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—¿Crees que nos vieron? ¿Y si alguien nos grabó y lo sube a internet? —pregunto trastabillando—¿Y si nos extorsionan a cambio del video o las fotos?

—Deja de hacer un drama. No es nuevo que dos chicos se besen.

—Pero... —me detengo abruptamente cuando sin previo aviso, mis ojos caen sobre su trasero, observando lo grande que es—. Oye, tu trasero es gigante.

—¿Qué? ¿Quieres tocarlo? —ríe.

Asiento inconscientemente.

—¡No! —corrijo mi descuidada acción—. Deja de ser vulgar.

—La mente lleva más razón qué las palabras —responde—. Dijiste que no, pero en tu cabeza seguro está reproduciéndose un interesante 69.

Sus pies caminan sin volver a detenerse, y yo me dedico a caminar detrás de él, pero el pensar que separarnos era la mejor opción para evitar altercado, me provoca que me detenga y decida llevar a cabo mi decisión.

—Tomaré otro rumbo por... Seguridad.

ChangKyun frunce el ceño una vez termino de hablar.

—¿Seguridad? ¿Mataste a alguien? —pregunta alzando la voz conforme las palabras para sus preguntas se unían—. No tuvimos sexo ni nada similar. Fue un beso. Deja de actuar así.

—Por favor. Yo no estoy acostumbrado a esto.

Bufando, asiente y acepta mi petición, emprendiendo camino esta vez sin detenerse para esperar por mí.

Yo también decido seguir mi propio camino. Fue un día totalmente agitado y hubieron demasiadas emociones siendo arrojadas en la mesa. Me siento mentalmente agotado; cansado de luchar contra mí mismo y no ganar nada, simplemente dañarme con constancia. Llego el momento de aceptar que mi visión ha cambiado y ya no veré la vida como antes.

Mis creencias de años habían sido arrojadas al vacío, siendo reemplazadas por nuevas. Tendría que aprender poco a poco a lidiar con esto, pero en un momento aprendería a hacerlo.

—JooHeon, ¿dondé estabas?

HoSeok me da una amistosa palmada una vez nuestros caminos terminan juntos.

—Vagaba por los pasillos, ya casi se terminan las clases y me dio pereza ir, así que...

HoSeok ríe asintiendo.

Que mentira tan descarada. Pero por el momento no me siento apto para jugar al señor sinceridad.

—A este paso reprobaras, idiota.

—Ya me resigne —suspiro.

—¿Has visto a HyungWon? —pregunta mirando a su alrededor.

Niego con la cabeza en respuesta a su pregunta, sin mostrar mucho interés. Es raro que no sepa dónde está, son unos viles señores tóxicos que parecen tener un GPS clavado en el cerebro.

Lanza un resoplido que suena bastante cansado, yéndose sin siquiera despedirse. Hoy hay mucha falta de modales.

El timbre suena anunciando el fin de clases, sonrío para mis adentros no sé ni siquiera porqué, si nunca asisto a clases.

Me paseo por los pasillos vagamente hasta toparme con ChangKyun guardando cosas en su taquilla, él no nota mi presencia, pero todo tampoco decido llamar su atención. Ya había tenido demasiadas emociones por él el día de hoy. Suficiente. No quiero más.

Caminando un poco más sin rumbo fijo, encuentro a quien no buscaba, pero apareció sin siquiera pedirlo; SeungCheol. Acomodaba concentrado la mochila en su espalda, y en cuanto me vio, palideció. Río inevitablemente ante la escena de SeungCheol luciendo tan asustado por mi presencia, ni que fuera Lucifer. Qué está mal con él.

Me acerco sin pensarlo para ver cuál icónico momento, él no parece mostrar signos de huir o algo así, como originalmente creí que sería.

—Oye raro, besé al chico que te gusta. ¿Eso te hace sentir triste? Porque me gustaría creer que sí.

—¿Por qué le haces esto? —preguntó con tono irritado.

Sonrío ante su pregunta, encogiendo los hombros.

—Me temo que no puedo responderte eso —aclaro sus pregunta, dejando otra incógnita de por medio—. Pero deberías rendirte de una vez por todas. No tiene caso que continues jugando. No contra mí.

—Él.. te botara. ¿Quién se atrevería a estar con alguien como tú?

Mis ojos se acomodan sobre su rostro, con una mensaje oscuro detrás de ellos. Es sin duda un tipo insoportable de ver y escuchar.

—Solo abandona este juego. Ya gané lo que querías, ¿qué más buscas? —respondo con hastío por culpa de aquella plática—. Él jamás te verá bien, SeungCheol. No como tú quieres que lo haga.








ligando al capitán › jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora