Narra Israel: Al día siguiente me desperté más temprano de lo habitual. Tenía la cabeza llena de pensamientos después de la conversación con ___. Quería estar ahí para ella, protegerla del tipo ese, Trigos, y también aclarar lo de Nailea. Aunque le había dicho la verdad, podía notar en sus mensajes que aún tenía dudas.
Quería despejarme con un buen entrenamiento, aunque sabía que iba a ser difícil con todo lo que tenía en la cabeza. Al llegar, vi a Henry y Chava bromeando en la entrada. Les di una media sonrisa y un saludo rápido antes de dirigirme al vestuario.Henry: Ey, Isra. ¿Estás bien, bro? Estás más callado de lo normal.
Lo miré, dudando por un momento si debía contarle algo. Pero Henry y yo habíamos sido buenos amigos durante bastante tiempo, y sabía que podía confiar en él.
Israel: Sí, más o menos. Tengo muchas cosas en la cabeza.
Henry: ¿Es por ___?
Israel: Sí, y también por todo lo que está pasando con Nailea, y ese tipo, Trigos, que la está molestando.
Henry: ¿Nailea? ¿Otra vez ella?. Sabía que las ex eran un problema, no sé, ¿por qué no la cortas de una vez?
Israel: Ya lo hice, hermano. El problema es que sigue apareciendo de alguna forma. Es como si no entendiera que ya no hay nada entre nosotros. Y encima ___ vio esa maldita foto de Nailea con una sudadera idéntica a la mía. Me explicó que la hizo sentir mal. Lo último que quiero es que piense que no puede confiar en mí.
Henry: ¿Y lo de Trigos?
Israel: Parece que la ha estado acosando de nuevo en Argentina. No sé bien qué hacer. ___ no quiere que me involucre, dice que lo puede manejar sola, pero no me siento cómodo con eso.
Henry: Mira, bro, a veces una chica quiere manejar las cosas a su manera, pero eso no significa que no puedas estar ahí para ella. No tienes que solucionar el problema directamente, pero puedes estar presente, ser su apoyo. Y con lo de Nailea, tal vez sea hora de hablar con ella de nuevo, pero esta vez con claridad absoluta. Corta cualquier lazo que aún quede.
El entrenamiento comenzó, pero mi mente seguía volviendo a ___ cada tanto. Entre jugadas, pasadas y estiramientos, pensaba en cómo iba a hablarle más tarde. Quería que supiera que, sin importar lo que pasara, yo iba a estar ahí para ella.
Después de la práctica, fui directo a los vestuarios, sin perder tiempo. Mi teléfono vibró en mi bolso y lo saqué de inmediato, esperando que fuera un mensaje de ___. Pero no lo era. Era de Nailea.
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+52 55...Xx: Hola Isra, soy Nailea, necesitamos hablar.
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Resoplé con frustración. Henry tenía razón, tenía que cortar esto de raíz de una vez por todas. No podía permitir que siguiera interfiriendo, especialmente ahora que las cosas estaban tensas con ___.
Salí del vestuario y me dirigí a una esquina tranquila del complejo. Abrí la conversación con ___ y le escribí:
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TN 💘Israel: ¿Podemos hablar más tarde? Quiero aclarar algunas cosas, sobre Nailea y también lo que me contaste de Trigos.
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Guardé el teléfono en mi bolsillo y comencé a caminar hacia la salida. No sabía cómo iba a resultar la conversación, pero tenía claro que necesitábamos ser completamente honestos si queríamos superar todo esto juntos.