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—Hyung, por favor no queremos problemas —me mira de forma severa, diciendo de manera clara con su mirada que cierre la boca. 

—¿Más de los que ustedes me causaron?

Se detiene secamente, y con él, a MinHyuk y a mí. Suelta el agarre y nos junta hasta hacer a nuestros hombros chocar de lado, colocándose frente a nosotros mirándonos de una forma que estabamos seguros que mostraba con suficiencia que no cambiaría de opinión. 

—¿Saben el sinfin de reclamos que tuve que comerme gracias a ustedes? Seguro que ni por cerca lo saben. 

—Hyung, nosotros realmente lo-

—Ni una palabra más, continuen caminando o les ira peor. 



























Una vez cerca de los vestuarios, MinHyuk y yo nos miramos preocupados, no sabíamos lo que nos depararía después de esto. Seguramente nos expulsarían, ¡o peor aún!, deberíamos que hacer servicio en el instituto, cosa que era todo menos divertido. 

KiHyun abre la puerta del vestuario y hace un ademán para indicarnos que entremos. Damos un paso hacia adelante, y allí estaba ese asqueroso hedor a muerto de nuevo, podía ver sin dificultad las gigantes ganas de vomitar de MinHyuk. 

—¿Y bien? —comenzó HoSeok cruzándose de brazos. 

—Hablen ya y digan todas las mentiras que dijeron —ordena KiHyun.

Los ojos de JooHeon estaban clavados en MinHyuk, al parecer aún está muy enfadado conmigo que ni siquiera en un momento así me fulmina con la mirada.

—Ah... b-bueno. ¡Todo es culpa de ChangKyun, él me obligo a hacerlo! —Fulminé a MinHyuk con la mirada al momento de delatarme, él me mira con una sonrisa tímida esperando probablemente que no lo mate después de esto. 

Pero siendo sincero, sabía que estaba asustado, y cuando lo está es inevitable que no diga la verdad. Y claro, fue mi culpa por inducirlo a la maldad de mi mensa cabezota. 

—¿Qué tienes que decir al respecto Im? Engañaste al que era el nuevo encargado del vestuario haciéndote pasar por un inspector de limpieza e hiciste que MinHyuk fingiera que era mudo —HoSeok truena us dedos mientras habla, trago saliva y aparto la mirada de él. 

—Tampoco olvidemos la notita que me dejaste —JooHeon aún seguía sin mirarme. MinHyuk a mi lado temblaba seguramente temiendo por su vida.

Con JooHeon en esa faceta, quién con tres neuronas vivas no temería por su vida. 

—Y-yo...

—¿Saben que casi me despiden? Tuve mucha suerte de ser nuevo y no conocerlos, sino hubiera perdido mi trabajo. 

Aparta su mirada de MinHyuk y de mí, su labio inferior temblando notablemente, demostrando las ganas ocultas de llorar. Claro que me sentí culpable, pero ahora era en vano. No podía retroceder el tiempo y simplemente evitar que los acontecimientos pasarán. 

—Tengo una hermana de 6 años a la cual cuidar y ver por su bienestar y su futuro, si me hubiesen despedido la hubiesen afectado más a ella que a mí, porque no saben lo mucho que luche por encontrar un maldito trabajo que me permitiera mantener a mi hermana y a mi de pie sin que tuvieramos que estar a un hilo de morie de hambre o ser echados del apartamento. 

Una potente punzada se instala en mi corazón, estrujando cada parte de mí. Sus palabras cortaban mis adentros y me dejaban morir sin piedad ninguna. Si antes me sentía mal, ahora me siento lo peor del universo.

—Nosotros no sabíamos que...

—Ustedes no saben nada. ¿Tú eres qué?, una zorra busca sexo con el ego muy alto y las hormonas peor que una copia de hormigas. ¿Y tú? —habla esta vez refiriéndose a MinHyuk— Tú eres el perro sigue culos de Im, siempre haces lo que él dice siendo consciente lo que significa juntarte con él— MinHyuk se abstuvo de comentar algo, por evitar empeorar las cosas. Si acaso tomaba la palabra para enfrentarse a él, nos iría peor—. Eres simplemente el perro al cual le puede quitar la correa cuando quiera, pero nunca se alejará. Porque eso es la gente para este desalmado, perros fieles que él puede abandonar, pero ellos a él no.

