**Capítulo 50: El Precio del Poder**

1 1 0
                                    

El eco de las palabras de la figura espectral aún resonaba en la mente de Creus mientras avanzaba por un nuevo corredor, más oscuro y estrecho. El aire, ya denso, se volvía cada vez más opresivo. Podía sentir el peso de las sombras aplastando su voluntad, pero también notaba algo diferente: las sombras ya no le eran completamente hostiles. Con cada paso que daba, la oscuridad respondía a él de manera más fluida, casi como si lo reconociera.

El corredor desembocó en una sala circular, mucho más grande de lo que había esperado. En su centro, un pozo profundo y sin fondo irradiaba un brillo tenue, como si algo en su interior estuviera vivo y latente. Las paredes estaban cubiertas de grabados antiguos, mostrando imágenes de guerreros envueltos en sombras, enfrentándose a criaturas descomunales. A pesar de que los símbolos eran ajenos, sentía una extraña familiaridad en ellos.

**"Es aquí donde aprenderás el verdadero costo de la oscuridad..."**, pensó, recordando las palabras de la figura espectral.

Se acercó al borde del pozo, y una sensación de vértigo lo invadió. Sin previo aviso, una ráfaga de energía oscura se elevó del pozo, rodeándolo como un torbellino. La oscuridad lo envolvió por completo, y su armadura, normalmente impenetrable, comenzó a temblar como si fuera a desintegrarse. Las sombras se filtraban a través de cada grieta, buscando su interior, su esencia.

En ese instante, las visiones volvieron.

---

**Flashback: Los Ancestros del Abismo**

Creus se encontraba en un campo de batalla, pero no era un lugar que conociera. El cielo estaba cubierto de nubes negras, y el suelo estaba empapado de sangre. Alrededor de él, guerreros envueltos en oscuridad luchaban ferozmente contra criaturas colosales. Uno de los guerreros, que portaba una armadura similar a la suya, pero mucho más desgastada, se destacaba entre los demás. Sus movimientos eran precisos, mortales, y la oscuridad lo obedecía como un perro leal.

Este guerrero se giró hacia Creus y, por un momento, sus ojos, como dos brasas ardientes, se clavaron en los de él.

**"Este... es tu destino, Creus."**

La voz resonó en su mente, pero antes de que pudiera reaccionar, una criatura monstruosa, un ser de proporciones inimaginables, se lanzó sobre el guerrero. El ser oscuro lo devoró, pero incluso en su último aliento, el guerrero levantó una mano, absorbiendo el poder de la bestia en lugar de sucumbir a ella.

---

De vuelta en la sala, Creus despertó del trance, su corazón latiendo con fuerza. Sabía lo que tenía que hacer. La oscuridad no era solo una herramienta para destruir, sino también una fuente para absorber y dominar.

Se acercó aún más al pozo. Esta vez, dejó que la energía fluyera hacia él sin resistencia, permitiendo que la oscuridad lo inundara por completo. Sintió cómo la negrura penetraba en su ser, fusionándose con cada célula, cada fibra de su cuerpo. La *Void Armor* se volvió más densa, más pesada, como si la propia torre lo estuviera dotando de un nuevo poder.

Pero con ese poder vino una advertencia. Las palabras del espectro regresaron a su mente: **"El abismo nunca da nada sin pedir algo a cambio."**

---

**Desafíos del Abismo**

Una vez fortalecido, el suelo bajo sus pies comenzó a temblar. De las sombras que llenaban la sala surgieron nuevamente criaturas, pero estas no eran como las anteriores. Sus formas eran más definidas, casi humanas, pero distorsionadas por la oscuridad que las rodeaba. Eran antiguos portadores del poder del abismo, guerreros que habían sucumbido a él y que ahora vagaban como meras sombras de lo que alguna vez fueron.

Creus desenvainó su espadón. Las criaturas avanzaron, sus ojos vacíos y brillantes fijados en él. Esta vez, no atacaría simplemente con su espada; sabía que tenía que enfrentar estos seres no solo físicamente, sino también espiritualmente. Recordando las visiones, extendió su mano y absorbió parte de la energía oscura de una de las criaturas, debilitándola antes de destruirla.

Pero con cada criatura que derrotaba, sentía que algo dentro de él cambiaba. La oscuridad comenzaba a reclamar partes de su alma, y un vacío creciente invadía su pecho. Cada vez que absorbía energía del abismo, perdía algo más: sus recuerdos, sus emociones, su humanidad.

Los ecos de la batalla resonaban en la sala, y las criaturas seguían atacando sin descanso. Sabía que no podía seguir así por mucho más tiempo. Debía encontrar un equilibrio antes de que la oscuridad lo consumiera por completo.

---

**El Antagonista Secreto**

Mientras Creus luchaba por mantener el control, una nueva presencia hizo acto de aparición. Desde las sombras más profundas de la sala, emergió una figura envuelta en un manto de oscuridad aún más denso. Sus ojos, brillando como dos estrellas moribundas, se clavaron en Creus.

—**Finalmente nos encontramos. He esperado este momento durante siglos.** —La voz era gélida, como si hubiera estado atrapada en el abismo por una eternidad.

Creus sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Esta entidad no era una simple sombra. Era algo más antiguo, más poderoso, tal vez el guardián o la clave de la torre oscura.

—**¿Quién eres?** —preguntó Creus, respirando con dificultad.

—**Soy lo que queda del primero que osó dominar el abismo. Y tú, Creus, eres el siguiente en la línea de sucesores después de mi, claro... si sobrevives.**

La figura alzó una mano, y de las sombras surgieron cadenas negras, moviéndose como serpientes, hacia Creus. Estas cadenas no buscaban atraparlo físicamente, sino que iban tras su alma, su esencia.

—**Si aceptas el poder total del abismo, deberás renunciar a todo lo que alguna vez fuiste.**

Creus, jadeando, alzó su espadón y, con todas sus fuerzas, se preparó para el último desafío.

Two Coins And One SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora