La señora Grey va a matarme si se entera. Y el señor Grey va a enterrar mi cadáver en el patio trasero para ocultarlo.
¿Debería confiar en que Phoebe puede mantenerme a salvo?
Rayos.
Phoebe vuelve a restregarse contra mi pene y jadeo, queriendo que se acerque más pero al mismo tiempo esperando a que se aparte.
—Jamie... —gime acercándose a mi oreja—. Tócame.
Cristo.
—Nena, cumpliré 18 dentro de tres semanas y me gustaría estar vivo para entonces.
Mi bonita novia resopla y toma mi mano sin dejar de moverse y la desliza por debajo de su camiseta blanca.
—Tócame, James.
Bueno. Con ella guiando mi mano, al menos puedo alegar que ella me empujó a hacerlo y ambos seríamos culpables. Supongo que es un buen momento para empezar a mentir.
—¿Así? —mis dedos encuentran la tela fresca de su leotardo y se deslizan por el borde para pellizcar su pezón.
No soy nuevo en esto, he tocado tetas antes, dos veces pero nunca llegué más allá. En eso Ted va mucho más adelante que yo, aunque yo jamás podría pasar de una chica a otra después de un par de citas. Y mis hermanas patearían mi culo si lo hiciera.
—Nena, no tenemos qué hacer esto.
Las palabras salen forzadas de mis labios porque toda mi atención y sangre está en mi pene adolorido, y en las bolas azules presionadas debajo de Phoebe. Ella deja de moverse para mirarme.
—Pero quiero tocarte, y quiero que me toques. Y quiero que quieras tocarme.
¿Qué?
—Claro que quiero tocarte, pero no así, cuando tu madre podría entrar a buscarnos en cualquier momento.
Phoebe se desliza de mi regazo hacia la cama y hace un puchero.
—¿No te gusto?
Señalo mi regazo.
—¿Parece que no me gustas? Nena, me gustas mucho. Pero no tienes qué hacer algo solo porque crees que yo quiero.
Sus labios forman una línea y se hace un ovillo a mi lado.
—Pero sé lo que los chicos quieren, lo escucho de Ted todo el tiempo. Y no quiero que toques a otras chicas, Jamie.
—No las tocaré. —no he tocado a nadie desde que ella me lo ordenó—. Solo digo que si solo nos besamos, también está bien.
Se toma un momento para pensarlo, luego una sonrisa lenta se estira en sus labios. Así estamos en silencio cuando la puerta de su habitación se abre suavemente.
—¿Cariño? —la señora Grey asoma la cabeza y podría jurar que dijo gracias, Dios—. Tu papá llamo para avisar que viene de regreso. Supongo que Luke está muy platicador hoy.
Nos mira uno sentado al lado del otro, ambos tranquilos después de esa charla que nos permitió controlarnos. Si hubiera entrado unos minutos antes...
—Jamie, creo que deberías ir a casa, es mejor si no te encuentras con mi esposo.
Rayos. Tampoco quiero verlo.
Mando un mensaje de texto a mis hermanas y luego todos bajamos hasta la sala a esperar que vengan por mi. Liam también está esperando a su papá, pero mis hermanas llegan primero.
Me despido de todos y subo a la camioneta. Marcie es la primera en mirarme por el espejo.
—¿Te divertirse?
—Si. —si ignoramos la molestia en mis pantalones—. Es divertido cuando no está el señor Grey.
Ambas pelirrojas se ríen.
—Chico, por supuesto que es genial cuando puedes besuquear a tu novia sin esconderte.
No voy a confirmar o a negar nada.
—Oh, vamos hermana, sabes que Jamie no haría algo así en la casa de los Grey. —Maddie me defiende como siempre—. Al menos no delante de los padres de Phoebe.
Tal vez estoy loco, o tal vez toda la sangre sigue en mi pene, pero necesito consejos y sé que mis hermanas saben muchas cosas.
—Phoebe dijo que podíamos hacer otras cosas.
Me arrepiento de decirlo tan pronto como Marcie presiona el freno y la camioneta de detiene de golpe. Luego ambas cabezas giran para mirarme.
—Carajo, no. Estoy a favor de la libertad sexual, pero olvídalo, no voy a perder a mi único hermano porque se puso cachondo con su novia menor de edad.
Maddie le hace una seña a Marcie para que se calle, ella también tiene algunas cosas qué decir.
—Tú y ella tienen una relación previa, pero no olvides que su papá es policía, el jefe de nuestro papá ni más ni menos. Y su madre, ¿Quieres que lo diga? Lo mejor es que mantengas tus manos para ti mismo, James.
Bueno, carajo. Esperaba una solución, o al menos una alternativa posible para mí situación. Y que mis hermanas piensen así de mi me molesta un poco.
—Dije que la esperaría, y también que no la voy a presionar. Solo digo que ella quiere pasar a algo más que besos y pues... No sé qué debería hacer.
Mis hermanas vuelven sus vistas al frente y la camioneta se pone en marcha otra vez.
—Creo que no deberías quedarte solo con Phoebe, ya sabes, para evitar cualquier tentación. —sugiere Madds.
—Y pase lo que pase, no le preguntes a papá. —Marcie agrega—. Ni a mamá. En realidad, es mejor que nadie lo sepa.
—¿Por complicidad? —se ríe mi otra hermana.
—Carajo, si. No voy a ir a prisión por qué alguien tuvo sexo con otro alguien que no debería.
La risa de Maddie es más ruidosa por la expresión de Marcie.
—Tengamos confianza en que nuestro Jamie puede controlar sus manos y respetar a la pequeña Phoebe al menos tres años más.
¿Tres años?
Rayos.
Eso es mucho tiempo, ¿Y si no puedo? ¿Y si decide montarse sobre mi y cogerme en seco como lo intentó hoy? Estaré jodido. Y no de la forma excitante.
Necesito mantener mi mente ocupada y mi cuerpo a una distancia segura de mi novia, ¿Pero como? Todos saben que al escuela no es mi fuerte y las actividades extra escolares son aburridas.
Cuando llegamos a casa, voy directo a mi habitación y me siento en la silla frente al escritorio.
—Creo que voy a pedir mi cambio de la Universidad de Washington a la Estatal de Florida.
.
.
.2/2
💙✨
![](https://img.wattpad.com/cover/354264166-288-k191671.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nosotros (Mío #5)
FanfictionQuinto libro de la serie Mío. Aquí encontrarás las historias de los hijos de nuestros policías favoritos.