2. Conflictos y Revelaciones

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El primer día de clases finalmente había llegado. Los estudiantes más veteranos, ya hartos de tareas y exámenes, no estaban particularmente emocionados, y los profesores compartían el mismo sentimiento. Sin embargo, los alumnos de primer año estaban aún peor, ya que no tenían ningún conocimiento previo. A algunos, como Draco, les importaba poco el contenido de las asignaturas. Otros, como Sarah, lo tomaban muy en serio. Sarah quería destacarse, y estaba decidida a esforzarse para lograrlo. Aunque ya traía consigo bastante conocimiento adquirido en casa, pensaba que no era suficiente y que debía estudiar aún más si quería obtener calificaciones sobresalientes. Sorprendentemente, su primer día fue muy exitoso, y no tardó en darse cuenta de que sería popular, algo que no buscaba, pues prefería pasar desapercibida.

Todas sus clases fueron bastante bien hasta que llegó la clase de Pociones, que compartían con los estudiantes de Slytherin y Gryffindor. Según lo que Sarah había escuchado de un estudiante de tercer año, el profesor de Pociones, Snape, era el diablo en persona y hacía la vida imposible a los alumnos. Sarah se sentó al lado de Draco y estuvieron charlando para matar el tiempo. La conversación derivó hacia Snape, conocido como "el murciélago de las mazmorras", lo cual le resultó gracioso a Sarah, aunque también la dejó un poco inquieta sobre lo que le esperaba.

La clase comenzó de manera abrupta cuando la puerta se abrió de golpe, asustando a la mayoría de los estudiantes. Después de un largo sermón en el que Snape prácticamente les dijo que sólo aquellos con verdadero talento para las pociones no fracasarían, su mirada se posó en un alumno de Gryffindor, quien claramente no estaba prestando atención, absorto en sus notas. 

—¡Potter! —exclamó Snape— ¿Qué obtendré si añado polvo de raíz de asfódelo a una infusión de ajenjo?

Harry, desconcertado, no sabía la respuesta, al igual que Ron. Pero dos manos se alzaron rápidamente: Hermione y Sarah. Ambas sabían la respuesta, pero Snape ignoró sus intentos de participar.

—No lo sé, señor —contestó Harry con voz temblorosa.

—Es evidente que la fama no lo es todo —replicó Snape fríamente, ignorando a las dos chicas que aún tenían la mano en alto—. Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar?

Hermione agitaba la mano con más fuerza, mientras Sarah permanecía tranquila, segura de su conocimiento.

—No lo sé, señor.

Snape continuó ignorando a todos los demás.

—¿Cuál es la diferencia entre acónito y luparia?

—No lo sé —repitió Harry, su tono ahora más resignado.

En ese momento, una voz femenina interrumpió desde la izquierda de Harry:

—Es evidente que Hermione lo sabe, ¿por qué no le pregunta a ella?

Sarah miró con interés a la chica que había hablado. No sabía quién era, pero estaba impresionada por su osadía al responderle a Snape. Sin embargo, Snape no tomó bien la interrupción y Sarah, con la mano aún levantada, empezaba a sentirse frustrada por no recibir el turno de palabra. Finalmente, Snape explotó.

—¡Suficiente! Bajen la mano ustedes dos. Para tu información, Potter, asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayoría de los venenos. En cuanto a acónito y luparia, es la misma planta. Bueno, ¿por qué no están anotando todos?

Todos los estudiantes rápidamente sacaron pergaminos y tinta para escribir, aunque no estaban preparados.

—Y se les restará puntos a la casa Gryffindor por el descaro de Stark y Potter —Snape les informó, mientras la clase seguía escribiendo.

Our Safe Place | Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora