Caroline

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La semana había empezado de manera tranquila, incluso se me llegó a olvidar mi enfado con las señoras del parque, obviamente todo gracias a mi hermana. Quién durante 4 días ha estado vengandose de Jack poco a poco. Empezó haciéndole el vacío y negándose a chocar los 5 con él cuando se veían. Más tarde siguió con sus caprichos ya que él estaba dispuesto a concederle cualquier deseo con tal de que le volviese a hablar. Era gracioso ver cómo una niña de 7 años le tenía dominado. Aunque me llegó a dar pena el día que la llevo a caballito todo el camino a casa volviendo del cole.

Durante nuestra charla semanal con mi madre y Aiden, les contamos sobre el disfraz de Halloween de Raeni. Iba a disfrazarse de Katrina, ella y dos amigas suyas me pidieron ayuda con el disfraz y el maquillaje. Mentiría si dijera que no me emocionaba, siempre me han gustado las fiestas de disfraces y maquillar a mi hermana pequeña era cómo volver a mi niñez. No podía parar de recordar la última vez que me disfracé por Halloween, dónde Sam y yo combinamos nuestros disfraces cual buen dúo de amigas yendo de Harley Quinn y el Joker.

Mamá y Aiden nos estuvieron contando detalles del embarazo del elefante que estaban siguiendo. Por lo visto quieren esperar a que nazca el elefante bebe, aseguran que será la joya de la corona de su trabajo.

Tampoco les he contado a ellos el incidente con las señoras del parque, esto sólo haría que mamá odiase más el pueblo y Aiden se preocupara por su hija, como sería de entender.

Y hablando de cosas que no he hecho, tampoco he hablado con Cody. Me ha enviado un montón de mensajes que ni siquiera he leído. Y hay un sinfín de llamadas perdidas en mi móvil que todavía no he devuelto. No sé cómo afrontar el tema de su viaje. Realmente sé que mi abuelo no va a cambiar de opinión respecto a que él venga aquí, y a decir verdad no siento que sea el momento para que se gaste sus ahorros por un viaje...

El abuelo sigue sin hablar conmigo, bueno lo hizo el lunes. Según llegué a trabajar después de dejar a Raeni en el cole vino cómo una fiera directo a por mi.

-Se puede saber por qué una vecina del pueblo me llama para decirme que mi nieta es una maleducada que se ha puesto a gritar cómo una energúmena a dos señoras que estaban tranquilamente vigilando a sus hijos mientras jugaban... - me gritó cómo un poseso en busca de alguna explicación. -Esa es la educación que te ha dado tu madre... ¿La de ir ladrando a todo el mundo?

-Te estoy hablando Caroline, no te atrevas a huir otra vez... -gritó más alto aún cuando vió que me estaba marchando en dirección contraria.

-Pues sí abuelo, esta es la educación que me ha dado mi santa madre, la de defender a los míos.

-¿Defender? Les dijiste barbaridades que ni siquiera me atrevo a repetir...

-Que pena que no escuchaste las que ellas soltaban por su boca sobre tu nieta... Y no. No te hablo de mi. Si las encaré fue porque estaban hablando mal de Raeni por ser negra. Y a lo mejor a ti te da igual, pero a mi hermana nadie la va a discriminar y menos en esta mierda de pueblo. -Le grité en mi defensa marchando hacia el establo.

Puede que haya omitido la parte en la que hablaban sobre mis padres, pero eso tampoco lo tiene porque saber el abuelo ya que estoy segura que él estaría más que de acuerdo con las señoras del parque.

Desde esa conversación a grito pelado en medio de la hípica no hemos vuelto a hablar. Ninguno de los dos ha hecho el intento siquiera. Es mejor así, alguien de mi familia me dijo una vez que si no tienes nada bueno para decir es mejor no decir nada. Y por una vez he decidido callarme y tragar.

Cómo era de esperar, la discusión con mi abuelo no pasó desapercibida para los demás trabajadores del club. Jack insistió mucho en que le dijese quienes habían sido las señoras de los insultos, después de negarme muchas veces se dio por vencido. Aunque me sigue recordando que tenía que haber se lo dicho en cuanto paso, ya que según sus palabras, él lo podía resolver. Para mi gusto no había nada que revolver. Quién es racista, lo seguirá siendo por mucha mierda que se le diga, por eso es mejor no escuchar las lenguas envenenadas cómo dice Aiden.

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