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Carlos Keen, Argentina.

Discurso

Discurso

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La cuenta regresiva cada vez iba disminuyendo quedaban dos meses y veinte días para que los alumnos de quinto año terminarán el secundario, aquella misma mañana la directora María había citado en la dirección a dos de las alumnas de aquella camada a María Hale y Valentina Rivera, ambas jóvenes estaban bajo la atenta mirada de la directora.

- Quinto año suele ser siempre el curso más difícil a un solo paso de la "libertad" como algunos porteños lo llamarían mientras que para nosotros es mucho más doloroso al saber que estaremos lejos de Carlos Keen, un pueblo dónde la magia está en el aire y lo sobrenatural pasa adelante de nuestras narices. - María hizo una pausa. - A lo largo de toda mi carrera me han tocado muchísimo alumnos que ví egresar y alejarse del pueblo pero siempre volvieron, quintos años rebeldes mientras que otros tranquilos, su camada la de ustedes dos es una de las más tranquilas que pude conocer a pesar pero está camada tiene cosas que las otras no, ¿saben la diferencia? - las jóvenes negaron. - Sé que a pesar de la supuesta rivalidad que tienen son un curso que se animaría lo que sea por el otro que contiene munemas únicos que otras camadas no tuvieron no solo eso sino que tiene personalidades diferentes pero encagan de alguna forma especial y esto no lo ví en otros años. 

- Si, si muy lindas palabras señora directora, - hablo Malia con sarcasmo. -¿ Qué quiere de nosotras dos?

- Que ambas hagan un discurso para su graduación el cual presentarán frente a todo el alumbrado, docentes y familiares.

- ¿Nosotras dos trabajando juntas? - preguntó Valentina.

- Eso nunca va a pasar.

- ¿No me escucharon cuando hablaba? - preguntó la mujer. - Van a escribir un discurso entre ustedes dos y lo presentarán tienen dos meses y veinte días.

Cuando la conversación finalizo ambas jóvenes caminaba por los pasillos del colegio en un profundo silencio, ninguna se atrevía a trasmitir ni una mínima palabra, ¿Ellas dos trabajando juntas? Si, justo a ellas dos le toco esa tarea, no se podía decir que eran enemigas o había gran conflicto como tenía Malia con Catalina, pero tampoco se llevaban tan bien para trabajar estos últimos meses juntas en un discurso.

- ¿Qué piensas? - rompió el silencio la chica Rivera.

- ¿Nosotras dos trabajando juntas? Creo que se enloqueció.

- Tenemos dos meses sy veinte días para preparar un discurso.

- Se me ocurrió algo, cada una escribe algo por su lado luego lo ponemos en común y vemos que onda.

- Sabes que va a quedar raro su hacemos eso, ¿no?

- No quiero trabajar con vos.

- ¿Que fue lo que te hice, Malia?

- Nada, realmente nada. 

- ¿Entonces? 

- Nada.

Malia apresuró su paso dejando sola a Valentina sin decir nada.



- Un tonto discurso  tengo que hacer con Malia. - se quejó Valentina dando vueltas por la cocina de su casa. - No es que me moleste hacerlo sino la mala onda que tiene Malia, dice que no me odia pero demuestra todo lo contrario.

¿Quieres dejar de dar vueltas? - preguntó Renata sentada sobre la mesada.

- No puedo.

- Si puedes, además creo que el odio que nos tiene Malia viene por quienes somos.

¿A qué te referís?

- Somos descendientes de las originales munemas de las hermanas Rivera, además toda nuestra familia fue líderes y vos también serás, el claro que el sentimiento que nos tiene es celos.

¿Vos decís?

- Y si.

- Nos vemos en un rato.

- ¿A donde vas?

- Al estudio.

La gemela mayor se dirigió al estudio que solía ser de su abuelo, era como si el tiempo no pasaba en aquel lugar debido a que alguien limpiaba seguro que su abuela, la joven Rivera abrió la ventana y corrió las cortinas dejando paso a la luz del sol, se sentó en el sillon mientras que agarraba un anotador y lapicera... con la mirada fija en en papel empezó a redactar.

Poco a poco el sol comenzó a esconderse dando casi por finalizando la tarde de aquel día de Septiembre, mientras que la hoja de Valentina seguía intacta con algunos dibujos de corazones en los bordes, al final el tema del discurso de fin de año quería mucho más complicado de lo que se imagino, además que Malia se negaba trabajar con ella sino que también la imaginación no estaba a su favor.

Valentina Rivera ~Jacob Black~ IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora