Capítulo 33

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La regla número 3
Hasta los 18 años

Estaba en mi habitación en la casa de Quilian, me levanté inmediatamente y fui hacia la puerta, estaba en piyama como la última vez que quedé dormida en este lugar. Abrí la puerta  apresurada y salí. Desde los escalones ya podía ver la cocina y a Quilian quien estaba cortando una cebolla, se veía muy serio mientras lo hacía.

Me acerqué junto a él, lo miré fijamente, mientras él seguía cortando las cebolla.

—Estas aquí—Habló sin sorpresa, mientras seguía manteniendo la mirada por la cebolla.

—Creí que no volvería—Dije, triste, él puso sus ojos cafés sobre mí—.En la noche cuando dormí en mi mundo real no pude despertar aquí.
Sentí que las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

Él dio unos pasos hacia mí y suavemente extendió sus brazos sobre mi espalda, abrazándome. Con mis brazos lo apreté muy fuerte, reposando mi cabeza sobre su pecho.

—Lo importante es que ya estas aquí—Dijo con una voz cálida. No aguanté y dejé caer algunas  lágrimas. En sus brazos sentí consuelo, fue tan cálida que quería permanecer ahí por siempre pero Quilian olía a cebolla así que me retiré de él.

—Tu delantal está repleto a olor de cebolla—Le dije fingiendo estar disgustada por el olor.
Quilian sonrió suavemente, luego se lavó las manos y quitó su delantal.

Quería darle la noticia de que fui adoptada así que primero lo llevé junto al sofá, cuando nos sentamos le dije sin rodeos de que una familia me adoptó, su expresión comenzó de sorprendido a feliz luego a no creerme le reitere varias veces que finalmente tendría una familia, aunque la persona que me adoptó no me considerara un miembro de su familia porque para Grisel solo era un medio para impresionar al público. No le dije a Quilian lo malo de mi nueva familia de hecho le hice un resumen de todo lo bueno como por ejemplo que e ingresado a un colegio y que conocí a Anahí y a su grupo de amigos que me parecieron agradables.

Quilian tenía muchas preguntas acerca de cómo eran las personas que me adoptaron, si cómo me trataban o cómo me sentía con ellos si respondía a todo eso con la verdad era muy probable que quedaría descubierto mi pequeño secreto de mi nueva familia, tampoco quería mentirle, es por eso que actué estratégicamente pasando la conversación y preguntándole: cómo era también su vida con su familia, por su parte: silencio y seriedad como siempre. Creo que jamás me contara acerca de su vida en el mundo real.

Pasé a otro tema una vez más pero esta vez para romper su seriedad. El tema de conversación fue más bien una pregunta y es que le pregunté si alguna vez le pasó que no pudo despertarse en la ciudad de los sueños tras dormir en el mundo real.

—Si te dijera es muy probable que no me creas de hecho no me creíste la primera vez—Dijo seriamente y distante todo porque quise saber de su vida. No hice caso a su cambio repentino de personalidad y continúe...

—¿De qué hablas?.

—No me creíste la primera vez que te dije que después de los 18 años ya no puedes venir aquí. Porque yo recientemente cumplí 19 años y sigo viniendo a esta ciudad.
—Así es por lo tanto es ilógico lo que dices.

La  expresión de Quilian se volvió muy tensa.

—Alexa yo te mentí— Dijo tras pensar—.Para ser sincero yo sé la razón de la desaparición de mi cuidadora.

Quedó en silencio por un momento, pude ver a través de él que le costaba hablar del tema.

Le di su tiempo para que hablara.

—Recuerdas que te dije una vez que cuando los cuidadores cumplen con su misión de cuidar a las personas que entran aquí luego pueden convertirse en humanos normales.— Sus ojos enrojecieron—.Mi cuidadora sacrificó en convertirse en humana para darme más años aquí en la ciudad de los sueños. Lo hizo días antes de que cumpliera 18.

—Eso significa..—Me interrumpió.

—Mi cuidadora se convirtió en pequeños fragmentos brillantes y desapareció—Dijo, por su mejilla se deslizaron muchas lagrimas.

—Por eso sigo estando en la ciudad de los sueños. Así que cree cuando te digo que solo a los 18 años puedes venir y es por eso que ya a comenzado. No todas las veces cuando duermas en el mundo real despertarás en la Ciudad de los Sueños a veces pasarán días o semanas para luego volver a despertar aquí, visitarás este lugar en menor cantidades en comparación a anteriormente y eso va dependiendo a la cercanía que estés en cumplir 18 años—Explicó. No podía creerlo del todo porque Alex nunca me habló de esto, y confío  en que no pudo haberme ocultado algo así.

— Si tu cuidadora dio su vida por ti, por qué razón lo hizo—Le miré desconfiada.

Recordé a esa bruja que había matado a los cuidadores para quedarse con sus vidas. Pero en esta situación la cuidadora le dio su vida a cambio de más años a Quilian ¿por qué razón hizo algo así?

—Yo no sabía que haría algo así—Dijo. No podía creer todo lo que me había dicho. Quilian empezó a observarme decepcionado y es que encontró en mis ojos la desconfianza que tenía hacia él.

—No me crees—Afirmó con una expresión dolida.

Necesitaba preguntar a Alex si solo se podía venir hasta los dieciocho años en la ciudad de los sueños. Así que me levanté del sofá y caminé hacia la puerta

—Pero a él sí le crees—Dijo, como si hubiese leído mi mente y sabía lo que iba a hacer.

Me detuve, giré por mis pies al mirarlo, me encontré con su mejilla repleta de lágrimas, sus ojos me miraron con dolor, al verlo así sentí que se me partía el corazón. Pero mi desconfianza seguía y es que no puede ser que en unos años yo tenga que decir adiós a este lugar, no estoy lista para que ese momento suceda  y creo que nunca lo estaré. Así que espero que sea mentira lo que Quilian dijo.

Continúe mi camino hacia la puerta y fui a buscar a  Alex.

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora