Alexa & La Ciudad de los Sueños

Capítulo 32

Brian.

Lo primero que mis ojos vieron fue la luz del sol de la mañana que había entrado por la ventana de cristal, levanté mi rostro feliz porque sabía que estaba en la  ciudad de los sueños, pero por qué todo a mi alrededor parecía mi nueva habitación en la casa de los Darker, froté mis ojos y miré con atención y vi las paredes blancas, la gran ventana de cristal  y el balcón que estaba después de la ventana. Esta era la habitación de la casa de los Darker, cómo es que no desperté en la ciudad de los sueños, mi corazón latió tan rápido mientras que me levanté y caminé hacia el balcón, vi hacia la planta baja  la cochera en donde  el auto del Señor David estaba aparcado, miré en los alrededores y mis ojos se encontraron con el vecindario, no estaba en la ciudad de los sueño.

—¿Cómo puede ser?. ¿Qué fue lo que cambió? ¿Acaso ya no podré volver?—Me decía a mi misma mientras respiraba irregularmente. La preocupación creció en mi y no me permitió pensar con claridad.
 Escuché que alguien tocó la puerta seguida de...

—¿Señorita Alexa está despierta?—La voz parecía ser de Melisa. Traté de verme tranquila y avancé hacia la puerta. Lo abrí y al instante mis oídos fueron víctimas de un golpe de sonido.

—¡BUENOS DÍAS! —Habló fuerte y entusiasta.

Intenté mostrar una pequeña sonrisa para ocultar mi preocupación.

—¿Estas bien?—Me miró curiosa—.¿Por qué tus ojos están rojas?

—Es que acabo de despertar—Dije.

—¿Es por eso?—Dijo dudosa y entró en la habitación con unas bolsas de cartón.

—¿Quieres algo?.

—Solo te estoy trayendo tu uniforme para el colegio—Respondió al entregarme las bolsas—.Tienes que estar lista para las siete—informó.

“Entonces iré a un colegio como las chicas normales"

Sentí una pizca de emoción y miedo.

*** ***
Bajé las escaleras y me encontré en la planta baja al señor David, él estaba de pie en frente de la puerta revisando su celular. Escuchó el ruido de mis zapatos, que según Melisa se llaman Guillerminas. Dirigió su mirada de ojos verdes hacia mí, y me encontré  con una amigable expresión en su rostro.

—Te ves muy elegante —Dijo David.

Todo se debía al uniforme y  es que el uniforme era de color blanco excepto por algunas rayas de color negro que estaba por el cuello y las mangas, al igual que en el borde de la pollera. Como había dicho anteriormente el blanco es mi color favorito por lo tanto no me disgustaba para nada mi nuevo uniforme que además me quedaba justo a la medida.

—Gracias—Respondí tímida al acercarme al señor David.

—Brian vendrá con nosotros, y es que luego lo acompañaré para verlo entrenar—Comentó—.Me pregunto por qué no ha abajado todavía—Dijo al mirar expectante hacia la escalera.
Supuse que quizás no se a despertado.

"Despertar"

Esas palabras me recuerda a Quilian, me pregunto cómo  le  habrá tomado la sorpresa de que no desperté en la ciudad de los sueños.

“ Extraño a Quilian”

—Por fin vienes —Dijo David al ver bajar a Brian de las escaleras, eso me sacó del pensamiento en el que estaba.

Brian pasó su mano por su cabello castaño como si lo peinara aunque no tenía mucho cabello, es decir era corto y fino. Sus ojos verdes los mantuvo sobre su padre, su saludo solo fue para David al decirle  "Buen día Papá" . No me molesté por su descortés  solo que hasta a un perro le hablas cuando lo encuentras por algún sitio entonces mi presencia era peor que un perro. ¿Tanto desprecio me tenía Brian por ser huérfana?