“Querido Liam: ¿Cómo has estado?”
Empujo la hoja hacia abajo y gruño un poco porque ni siquiera puedo comenzar la carta.
Cuando Phoebe sugirió que le escribiera a a Liam, pensé que sería buena idea empezar con una disculpa por cómo quedaron las cosas entre nosotros. Pero viendo la hoja en blanco frente a mí, me parece una tontería.
Estoy a punto de arrugar la hoja y lanzarla al bote de basura cuando escucho un golpe en la habitación del otro lado del pasillo, luego un sollozo. ¿Sollozo? ¿De Marcie?
Salgo de mi habitación con la carta en mi mano para entrar en la de mi gemela, no toco la puerta porque nunca lo hago, solo voy directo a su cama donde ella está acurrucada.
—¿Qué pasó? —pregunto directamente.
Marcie aparta la almohada de su cara para mirarme y evita mi pregunta con otra, señalando el papel en mi mano.
—¿Qué es eso?
Levanto el intento de carta y lo agito frente a mí, luego me recuesto a su lado.
—Es una carta para Liam, Phoebe piensa que es una buena idea pero todavía no sé qué decir, excepto preguntar si está bien o si ha comido como si fuera su madre.
Mi hermana mayor pone los ojos en blanco, se endereza sobre la cama para quedar recostada sobre la almohada que antes tenía en un abrazo.
—No eres su madre, Mads. Eres la única que piensa eso porque todos los demás sabemos que el pequeño rubio tiene un enamoramiento de ti.
—¿Qué? —chillo—. ¿Lo sabes? ¿Todos lo saben?
Marcie hace una mueca.
—Estoy segura que si. Al menos mamá lo sabe, obvio Phoebe y seguramente la señora Grey. Solo sus padres y el nuestro ignoran todas las señales.
Rayos.
Levanto el papel y vuelvo a leer las líneas que escribí, sin saber cómo pasar de una trivialidad a temas más profundos sin parecer desesperada. ¿Y por qué ahora me cuesta tanto hablar con Liam cuando era tan sencillo en el pasado?
—¿Qué debería escribir? —le pregunto, porque si alguien sabe cómo ser directa, es mi otra mitad.
—Hmm. Dile que estás libre y que estarás esperando que regrese convertido en todo un hombre. Sé de primera mano que el ejército y la adultez hacen atractivos a los hombres.
Mi cara se arruga en un gesto de desagrado que hace reír a mi hermana.
—No estás pensando en Jamie, ¿Verdad?
Como esperaba que lo hiciera, ella suelta una carcajada.
—Dios, no Mads, estaba pensando en Reynolds. Las fotos de antes demuestran que era un chico delgado y frágil, nada comparado con el tipo caliente lleno de músculos que es ahora.
Su risa se detiene y se convierte en un suspiro tembloroso.
—¿Y qué pasó? —esta vez no voy a dejar ir el tema, necesito saber que ocurre con mi gemela.
Espero en silencio hasta que decide hablar, lo que no es típico en ella. Mi hermana es la persona más directa y sincera que conozco. Bueno, ella y papá.
Marcie vuelve a suspirar.
—Es Reynolds. Él dijo que quería que fuera su novia.
Yo inclino la cabeza.
—Pensé que ya lo eran. Todo el tiempo están juntos, y si no lo están, estás mandándole mensajes de texto o hablando de lo caliente que es.
Mi hermana mayor frunce las cejas.
—No lo somos, dejé claro que era solo algo temporal y no pensé que lo tomaría como algo más, no sé... Formal.
—Marcie... —giro para mirarla de frente—. Si él no lo hubiera mencionado, ¿Estarías con él justo ahora?
Ella aparta la mirada y sus ojos se llenan de lágrimas que trata de ocultar.
—Si.
—¿Cuál es la diferencia entre tu relación con Reynolds y la mía con Brian? Aparte del hecho de que es un gusano infiel. —Marcie no responde, así que sigo hablando pero cambiando de estrategia—. Si, tienes razón. Todos son iguales, un asco. Mejor seamos gemelas solitarias deprimidas.
Marcie frunce las cejas al instante.
—¿Gemelas deprimidas? —las lágrimas en sus ojos se deslizan mientras se ríe—. Mierda, no estoy tan derrotada. Y mi Rey de ninguna manera se parece a esa basura que llamas ex prometido, es mucho mejor.
—Lo sé.
—Por supuesto, es atento y lindo, y siempre quiere ayudarme. Además, ¿Mencioné que es sexy?
Sigo fingiendo.
—No lo dijiste, hermana.
Ella se incorpora y me empuja del hombro.
—Odio cuando usas tu maldita psicología perversa.
Es mi turno de reír, así que lo hago y me enderezo para quedar frente a ella.
—Es inversa, no perversa, Marcela. —corrijo y ella resopla.
—Entonces, ¿Qué le vas a escribir a Liam?
Vuelvo a mirar la hoja con las pocas líneas que escribí, sin estar segura todavia de lo que quiero decir. Marcela me arrebata la carta, la lee, luego se estira para alcanzar una pluma de su buró y comienza a escribir.
—¿Qué haces? —chillo, ella me empuja.
—Te estoy ayudando. —continua escribiendo y mientras lo hace, comienza a decirlo en voz alta—. Querido Liam, terminé mi compromiso con el estúpido de Brian y estaba pensando en ti. Ojalá puedas volver pronto para que podamos hablar de nosotros, mientras tanto, ¿Podemos ser amigos? Tuya, Maddie.
Ella debe haber perdido la cabeza de tristeza.
—No le voy a enviar eso a Liam, ¿Estás loca? —me quejo, leyendo su mensaje corto y conciso—. Admito que es un buen texto, pero demasiado directo. ¿No crees que se asuste? Tal vez ya no se acuerda de mí.
O conoció a alguien ahí, no lo sé. Seguramente hay cadetes mujeres o personal médico y administrativo, y Liam es un chico guapo. ¿Qué disparates estoy diciendo? Sacudo la cabeza para alejar esos pensamientos.
—Envíalo Mads, es justo lo que deberías decir y lo sabes.
Bien, si ella quiere jugar a esto, lo haré.
—Dame tu teléfono. —extiendo la mano hacia ella—. Marcie, dame el teléfono.
—¿Por qué? —dice, pero pone el aparato en mi mano y lo desbloqueo porque tenemos el mismo nip.
—¿Quieres que le envíe la carta a Liam? Lo haré si tú le mandas un mensaje a Reynolds. —mis dedos vuelan sobre el teclado porque soy toda una experta.
*Nene, por favor perdóname, me encantaría ser tu novia. Te extraño mucho*
Cuando el mensaje está listo, lo vuelvo a leer y presiono la tecla enviar ante los ojos bien abiertos de mi hermana. Espero a que se confirme el envío y le devuelvo su móvil.
—Ahí tienes, arregla las cosas con tu novio mientras yo le mando esta carta a Liam. —me levanto de la cama y sacudo mi mano—. No dejes ir a ese chico o alguien más podría ganártelo.
Mi gemela frunce las cejas.
—Sobre mi puto cadáver.
Eso pensé.
Salgo de su habitación y un segundo después, Candy Shop suena en su teléfono con una llamada entrante.
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.¡Actualización!
ErikaJimenezCastillo Hermosa, ¡Feliz cumpleaños! Que la sigas pasando genial en tu día. 🥳🎂🎉
💙✨
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Nosotros (Mío #5)
FanfictionQuinto libro de la serie Mío. Aquí encontrarás las historias de los hijos de nuestros policías favoritos.