Capítulo 39

15 4 0
                                    

¿Te encontré?

Un enfermero verificaba el suero que pasaba por la vena de  David. Yo observé a mi padre adoptivo desde la puerta.
A pesar de que el doctor dijo que estaba bien, no podía dejar de sentir una angustia.
 Segundos después Brian llegó junto a mi, enseguida cuando lo vi le pregunté por Grisel.

—Mamá está bien. Le recetaron un tranquilizante eso hizo que quedara dormida—Explicó mientras sus ojos verdes estaban cristalizados al mirar en dirección a su padre. Pronto caminó junto a él con pasos débiles.

—El paciente debe descansar —Dijo al instante el enfermero al darse cuenta de que Brian se acercaba—. Si puede por favor..—Brian lo interrumpió

—No voy a dejar a mi papá—Contestó.

—Por favor tienen que salir—Dijo el enfermero está vez su mirada me alcanzó. Me acerqué junto a Brian y le pedí  hacer caso a lo que decía el enfermero. Brian me miró con ojos dolidos y tristes.
Recordé lo que me dijo el Doctor y lo hice saber a Brian; de que David estaba bien, eso   alivió  a Brian aún así  insistió

—No puedo dejar a mi papá—Dijo.

—No lo dejaremos, solo saldremos a fuera—Aseguré. Intenté sonar tranquila.

—Bien—Dijo, volvió a mirar hacia su padre antes de salir.

Cuando salimos a fuera Brian se sentó en el piso al costado  de la puerta de la sala. Su espalda lo reposó por la pared, dobló sus piernas y con sus manos tapó su rostro. Parecía que lloraba en silencio.
Yo me senté sobre mis pies a la derecha de la puerta que me dividía de  Brian.

—David esta bien, ya no llores—Dije, intenté consolarlo.

—No sabes lo mal hijo que e sido estos días y todo porque no me han permitido adoptar al perro, que tonto soy— Dijo con voz ronca.

—Claro que lo sé, si eres un completo imbécil—Solté. Apartó sus manos sobre su cara y me dedicó una mirada asesina, vi sus ojos enrojecidos y su cara completamente empapado de lágrimas.

—Lo siento no quería hacerte enojar solo..—Me interrumpió.

—Eres horrible siendo una hermana. Odio que mis padres te hayan adoptado.

No me sorprendió sus palabras porque era obvio.

—La palabra "imbécil" te hirió tanto que ahora te estás confesando?—Me molesté por lo de "Horrible". Él Fingió no escucharme.

*** ***
Pasaron aproximadamente una hora y yo había quedado dormida. Al despertarme me dolió el tobillo y el cuello todo porque estaba sentada sobre mis pies, y mi cabeza lo tenía reposado por la pared. Encima de mi encontré una chaqueta de color marrón la misma que Brian tenía puesta.

¿Se le habrá caído accidentalmente encima de mi?

Escuché algunos llantos que provenía de la habitación de David, me asusté e inmediatamente me levanté pero mis piernas se habían entumecidos así que caí en el piso al no sentirlos, después de pocos segundos tomé el equilibrio de mis piernas, y fui hacia la puerta, al abrirlo ingresé. Lo primero que vi fue la mirada de David  que observó mi entrada en la habitación, en ese instante sentí alivio al verlo despierto.
 
—Se a despertado—Informó Grisel en voz  baja al observarme, en su mirada vi cansancio además de que su delineado estaba hecho un desastre por causa de las lágrimas. La señora Grisel estaba sentada en el borde de la cama junto a David, mientras que Brian estaba parado al costado de su padre.

Caminé lentamente hacia ellos, mientras que Grisel se secaba las lágrimas. 

—¿No te duele nada?—Dije al detenerme junto a David.

—No—Respondió en tono bajo, oír su voz hizo que las lágrimas se acumularán en mis ojos. Lagrimas que eran fruto del alivio que sentía pero que a la vez por la angustia y preocupación que sentí horas atrás.

—Podrías ir a casa y traerme mi cartera, ahí tengo mi tarjeta de crédito para pagar lo del hospital—Pidió Grisel con una voz suave—. Brian te acompañará.

—Por qué tengo que acompañarla—Se quejó Brian.

—Porque eres quien la va a llevar en el auto—Respondió Grisel.

Brian puso una cara enojada y caminó hacia la puerta.

—Volvemos enseguida—Dije al mirar a David y Grisel.

—Gracias—Dijo Grisel.

Fui detrás de Brian, lo alcancé en el ascensor. Mientras bajábamos hasta la planta baja le di su chaqueta que sujetaba en mi mano, él lo agarró sin decir nada.

—Hace rato te quejaste por lo mal hijo que has sido pero justo hace un momento lo volviste hacer—Dije. Fingió no escucharme, ni siquiera me miró.

El ascensor se detuvo en el segundo piso, se abrieron las puertas y me encontré con unos ojos cafés, el cabello lo tenía ondulado corto, me miró curioso ya que mis ojos no lo dejaban de ver.

—¿Quilian?—Dije.

El chico agrandó sus ojos al mirarme. Lo miré con más atención y noté que mi mente estaba jugando conmigo, no era Quilian solo alguien parecido a él.

—No hables con extraños—Dijo Brian en mi costado.

El chico ingresó en el ascensor y caminó directo hacía mi al mirarme fijamente. Brian se dio cuenta de lo extraño que actuaba el hombre y se puso en frente de mi como una barrera protector.

—¿Que quieres?— Dijo Brian de una forma intimidante.

—Cómo es que ella conoce a mi hermano— Preguntó el chico.

“¿Hermano?”

 Por un instante se me detuvo la respiración. Con un empujón aparté a Brian de en frente de mi para poder observar mejor al chico.

—Conoces a Quilian—Volvió a preguntar al mirarme curioso.

¿Esto era una coincidencia? ¿Estaba hablando de la misma persona?. Tengo que averiguarlo.
Asentí rápidamente, mi corazón latía a mil. ¿Acaso encontré a Quilian en el mundo real?

—¿En donde vive él? O en donde puedo encontrarlo ahora mismo.

Sus ojos se fueron por el piso luego lo volvió a levantar hacia mí.

—En la habitación 10 del segundo piso—Respondió.

—¿Esta aquí en el hospital?

—Sí.  Desde cuando no ves a mí hermano porque él…—Lo interrumpí.

—Lo siento pero ahora no tengo tiempo par hablar. —Dije mientras presioné el botón de abrir del ascensor.

—¿Qué  haces?—Dijo Brian con una voz confusa pero a la vez molesta.

—Necesito hacer algo muy importante—Fue lo único que dije.

El ascensor se detuvo en el primer piso, salí rápidamente y fui hacia las escaleras de emergencia, corrí mientras subía hasta el segundo piso. Cuando llegué empecé a tener dificultad para respirar como si el aire me fuese escasa  y no solo era por el cansancio si no por la emoción y es que era muy probable que Quilian estaba aquí en una de las habitaciones, quizás vino a visitar a alguien, algún familiar talvez de hecho no importa la razón lo importante es que sea él.

No solamente serás el chico a quien veo cada vez que duermo y viajo en la Ciudad de los Sueños  si no que también te podré ver al despertar en el mundo real.
 
 
 
 

Alexa & La Ciudad de los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora