Capítulo 16

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Los niños del Orfanato “La Esperanza”

Al entrar al comedor vi que se había echo dos filas de mezas, en una de las filas de la derecha estaban sentadas las niñas mientras que en la otra estaban los niños del orfanato "La Esperanza". Fui a sentarme justo  delante de Elizabeth quien estaba con las pequeñas Yeimy y Yisel.

—Hola Alexa—Saludaron las más pequeñas al mismo tiempo. Sus voces eran tan suaves y tiernas.

—¿Viste lo que le pasó a mi campera?—Dijo Yeimy al mirarme con una carita roja por el frío.

Miré su campera no vi nada extraño, ni siquiera tenía raspaduras o agujero de echo se veía nuevo.

—No—Respondí confusa.

—Me aprieta—Dijo con una expresión asfixiada.

—¿Te ayudo a sacarte la campera?—Se ofreció Elizabeth

Yeimy negó con la cabeza.

—Es mi campera favorita, lo había guardado para usar en un momento importante pero de repente se achicó y ahora ya no me entra—Dijo con una mirada triste.

Vi que Elizabet se aguantó una risa al igual que yo.

Yeymy es gordita con una cara redondita, parecía una pequeña muñequita, su  expresión permaneció  desanimada por culpa de la campera. Elizabeth  volvió a insistirle en que se quitara la campera y en cambio ella le prestaría el suyo inmediatamente después Yeimy accedió a eso.

Minutos después nos trajeron la comida y el menú era puré de papá con espagueti, había pequeños trozos de carne. Estaba riquísimo, lastimosamente solo nos sirvieron un plato de comida.

*** ***
La lluvia no había cesado, mientras yo sentí que mi gripe estaba empeorando.

La señorita Ross organizó un juego aburrido en el comedor. Retiraron las mesas y nos sentamos en círculo en el piso. El juego consistía en  preguntas y respuestas, quien respondía bien tendría un premio, cuando la señorita Ross dijo "premio" a todos y todas les empezaron a brillar los ojos.
La señorita Ross agregó que nos dividiría en tres grupos ella fue eligiendo al azar a las chicas y chicos que pertenecerían al primero, segundo y tercer grupo. Yo tuve la mala fortuna de que la señorita Ross me eligiera para pertenecer  en el grupo de Maximiliano.

Nos sentamos a lado de nuestros respectivos grupos, así que yo tuve que sentarme al lado de Maximiliano, Yesica, Teodora y otros chicos más pequeños, nosotros conformamos el grupo 2.
A cada grupo nos dieron un papel que tenía dos hojas, había como 20 preguntas, las preguntas se trataban de historias de independencia, preguntas de matemáticas y Literarias.
Teodora es muy inteligente por lo que sé que esto no era nada para ella yo no estoy a su nivel pero eso no significa que  sea mala en los estudios.
De pronto mis ojos  encontraron algunos moretones en las manos de Maximiliano.

—¿Que te pasó en las manos?—Le dije en voz baja para que nadie se diera cuenta, a pesar de que los demás estaban concentrados leyendo las preguntas. Me miró por unos segundos con expresión neutra, luego  desvió sus ojos azules  hacia las hojas de preguntas sin decir nada.

"¿Me esta evitando?"

—Les parece que dividamos las preguntas entre todos para que sea justa—Sugirió el chico rubio.

—Es una buena idea Maximiliano— Le respondió Teodora.

Cada uno respondimos las preguntas que nos correspondió, a mi  me tocó  preguntas fáciles de Historia
Despues de algunos minutos Teodora fue a entregar la hoja a la señorita Ross, fuimos el primer grupo en lograr completar todo el cuestionario.

Los demás grupos seguían completando el cuestionario por lo que  nos sentamos a esperarlos. No tuve ningún tema que decir por lo que me mantuve callada mientras sentí  un terrible dolor de cabeza, en cambio Yesica y Teodora fueron muy sociables con los cinco chicos incluyendo a Maximiliano.
Fui testigo de la amabilidad y risas de Maximiliano con las chicas al parecer solo conmigo era mudo.

“Pero que chico más raro e indescifrable”

—Es momento de saber que grupo es el ganador—Habló la señorita Ross tiempo después de que los demás grupos completaran todo.

Nos pusimos de pie y nos reunimos nuevamente en círculo. Cuando estaba ahí parada sentí mucho frío, me temblaba las manos y los labios. Tenía puesta solo mi uniforme, quería ir a mi habitación en busca de algún abrigo pero no quería interrumpir con mi ausencia, quizás a nadie le importa mi presencia pero la señorita Ross se daría cuenta e inmediatamente me llamaría la atención.

—Recuerden que el grupo que halla  respondido más respuestas correctas gana—Anunció Ross mientras miraba las hojas que tenía en mano. Volví a reconsiderar en que quizás la señorita Ross no se de cuenta de mi ausencia ya que se ve muy concentrada en anunciar quien va hacer el grupo ganador.

"Iré y volveré rápido"

Caminé apresuradamente hacia la puerta a medida que caminaba iba viendo todo borroso, mis pasos se aproximaron hasta la puerta y en ese instante sentí que mi cabeza flotaba, no sentí mis piernas y mi vista se fue oscureciendo. Cuando la oscuridad se apoderó de mis ojos ya no pude ser consciente de nada más, hasta que sentí una tibia luz sobre mi rostro eso hizo que volviera a ver pero esta vez estaba en un lugar diferente.
Vi  las paredes de color crema de la habitación ahí supe que estaba en mi "lugar seguro" sentí tanta felicidad que me levanté inmediatamente de la cama en donde me encontraba, no quería perder ni un solo segundo en vivir este día en esta ciudad de los sueños.
Fui hacia mi closet elegí un vestido de color azul estampado con mangas largas transparente, acompañado junto a unas sandalias, recogí mi cabello e hice una coleta. Me miré  al espejo y no tenía la nariz roja por el resfrío, tanto el resfrío como la fiebre habían desaparecido y fue como arte de magia o en otras palabras la magia de la ciudad de los sueños.

Apunto de salir a fuera fuy sorprendida por Raquel y Yak, mis padres, quienes entraron en mi habitación de repente y sin siquiera tocar, Raquel traía un pastel color blanco en sus manos mientras que Yack tenía un cartel morado con letras amarillas que decía "Feliz Cumpleaños te desea tu mamá y papá".

Ambos cantaron inmediatamente al verme: "Feliz cumpleaños a ti, Feliz cumpleaños querida Alexa, Feliz cumpleaños a ti".

Los fuí a abrazar inmediatamente después que terminaron de cantar. Tenía una sonrisa tan grande que no me cabía en la cara mientras mis ojos se cristalizaron.

—Feliz cumpleaños mi niña—Dijo mamá.

Papá me besó en la frente y dijo.
—Te amamos mucho hija.

—Soy tan afortunada de tenerlos—Dije feliz.

Más adelante  pasamos de lo sentimental al momento de comer la torta.

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora