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JooHeon Pov

Mientras los días pasaban, mi cabeza ideaba cada vez más y más cosas, tantas que pronto se quedaría sin espacio. De alguna manera había llegado a la decisión de llevar a ChangKyun a mi casa y matar esta molesta curiosidad. Mis ganas por practicar el sadismo han crecido, pero supongo que luego de hacerlo, mi grado de interés bajará como todo lo que hago, excepto el fútbol. Creo que no es algo a lo que me quiera dedicar, es más bien por matar la curiosidad. Aunque HoSeok teme que me vuelva un adicto a este tipo de cosas, no creo que suceda así.

La noche anterior busqué un par de "tips" o algo así, pude percatarme que habían muchísimas para usar en situaciones como estas, pero pasé absolutamente de comprarlas. Usaré la vieja confiable, trucazos para level 40... Unas cuantas nalgadas y ya. ¡Aunque! Admito que compré una fusta, pero fue pura curiosidad nada más.

Solo quiero saber que se siente usar una de esas cosas.

Me adentro por el pasillo para ir directo al entrenamiento, hay un mini grado de emoción recorriendo mi torrente sanguíneo como si de una corriente de electricidad se tratase. Sexo con un chico ¿Cómo se sentirá eso? Digo, es un chico, es ChangKyun. No hay forma de negar que el niño tiene sus encantos, pero todos son fisicos, personalmente es un poco... él, no es la persona más agradable del mundo, al menos a mi parecer. Pero es sexy. Le quitas lo acosador, y hasta podría caer bien.

Voy en dirección al vestuario, acomodo el maletín color rojo en mi hombro para darle un mayor soporte, y como de costumbre, ChangKyun pasea por todos lados en compañía de MinHyuk. Esos dos sin duda son inseparables. Siempre están juntos sin importar de qué situación se trate. Puedo entenderlo. Juraría que MinHyuk es el único amigo de ChangKyun, y aunque MinHyuk si tiene una vida social, ChangKyun se convirtió en su prioridad.

Al momento de llegar al vestuario, dejo mi maletín reposar en una de las cuatro bancas rojas del lugar. Saco mi uniforme de fútbol, lo desdoblo y procedo a quitarme mi anterior uniforme para ponerme el de fútbol. De vez en cuando intercambiaba palabras con algunos compañeros, pero no demasiadas. Lo cierto es que amo a mi equipo, pero hablar con ellos no es exactamente mi cosa favorita. Hablan tanto de mujeres que es aburrido y sucio. Aunque me pareció extraño que no estuvieran vistiéndose para el entrenamiento. Salgo del vestuario y me dirijo a la cancha sin mucha prisa. Mientras me dirijo a la cancha, correspondo al saludo de los estudiantes más jóvenes, que usualmente son los más educados. No como esos bastardos de último año, que seguramente no saludan ni a su abuela.

Al llegar a mi principal destino, algo llama totalmente mi atención así que inspecciono el lugar desolado, siendo el único allí. ¿Acaso estos inútiles no conocen la puntualidad? Me siento en las gradas a esperar a los demás mientras juego con mis dedos y dejo a mi mente despejarse. Mi vista se fija en una pancarta pegada de forma descuidada en la rejilla de la cancha, entrecierro mis ojos por la luz solar golpeando mi visión, y con dificultad, alcanzo a ver lo que dice.

"Festival alimenticio, despierta a tu chef interior y gana una beca a la academia de gastronomía. Lunes 25 y 26 de 8:00 a.m a 11:00 a.m ¡Te esperamos!"

Un momento... ¿25 y 26? Eso es ahora... y mañana. Tenía que ser una broma.

–La concha de MasterChef. Siempre siendo el último en enterarse.

Ahora que lo pienso, ya entiendo porque ChangKyun y MinHyuk iban de un lado a otro, seguro estaban tragando y tragando sin parar.

Me levanto de mi lugar tomando rumbo a los vestuarios. Los pasillos se encuentran completamente atorados de gente, apenas podía pasar correctamente. El olor de diversos tipos comidas llama mi atención, es un olor agradable, pero seguro son cosas escurridas de grasa. Esa gente quiere que les explote el corazón o algo. Entro por curiosidad a un aula bastante llena de alumnos convertidos en bestias hambrientas, y miro rápidamente la comida que ofrecían. Eran pequeñas muestras que parecían ser deliciosas según las reacciones de las personas.

Salgo del aula para dirigirme a una nueva. Ninguna era diferente. Todos tenían montones de comidas para nada saludables. Era como una trampa sin intención para deteriorar los órganos.

Cuando entro al aula de ciencias, mis ojos automáticamente se pegan en ChangKyun en cuanto lo veo degustar con la mirada lo que parece una enorme fresa bañada en chocolate que una chica le ofrece, él se inclina en agradecimiento y sin pensarlo dos veces la lleva a su boca, levanta su pulgar a modo de aprobación y disfruta el alimento.

No espero un segundo más y me acerco al pequeño puesto, los ojos de los degustantes se posan en mí sin siquiera disimular. Como primera cosa, puedo ver que hay más que solo fresas. Hay otros tipos de comida, que reitero, no lucen en lo absoluto sanos.

—¿Puedo? —pregunto señalando una fresa con chocolate. La chica asiente rápidamente, estira el plato con las fresas y tomo una dedicándole una sonrisa.

Al probarla, puedo darme cuenta que es una mezcla muy buena, es una fresa dulce, jugosa y fresca; el chocolate amargo le da un toque interesante, sin duda algo que comería seguido, aunque no en exceso.

—Es un postre bastante bueno. Pero te recomendaría, si quieres esa beca, arriesgarte más. Las fresas con chocolate son algo simple de hacer. Los ganadores se arriesgan —opino limpiando mis manos con una servilleta—. Y utiliza menos grasa, puedo ver mis pecados nadar allí —señalo una bandeja de comida.

Ella alza su mirada y sonríe soltando un suspiro.

—Gracias por el consejo, sunbae. Lo tomaré en cuenta para la próxima vez.

Le dedico una calida sonrisa y me retiro del puesto para darle más espacio a la gente.

—Vaya, ¿y esos tips de chef?

Mis ojos recayeron sobre ChangKyun, el cual permanecía al lado de MinHyuk.

—No lo sé, me salió del alma —respondo— ¿Puedes venir conmigo un momento?

—Ah... Estoy con MinHyuk, y-

—Bueno, vamos —digo agarrando su muñeca para llevarlo conmigo. Él no hace ningún tipo de esfuerzo por detenerme.

Ambos salimos del aula en silencio, nos dirijo al baño para platicar más tranquilamente acerca de lo que quería comentarle. Cuando llegamos, abro la puerta del baño y ambos entramos al mismo tiempo. Lo suelto y cierro la puerta detrás mío con llave. El silencio que se instala en la pequeña sala no es incómodo, pero si raro, me observa fijamente así que hago lo mismo.

—Ah picarón, quieres hacerlo aquí eh —comenzó con tono malicioso.

—Quiero que vengas a mi casa hoy.

—¡¿Qué?! —su boca se abre con asombro. Su sorpresa fue tanta, que dió una muy pequeño respingo.

—¿No quieres? —cuestionó.

—¿Para qué? —preguntó con recelo—. Seguro quieres enseñarme tus camisetas de fútbol o algo, balones.

—Hoy es tu día de suerte, ChangKyun —anuncio caminando a la puerta y quitando el seguro, él por su lado alza una ceja sin entender demasiado— Tendrás la suerte de acostarte conmigo.

—¿A qué? ¿Contar ovejas?

—No baboso, para hacer eso —carraspeo— Bueno, vístete guapo y ya, qué sé yo, me largo.

Antes de salir, puedo escuchar la risa suave de ChangKyun, y por algún motivo, sonrío. Salgo del aula y siento mi corazón palpitar con fuerza. Bien, decirlo fue menos dificil que pensarlo. Aún asi, no quiero hacerlo mal y quedar como un perdedor.













ligando al capitán › jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora