El arte de cielo
Caminé por el pasillo hasta mi habitación mientras asimilé lo que había hecho. Elizabet se cruzó junto a mi se veía radiante, era la primera vez que lo veía con esa expresión.
-Elizabeth estas bien-Pregunté, eso detuvo sus pasos, giró hacia mí y con una gran sonriza anunció
-Soy una de las que se inscribieron para el concurso de pintura.
-Que bien-Expresé con un poco de sorpresa no sabía que le gustaba pintar
-Hace unas horas entregué la pintura que realicé y la profesora March me elogio-Comentó con un destello de brillo en sus ojos.
-Me alegro por ti-Respondí sinceramente.
-Gracias Alexa-Dijo, seguidamente continuó su camino.
"De nada contrincante"Luego yo fui a mi habitación, abrí las ventanas para que me entrara aire fresco, me senté en la silla de mi escritorio e intenté pensar que dibujo crearía para mañana, ya que había hecho la brillante idea de inscribirme(sarcasmo) tenía que asumir mis actos de echo ya estaba sufriendo las consecuencias porque mi mente no podía pensar en nada, ¿Qué dibujaré?.
Ya era el ocaso apunto de anochecer y todavía no sabía que iba a dibujar.
Dejé de lado mi pincel y el lienzo y miré por la ventana, el cielo tenía un color púrpura mezclado con amarillo junto con el sol que se iba ocultando me recordó la vez que Quilian y yo fuimos a ver en la montaña la puesta del sol.-Quilian amaría ver este ocaso-Me dije a mi misma mientras observé el arte de cielo.
"¿El arte de cielo?"
En ese momento y de repente sentí que mi mente se abría no literalmente si no que había visto una idea que no lo estaba teniendo en cuenta. Me apresuré y agarré el pincel, ya sabía lo que quería dibujar. Medía hora después terminé de pintar la puesta del sol.
Al ver el dibujo me sentí orgullosa de mí y es que es la primera vez que siento que mi pintura es hermosa.Ciudad de los sueños
Cuando desperté en la ciudad de los sueños lo primero que quise hacer fue decirle a Quilian la pintura que había creado. Me levanté apresuradamente de la cama me puse las pantuflas y fui hacia la puerta de mi habitación, lo abrí y salí. Vi que la puerta de la habitación de Quilian estaba cerrada por lo que toqué. No escuché ningún sonido que proviniera de su habitación supuse que todavía estaba durmiendo o en otras palabras durmiendo en la ciudad de los sueños y despierto en el mundo real.-Pero por qué en tu realidad no te has dormido para poder despertar aquí-Dije en voz alta, obviamente no me iba a escuchar por eso mejor me alejé de la puerta, caminé hacia la cosina, y encontré encima de la meza una canasta que contenía muchas galletitas en forma de rosas supuse que Quilian los dejo para mí así que me las comí inmediatamente.
-Acabas de comer las galletitas-Dijo una voz familiar detrás de mí.
Miré hacia aquella voz y encontré a Quilian.
-Entonces ya estás despierto-Lo miré sorprendida y a la vez feliz.-No comas eso-Ordenó molesto, se asercó junto a mi quitándome la galletita que tenía en mi mano.
-Saben horribles-Aseguró.
-Pero si son riquísimas-Contradije con la verdad-. Y para que no quede la menor duda de que haré lo que quiera me lo seguiré comiendo-Dije al agarrar otra galletita de la canasta.
-Seguiras comiendo si te digo que tu cuidador lo trajo-Preguntó seriamente.
Casi me atraganté.
-Ayer después de conocer al señor que me integraría al grupo de atletas de nadadores me encontré a Alex en la puerta de la casa con una canasta de eso-Señaló la galletita que tenía en mi mano.
-Dijo que era para mí-Pregunté.
Rogaba que me dijera que sí.-Los iba a tirar pero me olvidé -Dijo evadiendo lo que le pregunté.
Le había contado a Quilian lo que me pasó con Alex quizás por eso no le caiga bien mi cuidador, aún así no debe ocultarme la respuesta a mi pregunta.
-Quilian responde a lo que te pregunté-Lo miré molesta
-Obviamente que era para ti-Dijo con un tono nada agradable.
"Entonces Alex vino a traerme las galletitas"
Sentí una extraña presión en mi pecho.
-No te dijo por qué vino además de traer las galletitas-Pregunté a Quilian.
Negó con la cabeza.
-Entonces iré a buscarlo para saber por qué-Caminé inmediatamente hacia la salida de la casa.
-Pero si solo vino a traerte las galletitas y a nada más. No vayas!-Dijo Quilian, me detuve.
-No interfieras-Informé al mirarlo. Él avanzó hacia mi con una mirada aterradora pero a la vez brillante e intensa. Quedé paralizada inconscientemente antes sus ojos cafés que sin darme cuenta esos par de ojos ya estaban tan serca de los míos, inclusive podía escuchar su respiración.
-¿Qué es lo que haces? -Dije nerviosa.
Me miró en silencio con su típica cara seria pero esta vez había algo diferente en su expresión que no lograba descifrar-Estas en piyama, cámbiate de ropa- Dijo finalmente, luego retrocedió de mi.
-Bien-Respondí, y fui apresuradamente hasta mi habitación.
Al llegar a mi habitación fui junto al ropero en busca de algún outif decente, no podía creer que estuve apunto de ir a ver a Alex con mi piyama más las pantuflas puestas de color rosado. Me puse un vestido amarillo con lunares oscuros junto a unas sandalias de color neutro. Después de vestirme caminé rápidamente hasta la salida de la casa, al abrir la puerta me encontré con
-Ema-Dije sorprendida al verla.
-Por favor ven conmigo-Rogó con ojos desesperados.
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Alexa & La Ciudad de los Sueños
FantasíaAlexa una chica de 15 años viaja a un lugar llamado "La ciudad de los sueños", ella ingresa en esa ciudad cada noche cuando duerme. La ciudad de los sueños es un lugar que te da lo que tu mundo real no puede darte. Alexa una chica huérfana encontr...