Alexa & La Ciudad de los Sueños

Capítulo 42

“Y yo soy algo bueno para ti o me amas?”

Ciudad de los Sueños
Abrí mis ojos y lo vi a él, su cabeza estaba recostado encima de la cama junto a mi brazo derecho mientras que estaba sentado en el suelo, no se por qué habrá entrado en mi habitación, y cómo fue que quedó dormido en esa posición pero agradezco las razones porque gracias a lo que fuera podía verlo tan de cerca. Agaché mi cabeza junto al suyo mientras que con mi dedo acaricié suavemente su nariz, dormido se veía más serio de lo normal, pero a la vez tan hermoso.

—Ahora tú alma está en tu cuerpo del Mundo Real—Susurré al decir—.Sé que sueles ir en el mundo real a pesar de que no puedas despertar, sé  que me escuchas cuando te hablo, se que pronto despertarás del coma.

De repente sus párpados se abrieron suavemente.

—Sigues yendo al hospital—Dijo al levantar su cabeza con una expresión adolorida, su mano lo pasó  sobre su cuello

—No—Mentí, intenté sonar lo más sincera posible.

—Te escuché—Me dedicó una mirada seria—. Ya habíamos hablado de que no irías al hospital, no es necesario mientras me tengas aquí—Dijo. Luego se levantó con dolor, parecía dolerle las piernas.

—Quiero estar contigo mientras espero que despiertes del coma—Dije al levantarme de la cama, me paré a su lado.

—Alexa no vuelvas a ir—Me miró molesto—. Deberías dedicar tu tiempo en cosas agradables y divertidas en vez de... mirarme en esa condición—Dijo, y enseguida dirigió sus pasos largos hasta la puerta y salió.

Fui tras él, estaba vestida de pijama y mi cabello estaba echo un nido de pájaro pero la apariencia en estos momentos no me importaba.

— Seguiré yendo—Dije firme, y detuve sus pasos cuando él iba camino al baño, no giró para mirarme solo me dio la espalda.

Escuché que alguien tocó la puerta, fui para ver quién era mientras que Quilian ingresó al baño.

—Tu silencio indica que yo tengo la última palabra—Dije a Quilian en voz alta, luego fui junto a la puerta y lo abrí. Me encontré con Alex. Escuché la puerta del baño abrirse con una voz acompañada

—No es a... —La voz de Quilian se cortó. Fue interrumpido posiblemente por la sorpresa de la visita.

—¿Cómo  estas?—Dijo Alex al mirarme con su típica expresión tierna.

—Estoy bien—Respondí. Él  sonrió en respuesta. Quedé por un momento observándolo con una sonrisa en mi rostro. Luego me di cuenta de que todavía no le había invitado a pasar.

—Pasa—Dije, y seguidamente Alex entró a la casa y con la primera mirada que chocó fue la de Quilian.

—Ustedes ya se conocían, ¿Verdad?—Dije al pasar mi mirada de Alex a Quilian.

Alex guardó silencio mientras que sus ojos miraban curioso a Quilian. En cuanto a Quilian, él lo observó con unos ojos enojados.

—Recuerdas que te encontraste con Alex en la puerta cuando me trajo las galletitas—Mencioné a Quilian. Me encontraba en medio de ellos con mucha incomodidad.

—Como olvidarlo si es tu enamorado—Dijo con expresión seria, luego caminó hacia su habitación con cara  larga.

Alex sonrió tras esas palabras y fue a sentarse en el sofá.

—Entonces a qué se debe tu visita—Pregunté. Él señaló con la mano el asiento ubicado a su lado.

—Primero siéntate—Me miró alegré.