera que Monserrat me había regalado tenía que salir hacia el jardín y hacia mucho frío.
Abrí la puerta de mi habitación silenciosamente, llevé mis zapatos en mi mano y caminé de puntitas por el pasillo, bajé las escaleras lentamente y fui hacia la cocina desde ahí salí por la ventana hasta el jardín.
Eran casi las nueve, esperé escondida entre las plantas, de repente vi a la señorita Susy que se iba para encontrarse con su amante; el guardia de seguridad. Ambos siempre se reúnen en una habitación en donde se guarda cosas viejas que ya no se utilizan.
Fui lentamente hacia esa habitación en donde habían entrado y preparé la cámara del celular. Había una ventana de vidrio transparente, me puse en frente de ese y mientras ellos estaban dándose unos besos que nunca terminan les saqué unas fotos, de echo fueron como 10 fotos.
Luego regresé a mi habitación satisfecha de mi gran hazaña, las fotos me servirán de evidencias para negociar con la señorita Susy, y es que estoy segura que me hará el favor de intervenir en que no me adopten si no quiere que las fotos sean expuestas.

Gran plan ¿Verdad?.

Quedé dormida minutos después cuando me acosté, me desperté en mi "lugar seguro" la ciudad de los sueños.

Mi mamá Raquel y yo fuimos después del medio día a recoger mi vestido de cumpleaños que ya estaba lista.
Lo primero que hice tras ver el vestido fue probármelo, el vestido era largo, tipo princesa, color blanco con encajes de rosas rojas en los bordes del pecho. Me quedó ajustado en la cintura demasiado ajustado diría aún así no fue nada incómodo cómo podría serlo si es el primer vestido de princesa que me pongo.

-Te gusta-Preguntó Raquel.

-Es hermoso-Respondí sinceramente.

Raquel después fue llamada por unas de sus empleadas, yo quedé en la habitación mirándome en el espejo.
De repente mis ojos se encontró con los de Quilian, lo vi en el reflejo del espejo él estaba en medio de la puerta detrás de mi, giré hacia él.

-Quilian-Dije algo emocionada.

-Te ves preciosa-Dijo. Volteé nuevamente hacia el espejo.

-Gracias-Contesté.

Él se acercó junto a mi.
-Si fuera de color rosado estaría más elegante-Dijo observando el vestido.

Lo miré seria.
-Lastimosamente no me gusta el color rosa-Dije.

-¿Enserio?.¿Cómo?. Si a ustedes las niñas les encanta ese color-Miró sin comprender.

-No generalices porque no a todas, a mí no-Dije al mirarlo fijamente.

-Comprendo señorita Alexa-Dijo de una manera simpática. Su simpatía hizo que una sonrisa se dibujara en mi rostro.

-No te había visto estos días así que todavía no te e dado las gracias por la última vez-Dije, intenté sonar tranquila.

Su cara lo volvió serio, sin decir nada.

-Lo recuerdas, verdad?. Evitaste que me suicidara-Dije con cierta incomodidad, al recordar ese momento todavía puedo sentir el miedo que se apoderó de mi aquella vez.

-No hay de que-Dijo-Tu vestido te aprieta ¿Verdad?-Cambió apresuradamente la conversación. Creo que se dio cuenta que me incomodaba hablar de ese tema.

-Creo que sí, mejor voy a cambiar de ropa-Dije e ingresé al probador.

Después invité a Quilian a ir en el "Café helado". Al ingresar a la tienda pedimos jugo de fresa, Quilian se sentó en frente de mi, una meza rectangular nos dividía.

-No crees que es extraño que se llame "Café helado" pero no sirven café ni helado-Comentó.

-No está en el menú-Pregunté.

-No-Respondió.

Lo miré sorprendida.

Después pedimos unas hamburguesas lo cual lo terminamos rápidamente parecíamos fieras devoradores de hamburguesa.

-Había escuchado de mi cuidadora decir que solo hasta los 18 años puedes venir a este mundo-Dijo tras el largo silencio que hubo mientras terminábamos de comer la hamburguesa.

-Seguro entendiste mal porque Alex, o sea mi cuidador y yo no nos ocultamos nada, y él nunca me dijo algo así-Dije con seguridad.

-¿Eres cercana a tu cuidador?

-Más que mi cuidador es la persona que quiero-Dije- y tú cuidadora qué es para ti-Pregunté.

Pensó por un momento, luego dijo.
-Era alguien que me cuidaba, estoy agradecida con ella.

-Y qué pasó con tu cuidadora por qué dijiste "Era"-Pregunté.

-Es porque desapareció cuando cumplí 18, ella decía que una vez que yo cumpla 18 no volvería a este mundo y que ella se convertiría en una humana normal como las personas que encuentras aquí, pero que su memoria de cuidadora se borraría para así ser normal, dijo que eso seguía después de completar la misión de ser cuidadora.

Quedé en silencio al pensar si era cierto o solo Quilian mal interpretó lo que su cuidadora le dijo.

*** ***
Quilian me acompañó hasta mi casa, caminamos lentamente. Al llegar a la casa antes de despedirme le invité para mi cumpleaños, me agradeció por la invitación pero no prometió en venir más bien dijo que lo pensaría luego se despidió.
Quilian seguía pareciéndome alguien extraño pero por lo menos ya no tan irritante.

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora