Mientras más semanas paso al lado de ella, más me gusta. Su forma de ser, su forma de mirarme, su forma de cuidar a su hermana, me gusta toda ella. Incluso lo desastre que es, sus caprichos y su continua falta de confianza en sí misma.
La cena de noche buena con mi familia ha sido mejor de lo que me imaginaba. Yo estoy acostumbrado a formar parte de su vida, pero tenerla en el restaurante de mi madre, con mis abuelos ha sido uno de esos momentos especiales que sólo ella es capaz de darme.
Después de cenar, en nuestro paseo por la ciudad acabamos hablando del tema tabú para mi.
Su vuelta a Chicago.
Siempre que puedo intento evitar pensar en ello, no quiero imaginarme el día de mañana y que ella no esté aquí. Cuándo la escuché decir que podía volver en verano, se me rompió algo dentro. No quería que viniera a pasar dos semanas y luego se marchase, la quería aquí conmigo, a diario.
Aquella noche volvimos a dormir juntos. Me reconoció que dejó de contar los días que le quedaban para irse. Ese fue un pequeño destello de ilusión para mí. Pensé que a lo mejor se plantea quedarse.
No me esperaba que tuviese un regalo para mi. Y mucho menos me esperaba que me hubiese comprado una gorra roja. Igual que la que llevaba de pequeño, esa que ella siempre me robaba.
La sentí más cerca que nunca cuando me deseó feliz navidad justo antes de dormirse en mi pecho.

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INEVITABLES
RomanceDespués de 8 años Caroline viaja al pueblo de su madre para vivir con su abuelo. Seis meses en New Haven junto con su hermana pequeña serán suficientes para poner su vida patas arriba. Una casa nueva, un nuevo trabajo, nuevos amigos y Jack Burrows...