—¡Liam, espera! ¡Liam!
Voy detrás de él porque todos los demás, incluidos sus padres, se quedaron tan sorprendidos como pegados en su asiento.
Le doy alcance en el vestíbulo del hotel y me cuelgo de su brazo para que se detenga.
—Bueno, alto ahí. ¿Por qué estás tan enojado?
Mi mejor amigo bufa con una clara expresión de enojo.
—¿Que quieres, Phoebe? ¿Quieres que me quede a verla con él? —se pasa las manos por el pelo—. ¿Y quién carajos es ese?
—No lo sé. Pero Liam, ¿Qué hay con Louisa?
Su expresión cambia a una confundida.
—No hay nada con ella, sabe que no significa nada para mí.
—Eso es muy cruel, Li.
Mi amigo respira tan profundo que sus fosas nasales se dilatan, pero no logra calmarse lo suficiente porque veo el color rojo de la furia subir por su cuello.
—¡Ella lo prometió! ¡Es una maldita mentirosa!
—¡William! —ahora está molestándome—. Es como 10 años más grande que tú, ¿Esperabas que pasara la vida sola? ¿Preguntándose si te mantendrías firme o si cambiarías de opinión cuando tuvieras 20? Estás siendo egoísta con ella.
—No me importa. —la mirada de Liam se dirige a la izquierda y yo giro para ver ahí a su mamá—. Dile que no tengo apetito, me voy a casa.
Y con eso él se aleja por la acera. La tía Leila se acerca con los ojos llorosos y la mirada preocupada.
—Dios, ¿Es esto lo que creo que es? —suspira, sin esperar mi respuesta—. Creí que le tenía cariño por todas las veces que lo cuidó de niño.
—Lo sé. Pero también dice que ha estado enamorado de ella desde los 12.
La tía Leila me mira con los labios aplanados en una fina línea.
—¿Pues qué carajos comieron ustedes dos? Eran solo niños, ¿Se pusieron de acuerdo para obsesionarse con los Sawyer?
¿Lo hicimos?
Bueno, rayos. Al menos yo sé que Maddie siempre fue nuestra linda niñera, como una hermana mayor que nunca tuve. Y enamorarme de Jamie fue lo más natural porque crecimos juntos.
Supongo que es lo mismo para Liam, no es que lo vaya a decir a mi tía Leila. En su lugar, tomo su brazo y la llevo conmigo dentro del restaurante en donde nuestras familias están discutiendo alto y claro.
—¡Por supuesto que será una Sawyer! ¡Llevará el apellido de su esposo! —grita el señor Sawyer.
—¡Pero es una Grey, puede conservar su apellido si quiere! —papá le contesta—. Y será una mujer independiente que no dependa de su esposo!
—¡No mientras viva bajo nuestro techo! —el señor Luke señala a Jamie—. Nuestra casa es lo suficientemente grande para que vivan con nosotros después de que se casen.
Jamie abre mucho los ojos por la sorpresa. No responde porque mi papá lo hace primero.
—También podrían vivir con nosotros, así puedo mantener a un ojo en tu hijo y asegurarme que es bueno para mi hija.
¿Qué?
Todos miran el intercambio entre mi papá y el señor Luke, con Jamie entre ellos con una expresión curiosa. Me busca con la mirada y sonríe de forma incómoda.
—¡Por supuesto que no! Lo normal es que vivan en la casa del esposo.
—¿Según, quién? —dice papá y luego ambos miran a Jamie.
—Bueno, mierda. —mira de un lado a otro—. No lo hemos hablado pero en realidad me gustaría que tuviéramos nuestros propio espacio.
¿Qué?
Nuestros papás están a punto de replicar cuando me aseguro de gritar y correr hacia mi prometido.
—¡Eso me gustaría mucho! —lo abrazo y le dedico una gran sonrisa—. Podría trabajar medio tiempo para que rentemos un apartamento.
—Eso no será necesario, nena. Reynolds y yo tenemos algunas propuestas de trabajo que pondremos en marcha.
—Bueno, mierda. —papá gruñe, mirando a mamá—. Vamos a ponerlos en territorio neutral, ¿Está bien? —su suspiro es casi imperceptible—. Tu madre y yo tenemos un apartamento que podrían usar.
—¿Qué? —todas las cabezas giran en dirección a él—. ¿Harías eso por mi?
La sonrisa de mamá es tan grande y brillante que siento que hay algo más ahí.
—Si, por supuesto que haríamos eso por ti, cariño.
Miro a mi chico esperando que esté de acuerdo porque en verdad me gustaría tener privacidad para estar con él y recuperar todo el tiempo perdido.
Los meseros entran interrumpiendo el momento y todos tomamos asiento para disfrutar el desayuno, mi curiosidad me pica por saber de esos planes de Jamie y su amigo tienen.
El chico mira divertido de uno a otro, sus ojos se detienen mucho más en la única pelirroja que no está acompañada y me pregunto si causará muchos problemas mientras está aquí.
Mi atención vuelve a mi familia pero antes de que me dé cuenta, el desayuno terminó y todos tenemos que volver a nuestras labores. En mi caso, implican ayudarle a mi prometido a instalarse en la casa de sus padres.
—Supongo que tu amigo viene con nosotros. —el señor Luke mira a Reynolds.
—¿Te parece bien? Podría conseguirle un lugar en el hotel. —Jamie señala el vestíbulo.
El señor Luke mira a su esposa por un momento.
—No, está bien. Puede quedarse en nuestro sofá un par de días. —luego su mirada se mueve a mi papá—. Aunque estaba pensando que la casa de tu abuela Judy está libre y tiene suficientes habitaciones. Tal vez tú y Phoebe quieran ir ahí y llevarse a tu amigo contigo.
No puedo creerlo, ¿Están compitiendo por darnos una casa a Jamie y a mi? Rayos. Y estoy lista para tomar la oportunidad ahora.
El desayuno termina de forma pacífica después de eso, así que todos se despiden en la acera mientras yo aferro con fuerza la mano de mi novio. Papá nos mira con el ceño fruncido.
—Phoebe.
—Papá. —bato mis pestañas en un gesto de inocencia.
—¿A dónde rayos crees que vas?
Tengo lista una respuesta pero no es necesaria porque el señor Sawyer abre la puerta corrediza de la mini van y nos empuja a todos dentro.
—Cálmate, Christian. Deja que el par de tórtolos pase su día juntos. —incluso mientras cierra la puerta escucho lo que dice—. Y necesitas aprender que ya no eres el hombre más importante en la vida de tu hija.
Ouch.
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Nosotros (Mío #5)
FanfictionQuinto libro de la serie Mío. Aquí encontrarás las historias de los hijos de nuestros policías favoritos.