Ha sido muy difícil para mí estar lejos de Jamie, sobre todo cuando tengo que escuchar a Liam hablarme de sus citas con su novia, o ver a Teddy salir con chicas cuando está en casa.
¿Por qué yo no puedo hacer eso? Es tan injusto.
Estoy tratando de ser fuerte y tomarlo con madurez, pero tengo qué admitir que mi estado de ánimo no ha sido el mejor en los últimos meses, incluso me he vuelto más apática.
Paso la puerta principal de la casa y me dirijo a la cocina donde papá, mamá y Harry me esperan. Dejo la mochila en el piso, me lavo las manos y me siento a la mesa para comer con mi familia.
—¿Cómo fue la escuela, cariño? —mamá sirve mi plato y pregunta.
—Bien, lo de siempre. —este parece ser un buen momento para conversar con ellos, así que continúo—. He decidido qué me gustaría estudiar cuando vaya a la universidad.
Todos dejan lo que están haciendo para mirarme: papá baja su cuchara, Harry me mira y mamá lanza vistazos nerviosos a mi papá.
—¿Y qué sería eso, pequeña? —Papá contiene el aliento.
Lo he pensado por un tiempo y creo que es lo correcto para mí.
—Voy a ir a la escuela de enfermería.
Me miran por largos segundos, luego los escucho susurrar:
—Mierda, si. —dice papá al tiempo que mamá agrega:— Gracias, Dios.
¿Qué creían que diría?
—Eso es genial, mi amor. —mamá sonríe y palmea mi mano sobre la mesa—. Me gustaría mucho ayudarte con lo que sea que necesites.
—Gracias. —miro ahora a mi padre, esperando su aprobación.
Por un segundo me parece que sus ojos grises se nublan con humedad. Luego se pone de pie y se acerca para abrazarme.
—Carajo, Cerecita. Te dije que este día llegaría demasiado pronto. —me besa en la cabeza sin apartarse—. Mi pequeña niña está yendo a la universidad.
Me deja ir y vuelve a su silla, frotándose los ojos discretamente mientras mamá le acaricia el brazo. Solo Harry continúa comiendo.
—Detecto algo de favoritismo aquí. —señala a papá y mamá con la cuchara—. Cuando Ted dijo que iría a la universidad, solo dijeron: "ya era la maldita hora".
—¡Harry! —le gritamos los tres al mismo tiempo, pero mi hermano nos ignora y sigue comiendo.
Y tiene razón, eso en realidad pasó.
Después de comer subo a mi habitación a hacer la tarea, leo un poco antes de la cena y me alisto para ir a la cama. Estoy terminando de trenzar mi cabello castaño cuando alguien golpea la puerta.
—¿Cielo? —mamá asoma la cabeza—. ¿Puedo pasar?
Me giro en el banquillo para mirarla, ella ya tiene la mitad del cuerpo dentro de mi habitación.
—Si, mamá. ¿Es sobre la escuela de enfermería?
—Mmm, no.
Camina dentro y se sienta en el borde de la cama, luego me hace una seña para que me siente a su lado.
—Luke llamó. —¿el señor Sawyer?—. La abuela Judy murió.
Oh, dios mío.
Mi mano sube para cubrir mi boca abierta de asombro, la tristeza me hace caer los hombros porque la abuela de Jamie siempre fue muy amable y dulce conmigo.
—Oh, no. ¿Jamie?
Mamá asiente.
—Ya le llamaron, dijo que vendría en el primer vuelo que le autorizaran a tomar.
—Bien.
Mi chico, a quien no he visto en más o menos un año y medio. Realmente esperaba que cuando pudiera verlo fueran vacaciones o algo de tiempo libre. No así.
Mamá palmea mi pierna para atraer mi atención.
—Tu papá y yo saldremos en este momento a ver a los Sawyer un rato. Mañana irán ustedes tres con nosotros, estoy segura que Jamie y las chicas necesitan todos los abrazos que puedan recibir.
—Si.
Ella sale de la habitación y me quedo ahí pensando en mi reencuentro con Jamie y las cosas que podría decirle para reconfortarlo. También debo hacer algo por sus hermanas y sé que Liam va a ayudarme con eso.
Convencí a mamá que no debería ir a la escuela por este día y me quedé en casa para hornear galletas, preparar sandwiches y algunas bebidas para llevar a la casa de los Sawyer. Así, tan pronto como Harry llega de la escuela, papá nos lleva a la funeraria.
Quiero llorar tan pronto como estamos ahí por todas las expresiones tristes y llorosas. La señora Sawyer es de las más afectadas, sentada a un lado con mi madre, y Marcie y Maddie solo permanecen de pie junto al féretro de su abuela.
Sigo a papá hacia donde ellas están y les ofrezco abrazos fuertes, antes de ir con su madre. El señor Sawyer atraviesa la sala para abrazar a papá.
—Christian... —le palmea la espalda como si fuera mi padre quien necesita consuelo—. Carajo, no puedo hacer esto. La extraño tanto.
—Lo siento mucho, Luke. —papá lo abraza de vuelta y creo que es la primera vez que lo veo hacerlo—. Lo dije ayer, estoy aquí para ti.
—Gracias.
Papá se aparta y doy un paso al frente para ofrecer mis condolencias al padre de Jamie, que también me abraza fuerte. Harry también recibe un abrazo.
—Por favor, pasen. —el señor Sawyer señala unas sillas junto a su esposa y mi mamá—. Será una tarde muy larga. Y Jamie debería estar aquí en algunas horas.
¿Jamie? A pesar de la situación tan triste, una pequeña sonrisa se estira en mis labios por la idea de ver a mi chico. Es así como Liam me encuentra cuando se sienta a mi lado.
—¿Por qué sonríes? ¿También estás en la negación?
Mi expresión cae y golpeo la pierna de mi mejor amigo.
—No, solo estoy siendo una mala persona. —digo, y él espera a que le explique—. Estoy feliz porque veré a mi novio.
Liam pone los ojos en blanco.
—Murió su abuela, Phoebs. Es una mala razón para estar en casa.
—Lo sé. —lágrimas se forman en mis ojos—. Es solo que lo extraño tanto.
El rubio se queda callado por un momento, y estoy por preguntarle si ya fue a dar sus condolencias a las rojas cuando mi hermano entra a la sala seguido por una figura más alta que él.
Un vistazo al uniforme militar hace que mi corazón retumbe contra mi pecho.
Jamie está aquí.
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Nosotros (Mío #5)
Fiksi PenggemarQuinto libro de la serie Mío. Aquí encontrarás las historias de los hijos de nuestros policías favoritos.