—¡Nena, es hora de levantarse! Se acabó la fiesta de la autocompasión.
Rayos.
Se que papá quiere animarme, lo han intentado desde que Jamie se fue la semana pasada, pero yo solo quiero que me dejen en paz. Y dormir.
Papá corre las cortinas de mi ventana a los lados, dejando entrar la luz cegadora del sol de la mañana.
—Papá, es sábado. Se supone que puedo quedarme en cama todo el día.
—No, Phoebe. Hoy no. —se detiene frente a mi cara llorosa e hinchada y agita la bolsa de plástico en su mano—. Es el gran día de tu mamá y tienes qué estar ahí.
Estoy tentada a cubrirme la cara con la manta, pero la curiosidad por saber lo que planea papá me hace mirar lo que me trajo.
—¿Qué es eso? —me enderezo para verlo mejor.
—El vestido para la Gala de esta noche.
—¿La gala? ¿No era el próximo mes?
—No. —abre la funda para que pueda ver mejor el vestido—. Eso dije el mes pasado. La gala es esta noche.
—¿Y tengo qué ir? —me señalo para que vea el desastre que soy. No estoy de humor para maquillarme ni nada.
—Todos vamos a ir, Phoebe. Por fin el viejo Abernathy se está retirando y tu madre obtiene su puesto.
—Bueno, rayos. —empujo las cobijas y me levanto para espabilar un poco—. ¿Quién escogió mi vestido? ¿Tú?
—Tu madre. —se dirije a la puerta de mi habitación y gira en el último segundo—. El chico de los Kavanagh también estará ahí, y todos tus tíos, así que no te vas a aburrir.
—¿Dónde está mamá? —pregunto antes de que cierre la puerta porque ella habría sido más amorosa para despertarme.
—En la oficina, firmando los nuevos documentos. —mira el reloj en su muñeca—. Nos vamos a las 7, tienes tiempo de buscar todo lo que necesitas.
—Claro.
Considero volver a meterme en la cama cuando la puerta se cierra, pero papá tiene razón, este es el día de mamá y nos necesita a todos ahí. Tomo el móvil de la mesita y le envío un mensaje a Liam.
*¿Es cierto que vienes a la Gala de la policía?*
Le toma pocos segundos responder.
*Si. Papá dice que tu papá siempre los hace ir, pero ahora yo también soy parte de la orden*
Carajo.
*Lo siento, Li. Papá cree que tenerte ahí me va a ayudar a dejar de pensar en Jamie. ¿Traes a Louisa contigo?*
*Mierda, no. No quiero que conozca a mis papás nunca*
*Entonces serás mi cita. Te veré más tarde*
Con ese asunto aclarado, lo primero que hago es bajar a desayunar. Luego me aseguro que tengo los zapatos y el bolso a juego con el vestido azul celeste que eligió mamá.
Cuando tengo todo en orden, elegido el peinado, el maquillaje y los accesorios, tomo una ducha muy larga. Pensé que tendría el tiempo suficiente, pero cuando vuelvo a mirar el reloj, solo me queda una hora para terminar de arreglarme.
Veinte minutos antes de las 7 bajo las escaleras con cuidado y encuentro a mis hermanos en la sala, listos con sus trajes y luciendo como si fueran realmente galanes.
—Los cadetes de la academia no van a la gala. —señalo a Teddy.
Él sonríe con una mueca de fastidio.
—Voy como hijo de la capitana Grey, no como cadete. —sus ojos se entrecierran sobre mi—. ¿Jamie sabe que vas a la gala?
—Si. Le envié un mensaje de texto. —diciéndole que ojalá estuviera aquí para ir conmigo—. Además, sus papás también vienen.
Mi hermano mayor desvía la mirada a la escalera por dónde papá y mamá bajan, papá llevando un traje en color negro y mamá luciendo un bonito vestido en color azúl oscuro.
—¿Listos? —mamá nos mira a cada uno—. Es la hora.
—Si.
Papá nos empuja a todos hacia los autos, pone la alarma y sube al puesto del conductor. Hoy voy con él y mamá mientras Harry acompaña a Ted en su auto.
Debo admitir que estoy un poco emocionada. Nunca se nos permitió venir con ellos y hoy estaremos todos reunidos aquí, así que se siente como una gran fiesta familiar.
La línea de autos que esperan para bajar pasajeros es enorme, por fortuna papá tiene un puesto exclusivo en el estacionamiento más cercano. Él y Todo conducen hacia ahí para que bajemos todos juntos.
—Escuchen. —nos detiene antes de entrar—. Es obvio, pero voy a repetirlo porque no quiero ningún maldito error. Hoy nadie bebe. —su mirada se clava en Ted—. Y llegamos juntos, nos vamos juntos.
—¡Diviértanse! —chilla mamá, luego todos entramos al salón concurrido.
Todo lo que veo son hombres mayores con trajes, señoras con vestidos largos y peinados altos, incluso un par de niños pasan corriendo por mi lado. Cuando vuelvo a mirar, papá y mamá se alejan hacia un grupo de personas.
—¡Voy a buscar a Liam! —les digo cuando se detienen a mirarme.
—Bien. —papá asiente.
Por supuesto mis hermanos están en un extremo mirando a todos lados, y podría apostar a qué Harry está planeando robar algunos bocadillos.
Sabiendo que Liam probablemente haga lo mismo, me muevo por el centro del salón hacia las mesas de los canapés, pero antes de que llegue ahí veo el cabello rubio de mi mejor amigo.
—¡Hey, Liam! ¡Li! —el tonto no me escucha—. ¡William!
Lo alcanzo y le golpeo el hombro con las cejas fruncidas lista para soltarle unas cuantas palabras, pero el chico rubio que gira para mirarme no tiene los ojos verdes de mi mejor amigo.
—¿Louisa te obligó a usar lentes de contacto? —los ojos de Liam son bonitos, no necesita cambiarlos—. ¿Y por qué llevas un uniforme...?
... De la academia de policía.
El chico me dedica una gran sonrisa.
—No conozco a ningún Liam, pero te aseguro que estos son naturales. —señala sus ojos rodeados de bonitas pestañas oscuras—. Y mi padre insistió en que debía usar uniforme.
Por debajo de su saco de color azul marino, la camisa azul celeste de la policía que he visto en Teddy resalta sus ojos.
Oh, bendito dios.
Golpeé al chico equivocado.
Mis mejillas se calientan cuando el rubor las alcanza.
—Siento tanto haberte golpeado.
—Te perdono. —sonríe, sus ojos se mueven de arriba a abajo por mi vestido—. Solo porque tu vestido combina con mi camisa, y la gente pensará que somos pareja.
—Pero no lo somos.
—Aún. —estira su mano para que la estreche—. ¿Cómo te llamas, querida dama golpeadora?
Idiota.
—Phoebe Grey. ¿Y tú quien rayos eres?
Se pasa la mano libre por su cabello rubio.
—Jase Abernathy.
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Nosotros (Mío #5)
FanfictionQuinto libro de la serie Mío. Aquí encontrarás las historias de los hijos de nuestros policías favoritos.