Capitulo 75. Jamie Sawyer

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¿Qué carajos está pasando?

La tía Leila está llorando desconsoladamente con mi mamá y la señora Grey a su alrededor mientras el tío Ethan señala a papá.

—Esto es culpa de tu hijo, Luke.

—¿De Jamie? —papá arquea las cejas y mi suegro parece confundido—. ¿Por qué?

El hombre rubio me señala con la cabeza antes de volver a hablar.

—Desde que tu hijo se enlistó, nuestros chicos parecen querer hacerlo también. Al menos yo sé que Liam jamás lo habría pensado de no ser porque Jamie lo hizo.

¿Qué? ¿Ahora esto es mi culpa?

La puerta del ascensor se abre y Phoebe sale de él con los ojos rojos y las mejillas manchadas de lágrimas. Su mirada va hacia la tía Leila y niega repetidamente.

—¡No! —se derrumba en los brazos de mi tío y él la lleva hasta el sofá.

Yo me acerco a reconfortar a mi chica.

—Nena, ¿Qué está pasando?

Phoebe sorbe por la nariz antes de mirarme, la irritación en sus ojos empaña el gris.

—Liam se enlistó en la fuerza aérea porque quiere alejarse.

—¿De qué? —no lo entiendo, ¿Terminó con su novia? ¿Le fue mal en la escuela? ¿Y por qué carajos están culpádome a mi?

Mi chica niega con la cabeza, lo que me intriga porque sé que me oculta algo. Estoy a punto de pedirle que me acompañe a la habitación para hablar cuando el puto ascensor vuelve a timbrar y la puerta se abre.

Maldito Reynolds.

Ahora entiendo por qué había una puerta de madera gruesa impidiendo el acceso al apartamento.

La cabeza roja de mi hermana de asoma, sus manos llenas con botellas de vino.

—¡Llegó el alcohol! ¿Listos para celebrar?

La tía Leila suelta otro sollozo desgarrador y el tío Ethan nos sonríe con una mueca forzada.

—Lo siento, creo que no estamos de humor y estamos arruinando el momento para todos. —empuja a su esposa para que camine hacia el ascensor—. Nos vamos, disfruten su tarde.

Nadie los detiene cuando se acercan a la entrada, pero no pasan las puertas metálicas porque Phoebe los detiene.

—Tia Leila, ¿Puedo hablar contigo en privado?

Todos se sorprenden, incluso los Kavanagh. Tía Leila asiente y se suelta de su esposo para seguir a Phoebe al estudio.

Y como no queremos perdernos la conversación, tío Ethan y yo también vamos con ellas.

Phoebe señala la silla y toma la de un lado para estar cerca de ella.

—Ustedes saben que amo a Liam como si fuera mi propio hermano, así que les pido que no tomen a mal lo que tengo qué decir.

Tengo el presentimiento que, lo que sea que mi novia vaya a decir, no les va a gustar ni un poco.

—Por supuesto. —Ethan está tan confundido como yo.

Phoebe presiona sus labios con incomodidad antes de finalmente hablar.

—Creo que este evento es necesario para que Liam pueda empezar a madurar emocionalmente. —se escucha un jadeo, no estoy seguro si es de ellos o mío—. Porque hasta este momento, solo se ha comportado como un niño mimado que piensa que todos deben actuar a su favor.

Mierda.

Los ojos de Leila e Ethan Kavanagh están tan abiertos que podrían salir de sus cuencas. Intento suavizar las cosas que dice mi chica.

—Nena, no creo que...

—¿Sabes por qué se fue? —gira para mirarme con la ceja arqueada—. Porque yo sí, y déjame decirte que estaba siendo muy egoísta con dos personas que conozco.

Bueno, mierda. Lo que dice es suficiente para que me aparte y deje que ella maneje toda la situación.

—¿Te dijo por qué se iba? —tia Leila no lo va a dejar ir.

—Si. Y lo siento si esto es duro para ustedes, pero él ya no es un niño al que deban darle todo lo que pide. Está en camino de ser un hombre y debe aprender que todo se logra con esfuerzo propio, no viviendo de tus padres.

Me estoy sintiendo tan incómodo que quiero salir del estudio, pero dejar sola a Phoebe para lidiar con esto no es una opción.

—¿Es por lo de su novia? —la mujer rubia que conocemos de toda la vida inclina la cabeza—. ¿Terminó con ella y está siendo exagerando?

—Me temo que es peor que eso. —duda por varios segundos—. No sé si debería decírtelo, pero necesito que entiendan que esto es necesario para él.

—Oh. —tia Lay mira a su esposo, y yo apenas noto que ella dejó de llorar—. Prometo que no diré nada de esto.

—Bien. —Phoebe suspira—. Está enamorado de otra mujer mientras él tiene novia. ¿Ves lo egoísta que es? ¡Le miente a Lou y se enoja con...!

Se interrumpe y luego sacude la cabeza.

—No es justo para nadie y solo se miente a si mismo. Sin mencionar que no tiene ninguna consideración por los sentimientos de ellas.

Se queda en silencio y a los Kavanagh les toma largos segundos ver las cosas desde su perspectiva.

—Bueno, cuando lo pones así, claro que necesita tomar distancia. —Tio Ethan le lanza un vistazo a la tía Leila.

Una mirada extraña pasa entre ellos antes de que sea Leila quien hable.

—Si, ahora que lo sé, pienso lo mismo. —se estira para tocar la mano de Phoebe—. Gracias cariño, definitivamente soy la primera en estar a favor de las distancias que son necesarias. Y Liam está demasiado consentido.

—Lo sé. —mi chica también sonríe—. Madurará.

—Si.

Cuando ellos parecen satisfechos con las palabras de Phoebe, grandes sonrisas se estiran en sus caras y se ponen de pie.

—Creo que estoy de humor para esa copa de vino. —nuestra tía sonríe—. Cariño, ¿Te parece si nos quedamos un rato?

—Me encantaría. —dice, luego ambos salen del estudio para reunirse con nuestros padres.

Phoebe también se levanta de la silla y se acerca a dónde estoy recargado para abrazarme.

—Catástrofe evitada, nene.

—Eso parece. —intenta salir de la habitación pero sujeto su muñeca para detenerla—. ¿Me dirás a mi quién es la otra mujer de la que Liam está enamorado?

No estoy seguro de que me guste la expresión en su rostro.

—No quieres saber, Jamie. No estás listos para esa conversación.

¿Qué?

¿Esa mujer es ella?

Carajo.

Nosotros (Mío #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora