Capítulo 15

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La profesora March


Seis días después.

El día amaneció lloviendo y yo amanecí resfriada y es que la humedad provoca muchas veces en mi un resfrío terrible, no tenía ganas de levantarme de mi cama pero me exigí y es que tenía clases con la Señora March, la nueva profesora de Matemática , Literatura y lengua. En mi vida a existido una única señora a quien le tengo miedo y a sido a la señora Grisel pero desde que conocí a la señora March ella va segundo en la lista, la señora March es de elevada edad, diría que tiene unos sesenta, es  de gran estatura y de peso lo que la hace ver como una gigante.

Me levanté de la cama, me peiné el cabello y mientras lo hacía me miré en un pequeño espejo de forma circular.

—Hoy después de dormir despertaré en la ciudad de los sueños y ahí estaré cumpliendo años. Ya quiero ver cómo será mi fiesta de cumpleaños—Me dije al sentirme feliz y emocionada. Seguidamente  puse mi uniforme vieja y desgastada posteriormente salí de mi habitación con mi cartuchera y mis libros.
Llegué a la sala de clases y todas las chicas ya estaban sentadas en sus respectivos asientos, yo me apresuré y fui a sentarme en el lugar que frecuento utilizar ubicado  en frente de una ventana de madera, desde ahí se puede ver la calle y el edificio del orfanato de los chicos.

Saqué  de mi cartuchera  birome, lápiz y  borrador las puse encima del pupitre al lado de los libros, las demás chicas hacían mucho barullo algunas se reían otras conversaban de repente escuché algunos pasos más  fuertes que el barullo mismo parecía que se acercaba a la puerta del aula de clase todas las chicas habían oído lo mismo y al instante quedaron en silencio pues era obvio quien era la persona que producía semejante ruido al caminar.

Escuché  la puerta chillar al abrirse enseguida  entró  la señorita Ross  y detrás de ella venía la Profesora March.

—Buenos días niñas—Pronunció March con su voz gruesa, nos observó atentamente a cada una. Nos levantamos de nuestros asientos de forma sincronizada  y respondimos “Buenos días” al terminar de saludar nos volvimos a sentar, yo me  apresuré  en sentarme que me di un gran golpe en las nalgas cuando caí sentada a gran fuerza en el asiento.

—Hoy tendremos una actividad diferente después de clases  y es que para hoy estamos haciendo una excepción e invitamos a los niños del orfanato "La Esperanza" para que vengan aquí—Informó la señorita Ross.

Miré sorprendida.

Escuché a las demás  niñas murmurar alguna que otra decía "¿Enserio?" "Que genial" junto con algunas risitas alegres.

—Guarden silencio por favor —Pronunció Ross—Hicimos esto debido a que vendrán obreros que arreglarán el techo del orfanato "La Esperanza” y mientras eso pasa los niños no tienen donde ir así que les pido por favor que se comporten—Agregó.

"Sí lo haremos" escuché decir de Martha una chica de 14 años quien siempre parece  ser muy   tímida, me sorprendió al verla hablar y es que casi nunca lo hace.

Al finalizar las clases la señorita March me pidió que llevara en la cocina los restos de comida que ella estaba deleitando en plena hora de clase, hice lo que me pidió, llevé la bandeja que contenía las sobras de Donas a la cocina. Después de volver de la cocina  me encontré a Elizabeth sentada en el escalón de la escalera observando la puerta principal parecía molesta.

—¿Qué haces?—Dije curiosa al detenerme junto a ella.

—No puedo creer que tengamos que socializar con esos niños sucios—Dijo con un expresión disgustada. Aguanté no reírme de sus palabras, luego ella sin decir nada más se levantó y subió los escalones, pasó  unos segundos y escuché la puerta principal del orfanato abrirse, Ross la abrió y entraron los chicos del orfanato “La Esperanza ” se veían tranquilos y pulcros.
Busqué  con la mirada a Maximiliano, lo encontré rápidamente ya que fue el último en entrar me sentí preocupada al verlo aunque no se por qué exactamente.

Fui a mi habitación para  hacer la tarea de Matemáticas que la señora March dejó cuando terminé de resolver el primer ejercicio empecé  a toser  el resfriado no me había dejado aún y lo peor es que ya me estaba empezando a doler la cabeza. Momento después sonó la alarma del orfanato  indicando la hora del almuerzo así que seguidamente salí de la pieza. Mientras iba por el pasillo me encontré con Selena quien  caminaba en mi  dirección, me detuvo al pedir hablar conmigo.

—¿Qué quieres?—Intenté sonar fría.

—Solo quiero decirte muchas gracias—Dijo—Y perdón por haberte empujado aquella vez—Agregó  avergonzada.

Su disculpa repentina me conmovió.

—Eso ya está en el pasado—Respondí, esta vez sentí que su disculpa es sincera—Y  no deberías agradecerme porque no e hecho nada por ti— Agregué confusa.


—Escuché todo cuando le dijiste a la Doctora que me adoptara a mi—Dijo.

Desde ese día no había vuelto a ver a la Doctora no se si funcionó lo que hice para que adoptara a Selena, lo único que sé es que la señorita Ross me aviso de que no me adoptarían a mí.

—Solo le dije tu nombre..—Me interrumpió.

—Días atrás hicieron los trámites para mi adopción, hoy vienen a buscarme—Dijo al mirarme emocionada.
Me quedé sin palabras.

—Gracias Alexa—Dijo con una radiante sonrisa. Luego caminó hasta su habitación que estaba a mi izquierda, la puerta lo dejó abierta al entrar y vi que tenía unas maletas al lado de su cama.

"Entonces es verdad"

Me sentí aliviada y es que ya no tengo que cargar con la culpa de que fue causa mía que no la adoptaran la familia Park.
Mi estómago empezó a gruñir de hambre a si que fui al comedor.

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora