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—Cuéntame sobre ti, ChangKyun —comenzó repentinamente SeungCheol, dirigiéndose junto al castañito a una de las pocas mesas vacías de la cafetería después de haber hecho su pedido. 

—¿Qué quieres saber? —preguntó removiendo los hielos del vaso con limonada. 

—Sobre ti, ya lo he dicho. 

—¿Especifícamente?

SeungCheol se mantuvo pensativo unos segundos, mientras admiraba su trozo de pastel de chocolate y fresas. Habían muchas cosas que quería saber, que le causaban inmensa curiosidad. ChangKyun era un chico bastante interesante, lo veías y querías saber inmediatamente mil cosas de él, qué era lo que se escondía detrás de esa brillante mirada. 

—Tus gustos, tus hobbies, lo que quieres ser, lo que no te gusta. 

ChangKyun asintió comprendiendo, mientras bebía unos cuantos tragos de limonada. Él no era de entablar conversaciones con otras personas, el único que lo conocía de pies a cabeza era MinHyuk, pues era al único a quien tenía confianza. Con más personas no lograba abrirse para crear amistad fácilmente, era mucho de desconfiar. 

Es muy obvio que a lo mejor el chico solo quería que fueran grandes amigos; sin embargo a ChangKyun especificamente, le extrañaba. Debido a esto sospechaba que SeungCheol a lo mejor quería algo con él, ¿tal vez una relación? Quién sabe.

O nuestro querido protagonista estaba delirando, todo es posible. 

—Me gusta el sexo sin compromiso, los juegos multijugador, quiero ser psicólogo, odio las relaciones formales y que me rechacen. 

Los ojos de SeungCheol se abrieron completamente, sin duda el castaño era muy interesante. Hablaba de manera fluida, como si estaba enseñando cómo hacer una tarta, centrándonos más que todo en "me gusta el sexo sin compromiso". Lo dijo sin más, fue como un disparo inesperado para SeungCheol. 

—Ya veo... —removió los cubos de hielo en su gaseosa, mientras pensaba y procesaba la información antes adquirida.

Una que otra vez había escuchado comentarios malos sobre ChangKyun, que era una zorra de medio tiempo —comentario dicho por HoSeok—, que era más sexo que persona, que asqueaba, que era patético, que odiaba las relaciones formales, que sólo le gustaba acostarse con chicos y luego largarse de sus casas o echarlos de la suya y no volver a hablar jamás, etc. Vaya que era una lista muy larga. Y según decían, debías ser muy atractivo para que tuvieras una segunda vez con el castaño.

Le había impactado que fuera cierto, pues nunca les creyó que fuera verdad; aunque de vez en cuando veía al menor coquetear con chicos y el hecho que fuera gay lo había confirmado, no creía que amaba el sexo sin compromiso. Si acaso lo de las relaciones formales era cierto, estaba fuerisíma si quería algo con el menor, pues era todo lo contrario a ChangKyun. 

—Cuéntame de ti ahora —habla ChangKyun, sacándolo de sus pensamientos. 

SeungCheol alzó la cabeza y conectó sus ojos con los del menor, observándolo muy sereno en su lugar. ChangKyun incluso casi acaba su comida y él apenas y había movido los cubos de hielo de su gaseosa. 

—No tengo mucho que contar, soy poco interesante —confesó desconectando sus miradas. ChangKyun posó los codos sobre la mesa utilizando la palma de sus manos para apoyar su mentón, sin despegar ni un segundo la mirada de SeungCheol, a pesar que este ya había cortado el contacto visual. 

—Vamos, ya te he hablado un poco sobre mí. Es tu turno, SeungCheol —animó con una sonrisa que transmitía bastante confianza a decir verdad. 

—Pues me gusta el fútbol, ​​los videojuegos, la comida casera y odio las naranjas. 

—Interesante —continuó— ¿No te gusta el sexo sin compromiso? 

—No, prefiero algo serio. 

—Eh, eso dolió. 

SeungCheol miró al menor confuso, ¿Acaso lo dijo por qué quería algo con él? Pero también había algo más en esa respuesta, algo que antes se había planteado; el desagrado del menor por las relaciones serias. 

—¿A qué te refieres?

—Estamos mal en ese aspecto —afirmó con seguridad, formando un mohín—. A ti no te gusta el sexo sin compromiso, a mí si. Te gustan las relaciones serias y yo las odio. 

—Ah... ya veo —y su pregunta había sido contestada. Sí, las odiaba. Y lo que para él era un rumor tonto, resulto siendo real. 

—Bueno, fue genial hablar contigo pero debo regresar al instituto, me parece que el receso murió desde hace unos minutos. Deberías hacer lo mismo —rió el menor. La campana sobre la puerta hizo su típico tintinido, anunciando la entrada de un nuevo cliente. 

O tres nuevos clientes.

ChangKyun volteó y SeungCheol decidió echar un vistazo a los nuevos clientes. JooHeon, HoSeok y HyungWon habían entrado a la cafetería y hablaban plácidamente, los dos novios riendo y molestándose entre sí, y JooHeon con su característico semblante serio. 

El menor abrió sus ojos con sorpresa, tomando asiento de golpe en cuanto se percató de la presencia del rubio. SeungCheol lo observa curioso, pero prefiere no decir nada. 

—¿No te ibas? 

Seung irrumpió en los pensamientos del menor, explotando la burbuja en la cual estaba encerrado y estaba creciendo poco a poco, todo por la conmoción que le había ocurrido ver a JooHeon. 

—¿Me estas echando? —alzó una ceja. SeungCheol pintó sus mejillas de un adorable carmesí a causa de la vergüenza, había quedado como un maleducado, genial. 

—N-no, dijiste que... ah, tú p-pues.

—Ya, no creo que me maten por faltar a la próxima clase ¿o sí? —Seung bajó la mirada y guardo silenció— ¿No quieres hablar un poco más conmigo?

El chico de negros cabellos sonrió una vez escuchó aquella pregunta que le resultaba tan fácil responder. 

—Sería asombroso, señorita Im. 

—¿Cómo que señorita, papanatas come mocos? —rió tan sonoramente llamando a la atención de algunos clientes, incluidos JooHeon, HyungWon y HoSeok—.  Tierno —canturreó apretando los cachetes del pelinegro, admirando su adorable puchero.












ligando al capitán › jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora