Diciembre había llegado, y con él las primeras heladas. La nieve todavía no ha caído, pero eso no evita que por las mañanas el pueblo amanezca teñido de un blanco casi impoluto.
Cómo es costumbre los viernes por la noche cenamos con Jack y su madre. Raeni y yo preparamos mi plato favorito, lasaña con mucho queso. Decidimos hacer la cena un poco antes que de costumbre, todo porque mamá y Aiden querían llamarnos cuando estuviésemos todos juntos. Una vez que llamaron, la casa entera se llenó de gritos por parte de mi hermana. En la pantalla de mi móvil se veía un elefante bebe. Enorme, pero bebe al fin y al cabo.
La elefante detrás de la que iba mi madre, ha dado a luz. Aiden asegura que el parto es la cosa más asquerosa que ha visto nunca mientras mi madre contaba todos los detalles llena de emoción y lágrimas. El partó duró más de 2 horas, por lo visto es lo normal tratándose de animales tan grandes.
La distancia que mantenía el equipo de mi madre con los elefantes era importante, aún así cuando mi madre hacía zoom con la cámara podíamos ver a la cría tropezarse con su propia trompa intentando caminar.
Después de recoger la mesa y fregar todos los platos, acosté a Raeni. Todavía tenía ganas de dar guerra cuando la tapé con el edredón. Le tuve que prometer que mañana le volvería a enseñar más fotos de los elefantes para conseguir que se metiese en la cama.
Me dirigí hacia la antigua habitación de mi madre y no tardé en llevarme un susto que casi me hace gritar.
-Joder Jack, tienes que parar de hacer eso... -le aseguré sujetandome el pecho mientras él reía. -Pensaba que tu madre y tú ya os habíais marchado.
-Mi madre se fue hace un rato. Yo todavía no podía irme.
-¿Por qué?
-Espera...
No supe muy bien a que estábamos esperando cuando nos quedamos los dos en silencio. Mi mirada buscaba alguna respuesta en el rostro sonriente de Jack, mientras él permanecía parado junto a mi cama observando mi cara.
-¿Jack? -pregunté intentando acabar con la incertidumbre.
-Espera...
-¿A qué?
-Feliz Cumpleaños Rider. -Exclamó Jack mientras me agarraba de las caderas para abrazarme.
No me lo esperaba. Nada de esto en realidad. Ni el abrazo, ni que Jack se hubiese quedado hasta las 12 de la noche para felicitarme. Realmente ni siquiera era consciente que ya era mi cumple hasta que me vi en los brazos de Jack.
-Gracias. Joder no me lo esperaba. -Reconocí avergonzada.
-¿Pensabas qué me habría olvidado?
-Sí, bueno no. Es que no me acordaba ni yo después de la charla con mi madre...
-Me parece muy fuerte que pienses que puedo ser igual de desastre que tu Rider.
-Oye, no me insultes que es mi cumpleaños... -dije golpeando su brazo.
Jack siempre hace este tipo de cosas por mí. Se acuerda de todo, en los momentos menos esperados te sorprende de forma muy grata. Es único en su especie, eso lo tengo claro desde hace mucho.
-Mañana te recojo a la hora de siempre. -Prometió Jack antes de marcharse escaleras abajo trás darme un beso en la mejilla.
Es el primer cumpleaños que voy a pasar sin mis amigos cerca. Bueno sin mis amigos de Chicago, claro. Aquí tengo a los chicos, y estoy segura que al igual que todos los sábados, nos lo pasaremos en grande. Antes de meterme en la cama, me aseguré de silenciar el móvil para que Sam no pudiera despertarme de madrugada.

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INEVITABLES
RomanceDespués de 8 años Caroline viaja al pueblo de su madre para vivir con su abuelo. Seis meses en New Haven junto con su hermana pequeña serán suficientes para poner su vida patas arriba. Una casa nueva, un nuevo trabajo, nuevos amigos y Jack Burrows...