7. Atrapados en la Sombra del Legado

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A la mañana siguiente, el inicio de las clases vino acompañado de un desayuno animado. La mesa de Gryffindor estaba llena de alboroto debido a que Ron había recibido un vociferador con un mensaje nada alentador. Por fortuna, Slytherin y Gryffindor compartían al menos la mitad de las clases, lo que le permitía a Sarah mantener un contacto cercano con Hermione y sus compañeros a pesar de las tensiones recientes.

La clase de Herbología comenzó en el invernadero, con la profesora Sprout hablando sobre las mandrágoras. La atención de Sarah se veía notablemente afectada por la constante presencia de Eileen, quien parecía disfrutar de interrumpirla con su mera presencia. A Sarah le resultaba especialmente irritante compartir clase con Eileen, quien rara vez estaba atenta, siempre ocupada en charlar o distraerse con algo para evitar el aburrimiento. Lo que más la molestaba era que, a pesar de no prestar atención, Eileen siempre respondía correctamente a las preguntas, ganando puntos para su casa y presumirlo con orgullo. La capacidad de Eileen para destacar sin esfuerzo le resultaba profundamente frustrante a Sarah.

El día transcurrió sin incidentes notables hasta la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Todos tomaron asiento en el aula, y Sarah se ubicó junto a Hermione, ya que Eileen y Hermione siempre estaban juntas, lo que hacía casi imposible para Sarah mantener una conversación significativa con su amiga.

La puerta del despacho se abrió y Gilderoy Lockhart hizo su entrada triunfal, provocando una oleada de suspiros y miradas admirativas, especialmente entre las chicas. Para otros, como Sarah, la presencia del profesor resultaba incómoda. La brillante sonrisa de Lockhart y su interminable discurso sobre sus propios logros solo aumentaba su desdén. Sarah, cansada de escuchar las autoalabanzas de un hombre tan egocéntrico, aprovechó para echarse una siesta.

El descanso de Sarah se vio interrumpido cuando Lockhart distribuyó una prueba centrada exclusivamente en él. Para muchos, esto parecía una tontería, pero otros se tomaron la prueba muy en serio, respondiendo a las preguntas con una diligencia inesperada. La clase se extendió durante tres largas páginas, resultando en un tiempo perdido considerable. Al final, Lockhart revisó las pruebas, mostrando una clara inclinación hacia los estudiantes de Gryffindor. Cuando llegó el turno de Hermione, le otorgó diez puntos a su casa, lo que provocó un malestar evidente entre los estudiantes de Slytherin. La percepción de favoritismo hacia Gryffindor solo intensificó la tensión entre las casas.

Para rematar el caos, Lockhart destapó una jaula llena de duendecillos de Cornualles. Seamus Finnigan se rió al verlos salir, pero la diversión no duró mucho. Los duendecillos, desatados, empezaron a causar estragos por el aula, incluso colgando a Neville de la lámpara del techo. Lockhart, en lugar de tomar el control de la situación, se refugió en su despacho, dejando a los estudiantes a merced de los duendecillos.

Hermione, demostrando una vez más su competencia, conjuró un hechizo "inmobulus" para inmovilizar a los duendecillos y los devolvió a su jaula. Sarah, quien había tenido la intención de intervenir primero, se vio adelantada por Hermione. Al final, Sarah tuvo que conformarse con arreglar el desorden, incluyendo liberar a Neville del techo.

A medida que avanzaban los días escolares, las actividades extracurriculares comenzaron a tomar su curso, incluyendo la Copa de Quidditch, el coro y otras iniciativas del colegio. Una mañana, Draco le comunicó a Sarah que se había convertido en el nuevo buscador del equipo de Slytherin. Aunque Draco no escatimaba en presumir sus habilidades en la escoba, la realidad era que aún necesitaba perfeccionar varios aspectos de su juego.

Con la necesidad urgente de entrenar a Draco, se encontraron con un problema: la cancha ya estaba ocupada por el equipo de Gryffindor. Decididos a solucionar el inconveniente y, de paso, fastidiar a sus rivales favoritos, Sarah y Draco acudieron a Snape en busca de autorización para utilizar el campo.

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