INEVITABLES

Caroline

El domingo por la mañana Cody se marchó de New Haven. Vino a despedirse de mí antes de coger un bus hacia Louisville. Por mucho que fuese doloroso ver cómo se marchaba, sentí que era lo correcto. Él no pertenecía a este lugar, puede que yo tampoco lo hiciera, no lo sé a decir verdad.

Después de tanto tiempo de relación, lo mínimo que le podía ofrecer era una despedida en condiciones. Cody no se merecía que le hicieran daño, y yo soy consciente de que se lo he hecho, por mucho que él intente mostrarse fuerte. En la parada de autobús, parecíamos dos enamorados que juraban volver a verse pronto para seguir con su relación, mientras que la realidad era totalmente contraria. Cody y yo nos prometimos querernos siempre, aunque no estuviésemos juntos y a pesar de que doliese, estar uno para él otro, porque sí somos de esos.

Un último beso de despedida y le vi marchar hacía Chicago.

Ese beso, fue una breve confirmación de que habíamos tomado la decisión correcta. Lo sentí. Sentí a Cody, sentí nuestros recuerdos, todos los buenos momentos, sentí Chicago, pero faltó algo.

Faltó la chispa, el ansia, el miedo y la intriga.

Faltó pasión.

Desde ese día, no hemos vuelto a hablar. Supongo que necesitará su tiempo...

-¿Qué te vas a poner mañana? -preguntó Jack sacándome de mis pensamientos mientras me subía encima de Triana.

-¿Por qué lo preguntas?

-Mi madre quiere que me ponga camisa, y me parece bien. Pero quiero asegurarme que no seré él único que va a ir de gala...

-¿Una camisa es ir de gala?

-¿Sí no?

-Me pondré un vestido Jackie. Es la última noche del año, hay que estar guapos.

-¿Pajarita o corbata? -preguntó con el ceño fruncido.

-Ninguna de las dos. Ponte unos tirantes y no te abroches la camisa del todo. -Aseguré imaginando a Jack con la camisa a medio abrochar...

-¿En Chicago sales de fiesta en Nochevieja?

-Sí, bueno no siempre. He salido algún que otro año. Pero no es lo mío...

-¿Por qué?

-Precios excesivamente caros, demasiada gente en las discotecas y aguantar toda la noche con tacones de aguja es realmente complicado. -expliqué mientras que Triana y yo comenzábamos a trotar más deprisa.

-Bueno pues este año, vas a poder vivir un año nuevo diferente... -Aseguró Jack.

-¿En qué sentido?

-Ya lo descubrirás... Eso sí, nada de tacones, lo prometo.

A pesar de mi ruptura con Cody, no había hablado con Jack sobre todo lo ocurrido durante su estancia en New Haven. No estaba del todo segura sobre cómo abordar este tema. Y es que en la vida me habría podido imaginar todo lo que ha pasado desde que me he marchado de Chicago.

Jack es un hombre maravilloso, pero de los de verdad. De aquellos que se desvive por los suyos y por lo que cree correcto. No ha parado de cuidarme desde que llegué aquí para hacer mi estancia en el pueblo más agradable, pero eso no significa que él sienta lo mismo que yo.

Es decir, sí, soy consciente que nuestro beso fue algo mutuo. Pero un beso no implica sentimientos, no tiene porqué ser así.

Además está el hecho de que confesarle a Jack la verdad sería un poco descabellado teniendo en cuenta que me quedan dos meses en el pueblo.