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Allí estaban los dos y únicos clubes que habían podido entrar a las clasificatorias; baile y fútbol. El marco alto marco rodeado por globos azules, tenía un cartel gigante adherido con las palabras "El deporte es tu fuente de vida" En color blanco. Le daba un toque lindo a la entrada u el lugar en sí.

Ambos grupos aspiraron el aire fresco, viajando invisible por todo el lugar. Estaban más que nerviosos, deseaban dejar en alto el nombre de su instituto, sobre todo el club de baile, pues era su primera vez en aquel desconocido lugar. Les había tomado un largo tiempo llegar a donde estaba ahora, cualquier desliz los llevaría directo al hoyo, y Kunpimook, el líder, estaba cansado de tocar siempre el vacío y frío fondo, nunca la cálida y cómoda cima. Era su momento, y debía aprovecharlo.

Mientras los integrantes de ambos clubes sufrían, ChangKyun comía tranquilamente sus deliciosas papas fritas. Había sido un dolor de cabeza tenerlas, pues se quejó con la vendedora reclamando que necesitaban estar más crujientes; sin embargo, terminó llevándoselas como habían sido entregadas originalmente, cuando la mujer —después de casi volverse loca con la insistencia de ChangKyun— le regalo un jugo de uva con vitamina C y B. No podía quejarse después de una bebida gratis.

—Bien, aquí estamos —suspiró el bailarin Park Bogum, frotando sus manos.

—Entramos por todo o salimos sin nada chicos —habló JooHeon dirigiéndose únicamente a su equipo.

Posó su mano en el centro, y los integrantes de club de fútbol hicieron lo mismo, colocando una encima de otra. Movieron todas aquellas manos juntas de arriba a abajo repetidas veces, hasta que finalmente las extendieron hacia arriba.

—Vamos a patearles el trasero —sonrió HoSeok, con una maliciosa curvilínea.

JooHeon sonrió asintiendo. En ese momento, solo podía pensar en su padre. Aún no había llegado, pero lo haría, él lo haría.

—Suerte —se dirigió verbalmente JooHeon al equipo de baile, pero sus ojos yacían sobre ChangKyun.

Sus cejas se fruncieron, sus labios siguiendo la misma danza molesta.

—Oye mocoso, deja de tragar. Estás en una competencia donde puedes presumir tus habilidades de baile, no una competencia de comida —regañó—. Mírate, siendo un glotón. Deberías avergonzarte.

Pronto, sus ojos fulminaron a MinHyuk.

—Controla mejor a tu amigo. De esa manera, jamás dejará de ser un don sexo fracasado.

—¡Oye! ¿Te crees mejor? —exclamó MinHyuk—. Mírate tú, siendo vulgar y metiche.

ChangKyun rió repentinamente, llamando la atención de ambos clubes.

—Déjalo hyung —habló a su mejor amigo—. Sí, soy un fracasado, ¿pero quién eres tú exactamente? Quiero decir, no veo a nadie gritando por ti o pidiendo un autógrafo, ¿debería ser el primero?

JooHeon apretó los dientes con tal fuerza, que si fueran más frágiles, estuvieran rotos.

—¿Qué? ¿Estás molesto? —rió—. Si no puedes aguantar la sinceridad de otros, ¿por qué estás tratando de ser sincero también? Me avergüenzas —bufó—. Llámame un fracasado cuando estés en televisión, intento de futbolista.

Antes de que una catástrofe sucediera, Sehun se encargó de tomar el brazo de JooHeon y encargar al equipo alejarlo de ChangKyun. No era momento para que las nacionales se convirtieran en un torneo de boxeo.

—Creo que jamás saldrás de mi lista de personas más desagradables —habló por primera vez Sehun.

—¡Wow! ¿No es mudo? Creí que era mudo —rió Im— ¿Por qué estás diciendo cosas desagradables? Ve a abanicar a tu capitán o inflar balones.

ligando al capitán › jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora