Cap 61

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Narra Israel: Había terminado el entrenamiento, y todos estábamos en la zona de recuperación. Algunos se quedaban más tiempo para bromear o relajarse, y yo solía ser uno de esos. De repente, Emilio se acercó. Su cara no tenía la expresión despreocupada de siempre. Se notaba algo tenso, como si fuera a soltar algo importante.

Emilio: Oye, Isra, ¿puedo hablar contigo un momento?

Israel: Claro, ¿qué pasa?

Emilio: Es sobre ___. Acabo de enterarme de algo que te podría preocupar.

Israel: ¿Qué es?

Emilio: Trigos está en Argentina. Ese tipo... el que la estuvo acosando.

Mi cuerpo se tensó de inmediato. Trigos. No lo conocía más que de vista, pero ___ me había contado un poco de lo que pasó con él. Sabía lo incómoda que la había hecho sentir, y ahora, ¿me estaba diciendo que estaba en Argentina, donde ella estaba?

Israel: ¿Cómo sabes eso?

Emilio: Lo vi en redes sociales, al parecer, lo vieron en Buenos Aires.

Mi mente se llenó de mil pensamientos. Sabía que ella había tenido que lidiar con Trigos en México, pero nunca imaginé que el tipo la seguiría hasta Argentina. ¿Qué estaba buscando? ¿Por qué no la dejaba en paz?

Israel: ¿Y sabes si ___ está bien? ¿Si ha hablado con él?

Emilio: No estoy seguro. Lo único que sé es que ella lo había rechazado antes, pero no me extrañaría que la busque otra vez. Es un tipo insistente.

Las palabras de Emilio hicieron que mi preocupación creciera aún más. Sabía que debía hacer algo, pero ¿qué? Estaba a miles de kilómetros, y aunque confiaba en que ___ sabía cómo cuidarse, el hecho de que Trigos estuviera ahí, rondando, no me dejaba tranquilo.

Emilio: Mira, Isra, sé que no es fácil, pero tal vez deberías hablar con ella. Preguntarle directamente si está bien.

Asentí, aunque seguía sintiéndome impotente. Trigos era un tipo molesto y aunque ___ no me había contado nada últimamente, tenía la sensación de que no me lo estaba diciendo todo. Tal vez para no preocuparme, pero eso solo hacía que yo me sintiera peor.

Israel: Sí, tienes razón. Le voy a mandar un mensaje... ahora mismo.

Escribí el mensaje, pero no sabía exactamente cómo abordarlo. No quería parecer paranoico, pero al mismo tiempo, necesitaba asegurarme de que estaba bien. Después de unos segundos de dudar, le mandé algo simple:

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TN 💘

Israel: Oye, ___, Emilio me contó que Trigos está en Argentina. ¿Todo bien por allá? ¿Te ha buscado? Por favor, dime si necesitas algo.

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Suspiré, dejando el teléfono a un lado mientras esperaba su respuesta. No podía dejar de sentir la tensión en el aire. Emilio me miró con un gesto de apoyo, pero sabía que, hasta que no hablara con ___, no me sentiría tranquilo.

Israel: Gracias por decírmelo, Emilio. De verdad.

Emilio: No hay de qué, Isra. Sabía que tenías que saberlo.

Me quedé ahí, en la sala de recuperación, esperando que mi teléfono vibrara, con el peso de la preocupación en el pecho. Y mientras esperaba, no podía dejar de pensar en lo que haría si ese tipo se acercaba más a ___. No iba a permitir que la lastimara de nuevo.

Pero te conocí. -Israel Reyes y tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora