Narra Israel: Me levanté temprano, entrené en el club y cumplí con la rutina diaria, pero no podía quitarme de la cabeza el mensaje de ___. Me había asegurado que todo estaba bien, pero había algo en su respuesta que no me dejaba tranquilo. Quizá eran las palabras que eligió, o tal vez era mi propia paranoia, pero sentía que eso no era del todo real.
Después del entrenamiento, estaba en el vestidor, cambiándome, cuando Emilio se acercó.
Emilio: ¿Todo bien, Isra? Te noto un poco distraído.
TN: Sí... bueno, más o menos.
Emilio: ¿Es por lo que te conté?
Asentí, tirando la toalla al banco junto a mí.
Israel: ___ me escribió anoche, me dijo que estaba bien, pero no sé, algo en su mensaje me dejó con una mala espina. Trigos está por ahí, y no me siento cómodo sabiendo que la puede estar acechando de nuevo.
Emilio me miró con una mezcla de seriedad y apoyo. Sabía que me preocupaba mucho por ella.
Emilio: ¿Le preguntaste directamente? Tal vez está intentando no preocuparte, pero si sientes que algo no anda bien, no dejes de insistir.
Israel: Lo sé, pero no quiero asfixiarla. Quiero darle su espacio, pero al mismo tiempo no puedo evitar sentirme inquieto. Además, ni siquiera hemos hablado de la foto de ella con ese chico , y eso también me está dando vueltas en la cabeza
Emilio asintió, cruzándose de brazos.
Emilio: Entiendo, pero mira, tienes que ser directo. No dejes que todo esto te coma la cabeza. Si te preocupa lo de Trigos, habla con ella. Y lo de ese chico... bueno, tampoco lo dejes para mucho más tarde. Es mejor que todo esté claro.
Suspiré, sabiendo que tenía razón. No podía seguir acumulando todo en mi mente y dejar que las dudas se acumularan. Necesitaba hablar con ___. No solo por el tema de Trigos, sino también por lo del chico. No quería que ningún malentendido se interpusiera entre nosotros.
Israel: Voy a mandarle un mensaje en un rato, a ver si podemos hablar más tarde
Emilio: Hazlo. Ya sabes que si necesitas algo, cuentas conmigo
Mientras lo veía irse, me quedé un momento pensando en cómo abordar todo esto con ___. Quería ser honesto, pero al mismo tiempo no quería parecer controlador o paranoico. Sin embargo, si algo estaba sucediendo con Trigos, no me lo perdonaría si no hacía todo lo posible para protegerla. Saqué el teléfono del bolsillo y abrí nuestra conversación. Le di vueltas a varias frases en mi cabeza, pero ninguna parecía adecuada. Finalmente, opté por algo sencillo:
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TN 💘___, ¿tienes un rato libre más tarde? Me gustaría hablar contigo de algo.
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Envié el mensaje y me quedé mirando la pantalla, esperando una respuesta. Sabía que no podía seguir aplazando esta conversación. Necesitaba aclarar lo de Trigos, lo de su amigo, y sobre todo, asegurarme de que ___ estaba bien, tanto emocional como físicamente. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera por ella, y si eso significaba enfrentar mis miedos y dudas, lo haría.