ligando al capitán › jookyun

Puente de corazones rotos Pt1

Ven al puente de los corazones rotos y únete al dolor más tóxico que jamás experimentarás. Dime, ¿sientes las punzadas lastimarte? ¿Tu alrededor volverse azul como una triste pintura? ¿Tus ojos ser incapaces de seguir botando más lágrimas? Quédate aquí, donde realmente puedes ver la realidad, tu realidad.

SeungCheol POV

¿Cómo pude enamorarme de ChangKyun? ¿Cómo? Aunque me detenga a pensarlo un millón de veces, no encuentro la maldita explicación del por qué me deje caer. Sabía a lo que me atenía si me enamoraba de él, pero aún así... sobrepase mis propias líneas limitantes. Besarlo de nuevo fue tan increíble, tanto como la primera vez que sucedió. Un retrato exacto sin ningún detalle faltante. Todo hecho a la perfección; desde la característica sensación fina de su labio superior, hasta la esponjosa de su labio inferior. Sencillamente, algo de otro mundo. Solo pensarlo me causa escalofríos.

Sumergido en mis locos pensamientos, que por razones evidentes me torturan, pero a la vez me hacen sentir tan bien, KiHyun hyung llama mi atención tras verlo limpiar el vestuario. Mi cuerpo reacciona de acuerdo a la situación, ladeando la cabeza sumergido en absoluta confusión. ¿Por qué está limpiando los vestuarios? Nunca lo he visto hacerlo.

Sin tratar de averiguar por mi cuenta las razones del por qué, pues no haría más que perder el tiempo, decido entrar dejando los rodeos a un lado. Admito que es gracioso verlo agarrar centenares de calcetines con tanto asco, inclusive, lleva una máscara y guantes. Qué precavido.

—Hyung, hola —saludo de la nada. KiHyun se sobresalta en su lugar con un grito escandaloso como acompañante, pero que es levemente frenado por la mascarilla rosa. Su cabello corto y pintado por un rubio tinte saltó levemente, esto causa de la impresión más el movimiento de KiHyun ante el susto, provocando que se baje la mascarilla hasta mostrarme su molesto rostro. Los calcetines que antes eran atrapados con asco por su manos cubiertas con guantes de latex, salen disparados por todos lados. Estos mismos me provocan retroceder, por si alguno llegase a caer sobre mí. Eso sería la sentencia final de mi castigo como ser humano—. Lamento haberte asustado. No fue mi intención.

KiHyun asiente tan solo una vez, una expresión más relajada pinta con acuarelas su rostro de labios gruesos y perfectas medidas. Eso hasta que la mascarilla tapara parte de su rostro nuevamente —Hola SeungCheol, ¿qué haces por aquí? —cuestiona. Su voz suena un poco más suave por efecto de la mascarilla.

Suspiro desanimado, apoyando mi hombro sobre las taquillas—. Nada, te vi y quise saludarte. ¿Cuándo le quitaron el castigo a ChangKyun?

KiHyun aprieta los calcetines entre sus manos con patente furia, ante tal acción estoy empezando a construir una idea sobre que ruta tomará esta conversación. KiHyun gira un poco la cabeza para verme por sobre su hombro, sin borrar su molesta expresión. Nunca lo había notado, pero tiene una mirada muy profunda y atrayente. Sería cosa de tontos preguntar por qué todo el mundo habla de KiHyun como si fuese una especie de dios. Lo gracioso es: todos quieren un pedazo del pastel, pero es tan caro que son incapaces de siquiera de anhelarlo. Me parece una buena descripción para alguien como él.

—Nadie le quitó nada, simplemente le dio igual y dejó de quedarse —bufa. Nada que me sorprenda tratándose de ChangKyun—. Lo hago en su lugar para que estos sucios no vayan a darle una paliza, hasta que contraten nuevo personal de limpieza—. Responde encogiéndose de hombros, mientras deposita calcetines en el costal lleno de ropa sucia. Observo atentamente como el lugar estaba hecho un desastre, apuesto que lo hacen a propósito. Seguro piensan que ChangKyun sigue limpiando esta pocilga. No son precisamente los más listo, así que su minúsculo cerebro debe limitarse a la única posibilidad que encuentra obvia.