Pese a que mis ganas de ahorcar a ese maldito charlatán eran obvias, MinHyuk y yo nos limitamos a decir nada. La incomodidad era cada vez más grande en el lugar. El ambiente era sumamente pesado y te daban muchas ganas de tirarte por una ventana de lo espantoso que estaba siendo. Ellos nos miraban cada vez más fría y severamente, nosotros nos encogimos en nuestros lugares sintiéndonos pequeños al lado de ellos. 

—¿Qué hará al respecto, Im y MinHyuk? —HyungWon se acerca nosotros con un semblante serio, le miramos y tragamos duro. 

—¿Qué se supone que hagamos? —me atrevo a respondedor. De un momento a otro note como alguien empujaba a HyungWon a un lado y se dirigía a mí. 

JooHeon me empuja contra las taquillas apretando sus dientes con fuerza, su antebrazo actúa y se coloca al medio de mi cuello con fuerza, ahorcandome con éste. 

—¡JooHeon! —KiHyun y HoSeok actúan alejándolo de mí. MinHyuk se acerca para inspeccionar que estaba bien. 

—¡Lo que merece es una paliza! —grita furioso. 

Lanzo una amarga risa y le miro de forma sarcástica, provocándolo el doble. 

—Me parece que alguien sigue dolido por lo ocurrió la otra vez, ¿Me equivoco? —río mofándome de su enfado.  

Es cierto en su totalidad que no era momento para reírme de él, pero tampoco podía evitarlo. Estoy hasta el demonio de su aire superior. 

Kyunnie, ¿Realmente serás así de cruel conmigo? —imito las mismas palabras que utilizo aquel día en que llegué a sentir empatía por él, pero justamente ahora se esfumo. De nuevo...

—¡La próxima vez voy a clavarte un tenedor en los ojos! —JooHeon forcejea con furia, buscando que KiHyun y HoSeok lo soltarán, pero no pasaba de un intento.

—Buena idea, seguro así dejo de verte todos los días intento, de futbolista fracasado —reí relamiendo los labios. Imbécil— Un ridículo que cree que será la próxima estrella de fútbol cuando sólo eres un tonto soñador del montón. —JooHeon cada vez quería matarme con más ganas, pero eso solo aumentaba mis ganas de mofarme de él—. Sigue soñando bonito, que es fácil y gratis. No llegas ni a suplente, menos a titular. 

No podía negar que en mis adentros me asustaba enfrentarme de esa forma a JooHeon, pues todo el equipo podría venirse contra mi. Pero para que es la vida si no es para arriesgarse. 

Aunque no sean como yo y busquen la muerte amigos, no está bien. 

—Ganaron las nacionales pero ni siquiera tuvieron un artículo largo en el periódico, es más, tus rivales si que lo tuvieron y solo se llevaron una medalla de segundo lugar mientras tú levantabas un trofeo. ¿Cómo te hace sentir eso fracasado? —sonreí observando sus ojos echar llamas— ¡Cierto! Es que ellos eran tan humildes y encantadores, y tú tan egocéntrico, prepotente y patán. Así no te contratan ni para lavar el piso. Trabaja en eso, amorcito.  

—¡Voy a hacer que te tragues tus palabras de mierda! —forcejea una vez—. Podré ser un fútbolista fracasado como tú dices, pero prefiero eso a ser la puta de todos. Prefiero tres mil veces lavar pisos que regalarme como un dulce, creyéndome la mejor manzana del árbol, y no llegas ni a gusano. 

—¡JooHeon no lo escuches, solo quiere provocarte! —exclama KiHyun intentando hacer a JooHeon entrar en razón. 

—¿Te duele la verdad, fracasado? —sonreí lleno de sarcasmo. Él me lanza una de sus muchas miradas fulminantes—. ¿Y sabes? Si soy la mejor manzana del árbol, pero tú eres la sombra de los favoritos del público. Qué sombra, si tú risible y plausible talento no da ni para sombra de árbitro. 

—Váyanse, arreglaremos esto en la dirección —KiHyun nos mira serio, más que todo a mí. MinHyuk incluso estaba pálido del miedo, mientras yo seguía riéndome de la situación. 

Me llevará el infierno, pero valdrá la pena.







ligando al capitán › jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora