Capítulo 52

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“Se mi novia, Alexa"

Ciudad de los Sueños
—¡No quiero volver al orfanato!—Dije al despertar.

—Alexa. ¿Estas bien?—Dijo una voz familiar. Alcé mi vista hacia aquella voz y encontré a Quilian.

—Ya te despertaste—Agregué, asimilé de a poco que  él estaba despierto y en frente de mi.

—¿Estas bien? —Volvió a preguntar. Se veía preocupado.

—Yo debería preguntarte eso a ti—Dije. Me levanté de a poco del suelo. Quilian me sostuvo para ponerme de pie.

—Estoy bien—Respondió. Su rostro estaba muy cerca del mío. Pude ver con más claridad sus ojos cafés que no me perdían de vista.

—Me alegra oír eso—Dije. Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Aquellas palabras me pareció tan irreal. Quilian estaba bien y estaba aquí conmigo. Él notó mis lágrimas, y me rodeó con sus brazos. Su cuerpo seguía tan frío, pero a la vez fue tan cálido y acogedor.

—No confié en ti Quilian. Lo siento—Dije tras soltarlo. Por un momento no pude mirarlo a los ojos.

—Esta bien—Dijo.

—Cómo puedes decir que esta bien si ni si quiera sabes a lo que me refiero.

—Una mariposa blanca me lo contó, dijo ser la reina de la ciudad de los sueños, ella dijo   que tu cuidador  te hizo creer cosas de mi y...

—Lo siento, yo…

—Alexa, eso no es importante. Pero si es importante la razón por lo que estamos aquí. Eso también me lo dijo.

"Eso significa que sabe que tiene vida corta?”.

Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas al recordar que Quilian no viviría mucho tiempo.

—Yo sentía que no llegaría a la edad adulta así que cuando me dijo que la ciudad de los sueños solo deja entrar a personas de vida corta se afirmó mi sospecha—Dijo de forma tranquila. Lo miré atentamente intentando entender porque quería que sus palabras sonaran tranquilo si puedo ver en sus ojos tanta tristeza.

—No quiero que mueras.

Apreté mis puños con fuerza al sentirme impotente, no podía evitar su destino. Él me miró con ojos cristalizados aún así parecía tratar de contener sus lágrimas.

—Por favor no me dejes— Rogué. Las lágrimas finalmente cayeron por su mejilla. Volvió a abrazarme pero esta vez con tanta fuerza,  como si desaparecería si me soltara.

—Se mi novia, Alexa—Dijo.

Mi corazón se detuvo en un instante. Siempre e querido oír esas palabras pero…

—Lo haces para salvar a la Ciudad de los Sueños?—Seguía abrazándolo. Alcé mi vista hacia sus ojos que me observaban con ternura.

—De nosotros de pende que siga existiendo

—Pero…

—Te amo, Alexa.

Él no lo sabe pero caí derretida ante sus palabras.

—Ya no tengo tiempo— Agregó. Me aparté de él.  No entendí a qué se refería—.La Reina Cuidadora de alguna forma sabe que mi madre desconectara los tubos a los que dependo para respirar… en resumen me dejará ir. Voy a morir en mi mundo real así que aquí también desapareceré.

Mis dos manos los llevé sobre mi cabeza. Podía oír los latidos de mi corazón que hacia eco en mis oídos. No salieron ninguna lágrima, estaba en shock. Era consciente de que Quilian tenía  Vida Corta pero nunca creí que se acortaría tan pronto.

—Quisiera preguntarte en ser mi novia en un lugar más agradable pero no puedo salir de aquí. Por la magia oscura que utilizó Alex, ni la reina cuidadora puede hacer nada.
Podía oír lo que decía pero no podía comprenderlo del todo. Sentía tanta angustia y desesperación en mi pecho.

—Yo voy a dormir y despertaré en el mundo real y detendré a tu madre…

—Ella a estado sufriendo mucho. Es momento de que me deje ir.

Sus palabras me dolieron hasta el alma y es que él sonó a alguien que  ha renunciado a su vida.

—Si yo muero la Ciudad de los Sueños no podrá hacer que cumpla mi destino. Y desaparecerá después de mi. No puedo permitir que eso suceda. Después de todo es tu lugar seguro, así que por favor.

Sus ojos me miraron rogándome a que dijera las palabras que él esperaba.

 —Acepto ser tu novia, Quilian. Pero no lo hago por la ciudad de los sueños si no..

Antes que pudiera terminar mis palabras él me besó los labios, de una forma suave, delicada. Fue corto pero placentero.

—Te amo—Terminé de decir.

Su rostro se iluminó de una gran sonrisa pero enseguida desapareció  cuando notó que su cuerpo iba desapareciendo.

—¡NO! —Dije desesperada. Mis ojos se encontraron con los suyos y pude ver miedo en ellas.

—Esta bien—Dijo, como para tranquilizarme pero no hicieron efecto en mi. Extendí mi mano sobre el suyo, y fue como pétalos de rosas que se desmoronan al caer . De su cuerpo se esparcieron  pequeños fragmentos luminosos que desaparecían  de entre mis manos. No pude tocarlo ni sentirlo, desaparecía ante mis ojos.

El dolor se hizo más fuerte en mi en cada suspiro.

—Gracias—Dijo, sonrió tras pronunciarlo—. Por darme lo que mi mundo real no puede hacer.

Dio un suspiro aliviado y con ese suspiro desapareció todo su cuerpo. Quedé paralizada, sentí como si todo se congelara a mí alrededor y como si algo dentro de mi estuviera a punto de explotar

—Por favor no te vayas.

Mi voz sonó tan débil que quise volver a repetir con tono fuerte para que de alguna forma lograra escucharme. No pude, las palabras ya no me salieron solo un llanto de dolor que me ardía el alma.

Caí en el suelo en el mismo lugar que Quilian desapareció.

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora