El mes de octubre en New Haven implicó varias cosas. Todo el pueblo estaba lleno de colores naranjas y rojizos, los árboles que tenían hojas caducas empezaban a quedarse pelados mientras las calles y carreteras se llenaban de ellas. Había un montón de calabazas por todos los sitios, la gente parecía loca con todo el tema de la decoración de sus hogares por Halloween. Obviamente mi hermana Raeni estaba entusiasmada con esto, aunque hay que reconocer que me impresionó ver a mi abuelo decorando la casa con Jack para poder sorprenderla. No hace falta jurar que ella lloró de alegría mientras saltaba como una cabra por todo el jardín.
Para mi octubre ha cogido otro significado y pienso aferrarme a este con todas mis fuerzas. Sólo quedan 5 meses.
El primer mes aquí ha pasado bastante rápido, a pesar de estar lejos de mi madre, mis amigos y Cody he podido disfrutar de este tiempo. No todo es tan malo cómo lo cuento a veces.
Realmente desde el día en el que Jack me presentó a sus amigos he podido distraerme de todo un poco. Durante la semana, Jack y yo seguimos dando paseos con Triana dónde aprovechamos para hablar de todo un poco y a la vez de nada. Incluso cuando no decimos nada, lo decimos todo o eso creo. Simplemente no existen los silencios incómodos entre nosotros.
Los gemelos vienen al club 4 días a la semana, siempre consiguen hacerme reír con alguna de sus bromas, aunque claro, luego Jack viene a regañarlos porque según él, ellos me distraen de mi trabajo. Hubo un día que me escapé durante una de las clases de Jack para ir a ver el entrenamiento de los chicos. Obvio que no me sorprendió ver a mi abuelo cuál Sargento gritando por doquier a todo el que pudiera. Los hermanos eran realmente buenos, dominaban a sus caballos a la perfección, confiaban en ellos y tenían unos tiempos de la hostia por lo que me comentó Railey cuando me pilló cotilleando.
Este último sigue siendo una persona bastante callada, pero por lo menos ya me dirige la palabra. Durante nuestra jornada laboral hablamos sobre música y libros, resulta que es todo un fanático de las bandas de heavy metal y los libros de suspense. Me ha traído unos cuantos para que pueda leer y comentar con él a modo de club de lectura. Su novia, Betty también lee este género y él cree que así podré tener más cosas en común con ella y nos haremos inseparables...
Los sábados en la colina de las afueras del pueblo se ha convertido en mi plan favorito. Pasamos horas tomando cervezas, jugando a las cartas, escuchando música o simplemente hablando. Pero sobre todo reímos, reímos y mucho.
Es agradable sentir que incluso en un sitio tan perdido de la mano de dios cómo puede llegar a ser New Haven puedes encontrar gente con la que conectas de una forma tan especial.
-¿Tienes frío? Si quieres podemos volver ya -preguntó Jack llevando a Triana a beber agua.
-Estoy bien, te preocupas demasiado por mí...
-Siempre he sido así, aunque tú no me recuerdes.
-Sí te recuerdo Jackie, recuerdo cuando jugábamos de pequeños. Te recuerdo llevando una gorra del revés siempre y tirándome de las trenzas. -Dije yo riendo.
-Eso fue siendo niños... No te acuerdas de lo importante Rider... -se lamentó por lo bajo mientras ajustaba la silla de Triana.
-¿Por qué no me lo recuerdas? - pregunté mientras le quitaba el arnés de las manos y me subía a lomos de la yegua.
He repetido esto durante todo el mes, creo que es la mejor parte del día. Estar con Triana y poder disfrutarla, cómo en su día hacía mi abuela. Cómo yo lo hacía de pequeña. Creo que ella también lo disfruta. Después de darle un golpe en los costados, ella obedece y comienza a caminar.
-Algún día, cuando estés lista... -gritó Jack mientras nos alejamos de él al trote. No pude evitar reír, siempre intentaba ir de misterioso.
Triana tiene hoy más energía que de costumbre, está ansiosa por volver a la hípica. Normalmente no suele querer volver, si fuera por ella se quedaría tumbada en el prado todo el día mientras escucha cómo hablamos Jack y yo. Hoy en cambio quiere volver, aún no se ha cansado por lo que parece y se nota en la velocidad de su trote. Me ha costado dominarla, incluso Jack ha tenido que ayudarme y agarrarla todo el camino porque cada vez que yo intentaba que diésemos un paseo ella aceleraba sus pasos hasta empezar a trotar.

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INEVITABLES
عاطفيةDespués de 8 años Caroline viaja al pueblo de su madre para vivir con su abuelo. Seis meses en New Haven junto con su hermana pequeña serán suficientes para poner su vida patas arriba. Una casa nueva, un nuevo trabajo, nuevos amigos y Jack Burrows...