14. Más Allá de las Apariencias

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Al día siguiente, Eileen y Harry se despertaron muy temprano para prepararse para el esperado partido de Quidditch. El clima, sin embargo, no era el ideal; nubes densas oscurecían el cielo y una lluvia persistente prometía complicar aún más las cosas. Wood le había presentado a Harry a Cedric Diggory, el capitán de Hufflepuff, que estaba en quinto año y era considerablemente mayor que él. Esta diferencia de experiencia daba a Hufflepuff una ventaja significativa.

Como era de esperar, todo el colegio se reunió en el campo, decidido a apoyar a sus equipos a pesar del mal tiempo. La lluvia no había desanimado a la multitud, que llenaba las gradas con entusiasmo. Los jugadores se dirigieron a los vestidores, mientras que el resto de los estudiantes se acomodaban en sus asientos. Aunque Sarah había decidido quedarse en su sala común, Draco la convenció de unirse al espectáculo. La perspectiva de ver algún incidente interesante o quizás de burlarse de alguien en caso de derrota parecía atractiva para ella.

El partido estaba a punto de comenzar. El viento soplaba con tanta fuerza que los jugadores se tambalearon al entrar al campo. El estruendo de los truenos hacía casi imposible escuchar el rugido de la multitud. La lluvia golpeaba con fuerza, reduciendo la visibilidad a un mínimo. Los equipos apenas podían distinguirse entre sí, con Hufflepuff vistiendo sus túnicas amarillo canario y Gryffindor en rojo y dorado. Los capitanes se estrecharon la mano, y mientras Diggory sonreía a Wood, este último mantenía una mandíbula rígida y solo hizo un gesto con la cabeza.

Con la señal para montar las escobas, el partido comenzó. En cuestión de minutos, todos estaban empapados y congelados por el frío. Harry, en su búsqueda frenética de la snitch, perdió la noción del tiempo y ascendió demasiado alto. A medida que descendía descontroladamente, parecía que iba a estrellarse contra el suelo. Afortunadamente, Dumbledore intervino y redujo la velocidad de su caída. Tras el incidente, Harry fue llevado a la enfermería, y los demás jugadores regresaron a sus salas comunes.

Harry despertó rodeado por los gemelos Weasley, Ron y Hermione. Aunque estaban aliviados de que sus heridas no fueran graves, el Nimbus 2000 de Harry estaba completamente destruido. Dumbledore, furioso, había identificado a un dementor como el responsable del ataque. Afortunadamente, el director había expulsado a todos los dementores de los terrenos del colegio y se comprometió a resolver la situación. Sin embargo, Harry estaba más preocupado por el resultado del partido. Para su desdicha, Cedric Diggory había capturado la snitch mientras él caía, asegurando la victoria para Hufflepuff de manera justa.

Sarah, que había estado cerca de la enfermería, vio a Eileen conversando con el capitán de Hufflepuff. Él expresaba su deseo de repetir el partido, alegando que la victoria no había sido justa. Dado que Wood no estaba dispuesto a intercambiar palabras con él, Sarah tomó el mensaje y, aunque no había posibilidades de repetir el partido, aclaró la situación. Con una sonrisa aún presente en su rostro, el capitán de Hufflepuff se retiró.

Sarah, con la ropa aún mojada, entró a la enfermería para asegurarse de que Harry estuviera bien. Su prioridad ahora era asegurarse de que él se recuperara y prepararse para el próximo partido, a pesar del mal sabor dejado por la inesperada derrota.

El fin de semana pasó volando. Aunque Harry se había pasado la mayor parte en la enfermería, logró reincorporarse a las clases el lunes. La mayoría de los estudiantes temía tener que enfrentarse nuevamente a Snape en Defensa Contra las Artes Oscuras. Sin embargo, al entrar al aula, se encontraron con el profesor Lupin, lo que resultó en un alivio generalizado. Lupin escuchó pacientemente las quejas sobre Snape y continuó con la lección habitual. Al final de la clase, pidió a Harry y Sarah que permanecieran para una charla breve.

Harry fue el primero en pasar a la oficina de Lupin, aparentemente para tratar asuntos privados. Después de unos minutos, salió y Sarah entró, esperando que Lupin iniciara la conversación.

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