Capítulo 37

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David

Quería que lo primero que mis ojos vieran al despertar fuera a Quilian pero mi deseo no se hizo realidad, miré a mi alrededor y estaba en mi habitación en la casa de los Darker.
Levanté la mitad de mi cuerpo y reposé mi espalda por la almohada. Miré hacia la ventana de cristal y pude ver un día tan gris acompañado de grandes gotas de lluvia.

—Despertaste—Dijo una voz familiar. Desvíe mi mirada de la ventana y me encontré con la amigable mirada de David y a su lado se encontraba Grisel, ésta  parecía mirarme avergonzada.

La puerta estaba abierta, ambos estaban en el medio de ella.
—Como había dicho—Habló Grisel—. Eres tan débil, no solo tienes anemia si no también temes…—David la interrumpió.

—Cariño, la niña acaba de despertarse y ya andas diciendo palabras desagradables.

—Pero es la verdad y es que ella..—La interrumpió nuevamente al decir:

—El Doctor todavía está en la sala no crees que estamos siendo descortés al dejarlo ahí?

—Tienes razón que pensará de esta familia—Dijo Grisel, preocupada—. De echo hay que ser agradecidos porque vino con esta lluvia— Agregó y luego apresurada se marchó.

David dio un suspiro aliviado.

—Hiciste una táctica para impedir que la señora Grisel  dijera más cosas acerca de mi— Dije.

—Pero también es cierto que no hay que ser descortés— Lo dijo con una cara graciosa mientras caminó hasta el sofá que estaba  ubicado en frente de la ventana.

—Lo siento Alexa—Dijo tras sentarse con una cara tensa—.El perro te asustó ¿verdad?

Asentí

—Brian lo acaba de llevar a la casa de un amigo y es que él fue quien lo metió en la casa sin que nadie se diera cuenta—Dijo, apenado.

Recordé que ayer cuando estaba recogiendo los trozos de vidrio de bajo de la cama de Brian había sentido que algo me había lamido la mano entonces era el perro.

—Entonces Brian lo trajo—Dije al asimilarlo.

—Disculpa Alexa—Dijo con una mirada avergonzada.

—No fue tu culpa—Respondí.

— Desde que Grisel y yo te adoptamos eres nuestra responsabilidad así que si fue mi culpa—Expresó angustiado—. Te prometo que haré todo lo posible para ayudarte a que superes este miedo.

— No es necesario que prometas nada lo superaré por mi cuenta—Dije.

—Grisel me contó y al Doctor que te veías en estado de pánico cuando oíste el gruñir del perro, eso es preocupante y grave. Así que necesitas ayuda—Me miró seriamente.

En ese momento recordé al primer padre que tuve: Yak, y es que él nunca me regaló ni una cara seria, él siempre fue pura sonrisas hacia mi y eso hacía que sintiera su amor paternal. David en cambio es diferente, el a veces me regala una cálida sonrisa pero a la vez me mira tan seriamente, como ahora, aún así siento que detrás de esa expresión hay un motivo bueno, es decir que puede que David me haya aceptado como una hija y que en verdad se preocupe por mi.

Sonreí suavemente ante esa probabilidad.

—Lo que te estoy diciendo te parece divertido?—Mantuvo su cara seria.

—No fue por eso—Dije—.Prometo  superarlo. —Agregué con confianza de mi misma.

—No se trata de prometer nada, se trata de que aceptes la gravedad de esto y lo trates, de echo ya e programado una cita con el mejor Psicólogo de la ciudad.

—No es necesario un psicólogo puedo superarlo sola— insistí.

—Recuerdo que estabas hablando de una promesa—Arqueó las cejas al mirarme.

—Yo también recuerdo que dijiste: No se trata de prometer

—Aun así irás—Dijo.

Cómo podría ir a un psicólogo y explicarle que yo ingreso a una ciudad de los sueños mientras duermo y una de esas veces fui  emboscada por una bruja y su lobo y que desde ese momento tengo miedo a animales de esa clase, lo primero que el psicólogo diría es que estoy loca.

—Realmente no es…—Me interrumpió al levantarse y decir...

—Dejemos por ahora esta conversación y descansa, mientras te prepararé el desayuno.

—Pero realmente…—Me interrumpió nuevamente.

—Alexa—Me miró amenazante, así que ya no insistí—.Descansa—Agregó después pero esta vez con una expresión más agradable. Luego caminó hasta la puerta y se marchó

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora