INEVITABLES

Jack

Rider estaba guapísima. Era la última noche del año y yo tenía la suerte de pasarla junto a ella. Verla en tacones, con aquel mono color vino que resaltaba más si era posible sus ojos color verde y con una sonrisa enorme en los labios, era mi motivo de felicidad.

No pudo evitar picarme en lo referente a mi ropa, decidí seguir su consejo y por la cara que puso cuando me vio, se perfectamente que le encantó, aunque lo intentase negar.

Ese año los propósitos de año nuevo eran más especiales que otras veces, este año incluyamos a Rider en la tradición. Me encantaba que mis amigos la hubieran abierto los brazos de esa forma.

Su primer propósito de año nuevo fue encontrar su camino, y yo no pude evitar pensar que me encantaría que algún día descubriera que yo quiero ser ese camino.

Creo que no se dió cuenta que cuando dije que cumplí mi propósito del año pasado fue gracias a ella. Ella hizo posible que fuera feliz, antes de su llegada yo no estaba pasando un buen momento en lo personal, me sentía agotado de estar en una relación que no me llenaba.

También mi propósito para este año tenía que ver con ella. Aunque ella tampoco se dio cuenta de ello.

Aquella noche, nos volvimos a besar.

Esa noche comenzó a cumplirse mi propósito para el 2023.