Esta historia se trata de una Argentina que se muda con su madre, abuela y hermana a un pueblo en el medio de la nada, llamado Forks.
Y estamos hablando de una familia Argentina lo que significa que vienen con todas sus costumbres a otro país.
Es co...
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-¿¡Ustedes no piensan!? - gritaba Rosa. - Mejor ni me conteste.
La mujer llevaba media ahora gritando le a sus dos nietos por a verles contado a los dos lobos sobre que eran, sin dudas la familia Rivera no se lo habían tomado del todo bien.
- Camilo, anda y bórrales la memoria a esos dos perros.
- ¡No!
- ¡Ni sé te ocurra!
- ¡No voy a hacer eso!
- ¡No puedes hacer eso!
- Tengo todo el derecho en decir que le vayas a borrar la memoria a esos sarnosos que no pertenecen a nuestro mundo.
- Desde niñas nos dijiste que los hombres lobos eran un peligro para la sociedad cuando el verdadero peligro eras vo-
Valentina no pudo terminar la frase ya que sintió una mano en su mejilla que le hizo girar la cara, su abuela, rosa le había pegado una cachetada.
El comedor quedó en un profundo silencio nunca había tal cosa nunca pero nunca había pasado esto. La chica Rivera ni siquiera miró a su abuela, salió corriendo hacia el ático de la casa encerrado se allí.
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Acostada en el suelo del ático viendo las agujas del reloj moverse con lentitud tal vez habían pasado veinte minutos o dos horas, el tiempo pasaba con rapidez cuando estabas metida en tu propio mundo, en tus propios pensamientos repitiendo una y otra vez la secuencia que le había tocado pasar a la joven Rivera, Levi la observaba desde el otro lado de la habitación desde que había puesto un pie en el ático.
- Sabes, creo que es tiempo de armar un nuevo plan. - rompió el silencio Levi. - Quiero decirles a mis padres todo lo que ha pasado. Hay preguntas que nunca conteste porque no estaba lista pero ahora sí lo estoy.
Valentina todavía acostada en el suelo se sentó de forma correcta mirando a su amiga.
- ¿Estás segura? - preguntó la munema.
- Lo estoy. - afirmó segura.
- ¿Sabes cuándo te convertiste en espectro?
- Hace tres años.
Levi, era muchísimo más joven de lo que imaginaba, solamente había estado atrapada como espectro hace tres años.
- ¿Cómo lo sabés?
- Recuerdo el día en que me convertí en ésto. Yo vivía en Forks y a mis amigos se les ocurrió salir a explorar el bosque de la reserva, nos quedaba lejos así que subimos al auto de uno de mis amigos le robó a su padre, el viaje fue entre risas y charlas, cuando estacionamos el auto empezamos a recorrer el límite del tratado que tienen los lobos en un momento ví correr algo del lado del bosque del lado contrario del tratado como si fuera una persona pero no le di mucha importancia, escuchamos un ruido aterrador y todos empezamos a correr en direcciónes diferentes, yo corrí también pero en un mal movimiento me resbale en el límite del tratado cayendo en el rio que separa el tratado golpeándome con fuerza, lo único que recuerdo fue convertirme y un espectro horas después. Recuerdo los gritos de mis padres a lo lejos y los llantos de mis amigos... recuerdo ver del otro lado del tratado una persona que la misma que había visto antes, después de tanto tiempo lo reconocí como Jasper Hale.
- Lamento mucho lo que te pasó, Levi.
- Lo que pasó ya pasó, pero ahora ambas buscaremos una solución.
- Te ayudaré como ayudé a Jake y a muchos más en estas situaciones, pero hay una gran diferencia acá tu mi querida Levi eres mi gran amiga.
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Valentina había pedido tomado el auto de su tío para salir de la casa para llegar a un café si así podríamos llamarle en Forks, estaba sentada en una mesa con unos auriculares puestos conectados al teléfono como disimulo que estaba hablado con alguien cuendo en realidad frente suyo estaba sentada Levi, al bajar el menú de sus manos una mesera apareció en su campo de visión.
- ¿Ya sabes que vas a pedir, linda? - preguntó la mesera, una mujer de cabello castaño oscuro.
- Un café con un tostado de jabón y queso, por favor. - le contestó la mujer.
- Claro ya te lo traeré.
Cuando la mujer fue a buscar el pedido, Levi habló. - Es ella, es mi tía Antonella.
- Tiene un aire a vos.
- Muy pocos no los han dicho en realidad.
- ¿Qué quieres que le pregunté?
- Venir acá sin un plan fue una mala idea en realidad...
- Para, para a mí se me ocurrió algo.
- Esto me vuele a un mal plan.
- Calla que todo saldrá bien o eso espero.
- No es muy alentador tus palabras.
Pocos minutos después Antonella volvió con el pedido apoyándolo en la mesa.
- Que lo disfrutes. - dijo la mujer.
- Muchísimo gracias, Antonella.
La mujer la miró unos minutos. - Disculpa, ¿Cómo sabes mi nombre ?
- Soy amiga de Levi.
La munema y la espectro fueron espectadoras que a Antonella se le llenaron los ojos de lágrimas, sin dudas el nombre de Levi todavía le causaba dolor y le seguirá causando el mismo sentimiento.
- Ella está..
Valentina la interrumpió llegando a la conclusión que la mujer pensaba que ella no sabía lo que había pasado. - Lo sé, sé lo que pasó pero es bueno hablar de ella como si estuviera por qué Levi todavía está.
- ¿Cómo te llamas?
- Valentina.
- Nunca escuché que te nombrará, bueno ella tampoco hablaba mucho.
A este punto ambas jóvenes notaban que la mujer no usaba el nombre de su sobrina.
- Voy al instituto de la reserva, nos conocimos de casualidad pero una preciosa casualidad.
- Es bueno saber que tuvo la oportunidad de tener una amiga como vos
- Sin dudas la que tuvo la oportunidad de tener una grandiosa amiga como ella fui yo.
