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ChangKyun llegó a la casa de MinHyuk completamente empapado, era lo más cercano a un pez fuera del agua, sin contar el terrible frío que tenía. Tocó el timbre al lado de la puerta con mucha vergüenza, se había comportado muy mal con MinHyuk y tener que pedirle posada lo avergonzaba demasiado. 

—¿Será él? —una voz conocida confundió al castaño.  Esa no era la voz de MinHyuk, sin embargo le resultaba familiar.

La puerta color café se abrió dejando ver a la persona dueña de aquella voz tan familiar. Su corazón se paralizó en cuestión de segundos, dejándolo aún más confundido. ¿Era real lo que estaba viendo o se había vuelto gravemente loco? 

—¡ChangKyun! —exclamó su padre—. Estuve buscándote hace bastante tiempo —sonrió con alivio, estrechando al menor entre brazos—. Deducí que tal vez estarías con MinHyuk, pero cuando me dijo que no, creí que algo malo te había ocurrido. 

—¿Tú preocupado por mí? —su padre asintió sin dudarlo. ChangKyun pestañeó un par de veces con incredulidad. No podía creer lo que estaba pasando, era todo un circo—. Pero bueno, ¿este es el día de los locos? 

—¿Estás bien? Mírate, estás empapado —dijo el señor Im, aunque era algo obvio. 

—Madre mía, no me drogo, pero hoy ando viendo cosas raras. Primero JooHeon se aparece y me dice que tenga cuidado, y ahora tú preocupado por mí —rió confuso— Vaya clown party. 

El señor Im decidió ignorar los comentarios de su hijo y preocuparse por su bienestar. Sin embargo, ChangKyun sabía que algo raro estaba sucediendo. No era normal que su padre actuara así. Nunca lo había hecho. Es más, el día anterior le había dicho de todo. 

—Vamos a casa, necesitas bañarte y cambiarte —ChangKyun ladeó su cabeza confuso ante aquel comentario, ¿Qué clase de ente maligno había poseído a su padre? Jamás en su vida se había preocupado por absolutamente nada que tuviera que ver con él, ¿Por qué ahora lo hacía?

—Seguro Satán tiene algo que ver en esto —comentó el castañito, riendo inevitablemente. 

El señor Im tomó la mano de su hijo y lo llevó al auto que estaba solo a unos metros de la casa de MinHyuk, despidiéndose primeramente del antes nombrado. Ambos se montaron en el auto, el señor Im insertó la llave en su respectivo lugar, arrancando finalmente.

Por algunos minutos hubo silencio, pero luego el señor Im cuestionó a ChangKyun sobre qué había ocurrido. Con un tono notable de enfado, el menor explicó que había sucedido con su madre y la lamentable "plática" que tuvieron, la forma tan deplorable en que las cosas habian acabado y el como se expresó de ambos. El hombre no hizo más que escuchar atentamente, ChangKyun no estaba contándole nada nuevo. 

Al llegar a la casa —y como de costumbre—, la madre de ChangKyun estaba acostada y dormida en el sofá con una botella de alcohol en mano. Su cuerpo estaba en una pose algo extraña, y se miraba bastante incómoda. Ambos se miraron y decidieron dejarla a su suerte. Tendría un feo dolor de espalda al día siguiente, ¡Pero vamos!, bien merecido lo tenía por lo cruel que era. ChangKyun decidió ducharse y tomar algunas pastillas antes de dormir.

Tenía mucha curiosidad por saber que había pasado con su padre y porqué actuaba repentinamente de forma tan paternal, pero admitía que había una pequeña chispa dentro de que se alegraba de ello.  Aunque no dejaba de creer que algo había tomado que le había provocado todo eso. Algo muy fuerte.





































ChangKyun estaba a punto de entrar al instituto cuando inmediata y automaticamente sus ojos viajaron por el pasillo, cayendo sobre el rubio.  JooHeon metía algunos libros al casillero con su expresión típica de "no me hables" de todos los días.  No dudo en acercarse con un caminado coqueto, casi parecía estar en una pasarela. 

ligando al capitán › jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora