Alexa & La Ciudad de los Sueños

Capítulo 7

 Olvidarlo todo

—Si quieres puedes quedarte a dormir aquí—Dije a Quilian luego me metí a la casa.
Fui silenciosamente a mi habitación para no despertar a Yak y Raquel una vez estado ahí salté  en la cama, y rodé una y otra vez.

Quedé  mirando el techo de madera  de la habitación e imaginé mi vida estando aquí solo días bellos, mis ojos lentamente se cerraron volvieron a abrirse  tan pronto cuando sentí la luz del día sobre mi rostro, inmediatamente  cuando desperté me senté en la cama procesando lo que pasó ayer a la vez sentí miedo de que todo lo que veía a mi alrededor  no pertenecieran  a mi habitación en la casa de Yak y Raquel porque podría estar imaginando estar aquí y que en  realidad podría estar en el orfanato por fortuna mis ojos no tardaron en encontrar  una foto retrato de Raquel y Yak  encima del escritorio eso me alivió y asimilé que en realidad estaba en la ciudad de los sueños.

—Ya no más miedo Alexa, no en la ciudad de los sueños—Me dije a mi misma al levantarme de la cama y caminar hasta el ropero con la intención de buscar alguna ropa agradable para poner, al abrirlo me encontré con una variedad de vestidos de diversos diseños, colores, mis ojos nunca había visto tanta ropa juntas.
Opté por un vestido floreado de color azul, me quedaba por encima de la rodilla  tenía mangas cortas, con encajes en los bordes, los acompañé con unas sandalias de suela plana. Peiné mi cabello dorado mientras me miraba en el espejo del ropero  recordé que la última vez que toqué mi cabello tenía un chicle pegado ahora eso ya no existía por mi cabello pero si el recuerdo de la maldad de…

—¿Quién fue la persona que pegó el chicle por mi cabello? —Me sentí confusa—No puedo creer que haya olvidado a la persona quien lo hizo—Dije al tratar de recordar pero todos los intentos fueron en vanos así que me di por vencida despues de todo estaba segura de que no valía la pena recordar lo que había pasado.
Más tarde salí de mi habitación y fui hacia el comedor,  ahí me encontré con Yak estaba leyendo un libro me miró de reojo y luego sonrió suavemente al decir…

—Veo que mi princesa hoy está más bella de lo normal.

Sonreí tímidamente.

—Tu mamá hoy se adelantó en ir a la tienda. No queríamos despertarte tan temprano, te llevaré después que desayunes—Agregó.
 

"Me olvidé que eso era hoy"

—Yo iré por mi cuenta junto a Raquel digo junto a Mamá—Dije, seguidamente me despedí y caminé hacia la puerta. Yak parecía querer  decirme algo más pero no le di oportunidad ya que estaba muy apurada, salí  rápidamente de la casa en busca de Alex y es que él es mi motivo de la prisa.

*** **** ****

Caminé por el asfalto lentamente, en mi alrededor solo había campo, el sol se había ocultado detrás de las nubes eso hizo que fuera agradable llevar un ritmo tranquilo. Después de unos minutos vi a lo lejos una enorme casa de época de color azul con muchas flores moradas a su alrededor al ver eso sentí curiosidad de saber la casa o el lugar en donde vivirá Alex, recordé lo que dijo al mostrarme el campo de rosas  "Estoy conectada a ellas" qué es lo que quiso decir.

Mi instinto me llevó al campo de rosas blancas al llegar fui recibida por una mariposa de color azul oscuro voló alrededor de mi como si me estuviese dando la bienvenida.
Seguí  caminando por el rosal quise ver hasta donde llegaba, si tenía fin.

—¿Viniste a buscarme?—Escuché una voz suave y conocida detrás de mi.

Giré.

—Alex—Pronuncié feliz al verlo. Todavía no podía acostumbrarme a su belleza por lo que quedé embelesada al mirarlo, me parecía tan irreal que su tés fuera tan blanca junto con sus labios rojos más los ojos oscuros de quienes me observaban tiernamente.

—Te gusta como me veo—Agregué al mostrarle como estaba vestida.

—No te despertaste en tu mundo real—Dijo él.

—Pues no—Respondí—Y no importa aquí soy más feliz.

—Recuerdas que preguntaste “Que pasa si no despierto en mi mundo real?”.

—No—Respondí confusa.

—Entonces ya está pasando—Dijo con expresión  preocupado.

No entendí a qué se refería.
 
—Lo malo de no despertar en tu mundo es que a medida que pasa el tiempo te olvidas de lo que viviste, dijiste, no solo de esta ciudad sino de tu mundo real—Explicó. Por un momento me sentí mareada.

"¿Acaso alguien está jugando conmigo?"

—Y yo no lograré cumplir mi misión y desapareceré— Escuché decir de Alex.
 
Lo miré fijamente mientras que mi mente se bloqueó sentía que mi cabeza flotaba. En ese momento y como una luz un recuerdo de una sonrisa  se apoderó de mi mente la sonrisa de Raquel; cálida y bondadosa.

—Hoy tengo que ir a la tienda de Raquel para que me saquen la talla para mi vestido— Hablé evitando mirarlo a los ojos.
Alex no dijo nada.

Caminé  de vuelta hacia el asfalto que me llevaría hasta la ruta principal, de ahí tomaría el primer carruaje o taxi escarabajo que encontrara.