Capítulo 2

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Orfanato

Aquí en el orfanato somos cinco niñas incluyéndome con la edad de 15 años, luego son veinte niñas que son menores de quince, las más pequeñas son tres de cinco años de edad.
Existe otro orfanato que está ubicado casi enfrente, de echo solo hay que pasar una calle y ya se llega ahí. En ese orfanato son 15 en total y todos son niños, algunos son de mi misma edad, otros son más grandes. Se esto porque cuando me juntaba con Selena, una de las chicas de 15 años, ella tenía un novio de ese orfanato, a si que Selena siempre salía a escondidas y me pedía que lo acompañara, todo era una gran travesía ya que la señorita Ross y la señorita Susy vigilan el orfanato de día y de noche, ambas son muy estrictas con las reglas de : no juntarse con los chicos porque eso traerá problemas; es lo que siempre nos dicen.
Aunque ambas son estrictas con las reglas y de un gran carácter, son algo buenas y despistadas, en especial la señorita Susy que casi siempre se encuentra a media noche con su amante quien es el guardia de seguridad y ahí es cuando yo y Selena pasábamos al otro lado.
Siempre que iba en ese orfanato voy a la biblioteca mientras espero a Selena. La biblioteca de ahí es enorme ya quisiera que en el orfanato de las niñas "La caridad" fuera así.
Cuando dejé de juntarme con Selena no volví al orfanato de los niños "La esperanza" y por ende ya no volví a visitar la biblioteca.

Mis días son muy tranquilos a la siete de la mañana horario de desayuno, voy al comedor principal a desayunar al igual que las 24 niñas. Existe tres hermanas, o monjas como les digo yo que cocinan las tres comidas principales del día.
Hoy de desayuno y como de costumbre fue leche con torta frita.
Después de desayunar, tenemos clase de literatura, matemática, lenguaje y ciencias con la señorita Susy. En estas cuatro materias todas las niñas asistimos excepto las que tiene cinco a ocho años, que van a otra aula de clase que queda justo al lado del nuestro solo una pared nos distancia de las más chiquitas.
Después de clases almorzamos, y el almuerzo es lo único que varía, hoy fue un caldo de arroz con poroto.
Cuando terminé de comer escuché los pasos de la señorita Ross aproximarse, algunas estaban conversando otras riéndose, y algunas solo comiendo, cuando la señorita Ross entró en el comedor hubo un silencio, ni una mosca se escuchaba, todas quedaron mirando a la fría personalidad de Ross al igual que yo y es que la señorita Ross casi nunca viene al comedor en la hora de comer si no es por algo grave o para llamar la atención a alguien.

---¡Selena!---Habló Ross.

---Si señora---Dijo Selena en la otra mesa de mi izquierda.

La miré y se veía toda roja, como si estuviera muy nerviosa.

---Yesica--- Pronunció nuevamente la señorita Ross.

Yesica quien estaba a lado de Selena no se levantó pero me pareció oírla decir algo.

---No té estoy escuchando---Dijo Ross.
Yo sonreí, porque tampoco la estaba escuchando.

---Yo no fui---Dijo Yesica gritando.

---Pero tampoco soy sorda---Le dijo Ross, al acercarse.

---Lo siento señora, pero le juro que yo solo acompañé a Selena, pero yo no hice nada---Dijo Yesica.

---Eso ya lo veremos, ahora acompáñenme a mi oficina---Dijo la señorita Ross.

Al parecer estaba pasando algo, pero no me importa, así que me levanté de la silla, recojo mi plato de la meza, camino hacia la puerta con la intención de ir y lavar mi plato para luego irme a lavar las ropas para después y finalmente poder dormir e ir a mi "lugar seguro".

---Alexa!---Escucho decir detrás de mi justo antes de abrir la puerta del comedor. Giro en la dirección de la señorita Ross.

---Tu también vienes conmigo---Dijo Ross.

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora