La navidad había llegado en un abrir y cerrar de ojos. El pueblo entero estaba adornado con luces de colores y un montón de figuritas de renos. Era la primera navidad que íbamos a pasar lejos de mi madre. Es raro, aunque he de admitir que tampoco siento que estemos solas. El abuelo y Annie han preparado la cena, la hacemos en el restaurante de ella ya que en casa no cabemos todos.
Aparte de estar los cinco de siempre, han venido los abuelos paternos de Jack, que por lo visto siempre vienen al pueblo en estas fechas para estar con su nuera y su nieto.
Raeni está muy emocionada, esta noche viene papá Noel y aunque no le va a traer a sus padres por el día de Navidad, cómo ella dijo que quería le tiene preparada una sorpresa que lleva años queriendo. Unos patines rosas obviamente, con su casco y sus espinilleras a juego. Mamá siempre decía que le daba miedo que tuviera unos, ya que es igual de torpe que yo, pero gracias a las insistencia de An nos dio permiso para comprarle unos.
No sólo está emocionada y ansiosa, también está guapísima. Annie le regaló un vestido para esta noche, es de color rojo y he tenido que pintarle los labios a conjunto por sus interminables súplicas. Lleva una semana con el pelo recogido en trenzas. Cuando fuimos a comprar a Louisville los regalos de navidad aprovechamos para pasar por una peluquería especializada en el pelo afro. No hace falta que diga que la decisión de trenzar el pelo entero a mi hermana fue a partir de ver los destrozos que le hacía el abuelo cada mañana cuando intentaba peinarla. Ella está contenta con el resultado, dice que lo lleva cómo yo cuando monto a caballo, aunque yo llevo sólo dos trenzas de raíz.
-Caroline, nos ha contado Jack que vas a competir dentro de poco, ¿estás nerviosa? -preguntó la abuela de Jack durante la cena.
-Un poco. Va a ser la primera vez que voy a competir.
-Lo hará genial, es muy buena. -aseguró Jack haciéndome sonreír.
-Raeni ¿tú también montas a caballo? -volvió a preguntar la Señora Burrows.
-Sí, pero no cómo mi hermana. A mi me sujeta el abuelo.
-¿Y te gustaría acabar compitiendo? -preguntó esta vez el abuelo Burrows.
-No lo sé. En Chicago no tenemos caballos.
-Oh claro.
-¿Cuándo vuelven vuestros padres chicas?
-A finales de febrero. -respondí pensativa.
Hacía tiempo que había dejado de contar el tiempo que quedaba para volver a mi casa.
-Debéis de echar de menos aquello, en comparación este pueblo debe de ser ...
-Abrumador. Pero es precioso. -Añadí acordándome de mi primer sábado con los amigos de Jack.
-¿Te apetece que después de la cena demos una vuelta? -preguntó Jack por lo bajo cuando los demás estaban distraídos.
Asentí con la cabeza para confirmarlo.
Raeni estaba acostada en la cama de An desde hace una hora, hubo que decirle que si no se dormía papá Noel no pasaría por aquí para que se fuera a dormir. No tardó mucho en caer rendida, Jack tuvo que llevarla en brazos desde el restaurante hasta su casa, realmente había sido un día agotador. Los abuelos de Jack se van a quedar hasta un día después de Navidad. Después deben marcharse para poder pasar Año Nuevo con la tía de Jack en la costa oeste. En cuanto dormimos a Raeni, mi abuelo se marchó a casa, dijo que quiere ir al día siguiente a misa por lo que va a acostarse pronto. Hoy por suerte no me ha puesto hora de llegada, ya que mañana no entreno.
Jack y yo decidimos salir a pasear por el pueblo cuando la conversación con sus abuelos se había ido apagando. An ha dicho que ella los entretendrá mientras que escapamos por detrás de la casa para divertirnos un rato.

ESTÁS LEYENDO
INEVITABLES
RomanceDespués de 8 años Caroline viaja al pueblo de su madre para vivir con su abuelo. Seis meses en New Haven junto con su hermana pequeña serán suficientes para poner su vida patas arriba. Una casa nueva, un nuevo trabajo, nuevos amigos y Jack Burrows...