Aquella noche no pude dormir. No me había equivocado cuando dije que a lo mejor no podía entrar en casa de mi abuelo. Cuando Jack me acompañó, la puerta estaba cerrada con llave por dentro.
Jack y yo fuimos a su casa para que pudiera dormir ahí. Se aseguró de dejar un mensaje en el buzón de voz de mi abuelo para que no se preocupara, aunque yo le dijera que no lo haría. Jack es así, siempre tan correcto y responsable.
No hablamos durante todo el camino, cómo siempre el silencio estaba presente entre nosotros. Aunque está vez pude ver cómo Jack callaba preguntas que necesitaban ser respondidas.
Se atrevió a preguntar una vez que estábamos tumbados en su cama.
-¿Era él verdad?
-Sí.
Volvió el silencio tras aquella simple pregunta. Pude notar cómo el corazón de Jack se aceleraba bajo su pecho sobre el cuál estaba recostada. No sabía cómo explicar todo lo que había sucedido durante la tarde de hoy, no podía parar de darle vueltas al asunto.
-¿Le quieres? -preguntó Jack apenado sosteniendo el aliento.
-¿Qué?
-Rider, te has ido hoy con él...
-Jack no ha pasado nada, ¿cómo puedes dudar de mí? -pregunté dolida.
-Intenté frenarte y te fuiste con él. ¿Qué quieres que piense?
-Quiero que confíes en mí, que no dudes a la primera de cambio.
-Tu abuelo dijo cosas que...
-Mi abuelo no sabe nada. Michael y yo necesitábamos hablar. Por eso me fui con él. -Expliqué un poco más calmada.
-Rider ese tío y tu os acostasteis. Tuvisteis algo...
-Tu también te has acostado con Keyla y yo no me pongo así cada vez que os veo hablar en la hípica.
No volvimos a hablar esa noche. Supuse que Jack necesitaba su tiempo para pensar. Lo entendía. Yo también lo necesitaba.
Al día siguiente fuimos a trabajar juntos, aún manteniendo el silencio. Realmente si Jack quisiera saber qué fue lo que hable con Michael se lo contaría, no tengo intención de ocultarlo. Pero no voy a ser yo quién saqué el tema, es él quién debe saber que es lo que quiere preguntar.
Mi batalla del día de hoy realmente es mi abuelo. Debo hablar con él y asegurarme que me deja volver a casa. No puedo permitir que las semanas que me quedan en el pueblo Raeni y yo durmamos bajo techos diferentes. Por mucho que me encante dormir con Jack y eso implique aprovechar nuestro tiempo al máximo, tengo que seguir con mi hermana, se lo prometí a sus padres.
Baje decidida hacia el hipodrómo en cuanto la clase de Jack había comenzado. La presión de mi pecho se hizo notar en cuanto comencé acercarme hasta los boxes de entrada. No pensé que volver a pisar este lugar me dolería tanto.
A pesar de ello, seguí con paso firme hacia mi abuelo, quién se encontraba en la mitad del campo colocando unos obstáculos de salto.
-¿Podemos hablar? -Pregunté cuando me estaba acercando.
No me respondió. Ni siquiera me sorprendió aquello. No esperaba otra actitud de parte del sargento Evans.
-Abuelo, te dije que iba a volver. Anoche intenté entrar en casa... ¿Puedes parar? -pregunté mientras veía cómo seguía con su tarea haciendo caso omiso a lo que yo decía.
-Por favor habla conmigo...
-¿Ahora quieres hablar? -Habló por fin, aunque lo hizo de forma irónica y sin mirarme.

ESTÁS LEYENDO
INEVITABLES
RomanceDespués de 8 años Caroline viaja al pueblo de su madre para vivir con su abuelo. Seis meses en New Haven junto con su hermana pequeña serán suficientes para poner su vida patas arriba. Una casa nueva, un nuevo trabajo, nuevos amigos y Jack Burrows...