Por primera vez desde que estoy en New Haven no he madrugado. Son las 11 de la mañana y sigo en la cama. Echaba de menos dormir hasta tarde. Entre semana es imposible dormir por los horarios de Raeni y mi trabajo pero hoy me he dado el lujo de no poner una alarma. Realmente todavía seguiría durmiendo. Si no fuera porque escucho la risa de mi hermana pequeña desde algún lugar de la casa.
He de reconocer que me da curiosidad saber qué provoca tanta alegría en esta casa. Creo que ni siquiera el abuelo se lo esperaba, que en algún momento este sitio volviese a tener vida y pareciese un poco más un hogar. No sé si le causa felicidad o no, es difícil saber qué es lo que piensa realmente, o por lo menos para mi lo es.
Antes de levantarme de la cama, decido mirar el móvil. Mamá me ha enviado muchas fotos de ella y de Aiden, también una de una manada de leones y otra de una hembra de elefante que está embarazada. Cuando baje tendré que enseñárselas a Raeni, se va a poner muy contenta. También tengo un mensaje de Cody, quién promete llamarme a lo largo del domingo. Y cómo era de suponer, me ha llamado Sam, hay una llamada perdida de ella a las 3.12 de la madrugada. Cómo dije anteriormente, a mis amigos les encanta llamar cuando están borrachos.
Decido llamarla sólo para tocarle las narices ahora que estará de resaca. Ella al contrario de mi no pone nunca el móvil en silencio. Después de 4 pitidos escuchó cómo descuelga el teléfono y puedo imaginarme su estado de ánimo sólo con un suspiro en forma de respuesta.
-Pensaba que ya os habíais olvidado de mí... -me lamento con voz de niña buena
-Eres tú quién no contesta a las llamadas de emergencia capulla. -escupe mi amiga con voz de camionero.
-Deje el móvil en silencio justo por eso, me veía venir la llamada pedazo de borracha. ¿Qué tal ayer?
-No es lo mismo sin ti... Me he tenido que maquillar sola y fue un poco desastre la verdad. Pero ligue aún así... -se río mi amiga.
-Llegarías hasta con una bolsa encima de la cabeza.
-¿Estás bien ahí? Sabes que puedes vivir en mi casa, no creo que a mi hermano le molestase que estuvieras por aquí a diario... -ofrece mi amiga insinuando cosas de más.
-Lo sé Sam, y gracias por ello. Pero no puedo dejar sola a Raeni aquí. Ella casi no conoce a mi abuelo y yo le prometí a sus padres que cuidaría de ella.
-Bueno si te cansas de tanto pueblo, mi casa estará siempre abierta para ti... -aseguró con sinceridad. -Dale un besito a tu hermana de mi parte.
Cuando baje a desayunar, me sorprendió no ver a nadie en casa. Todo el ruido de hace un rato había desaparecido. Entre en la cocina y me encontré un plato con tortitas y una nota que decía que Raeni se iba con el abuelo a casa de Annie, para hacer los deberes. Me molestó un poco que mi abuelo pensara que no soy capaz de ayudar a mi hermana con su tarea, aunque agradecí que An siempre estuviera dispuesta a ayudarnos en todo.
Decidí tomarme el día de relax. Me duché con calma, me eché un montón de cremas en la cara, me pinté las uñas y cuando ya no tenía nada que hacer y veía que mi familia no pensaba volver para comer, me hice algo rápido de picar y decidí ir a tomar el sol al jardín de atras. Me lleve un libro de las estanterías del salón, el único que no tenía pinta de ir sobre historia o guerras. La portada era de un color beige clarito con letras doradas, quise pensar que a lo mejor era de la abuela y con suerte sería una novela romántica.
Coloqué una hamaca en medio del jardín y me dispuse a leer tranquilamente mientras intentaba poner moreno mi cuerpo. El sol no tardó en darme calor, por lo que procedí a quitarme la camiseta para estar más cómoda. Seguí con la lectura, no me equivoqué. Realmente era una novela romántica. Empezó a ponerse interesante en la página 50 cuando el protagonista se daba cuenta que la hermana pequeña de su mejor amiga era realmente atractiva cuando mis ojos no aguantaron más en cansancio y me quedé dormida.

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INEVITABLES
RomanceDespués de 8 años Caroline viaja al pueblo de su madre para vivir con su abuelo. Seis meses en New Haven junto con su hermana pequeña serán suficientes para poner su vida patas arriba. Una casa nueva, un nuevo trabajo, nuevos amigos y Jack Burrows...