Capítulo 76. Theodore Grey

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No sé qué rayos está pasando con todos.

Jamie se enlistó, Liam acaba de hacerlo y ahora mis padres temen que Harry siga su ejemplo. Yo creo que no lo hará simplemente porque no hay videojuegos en el ejército.

Giro sobre el asiento del auto patrulla para mirar a Jase.

—Tu papá también estuvo en el ejército, ¿Por qué tú no lo hiciste?

Jason hace una mueca curiosa.

—Papá quería mandarme a una escuela militarizada, pero mamá no estaba de acuerdo con eso porque creía que me daría ideas.

—¿Qué tipo de ideas? ¿Sobre enlistarte?

—Si.

Rayos. Sigo creyendo que Jamie hizo lo mejor que podía, dadas las circunstancias. Y lo que sea que les haya dicho Phoebe a los Kavanagh el otro día, los dejó más tranquilos.

Incluso se quedaron para ayudar a mi mamá y a la de Jamie a organizar los detalles de la boda.

Boda.

Mi mejor amigo se va a casar con mi hermana y apenas tiene 21 años. Somos demasiado jóvenes para sentar cabeza.

Miro de nuevo a Jase y él sacude la cabeza con una puta sonrisa en la cara.

—Deberíamos irnos antes de que nos vean, no estoy de humor para recibir una reprimenda de Phoebe.

Maldito miedoso.

—No estamos aquí para ver a mi hermana, estamos... —señalo la calle por encima del volante—. Cuidando a los estudiantes que pasan por aquí.

Jason arquea las cejas por encima de los lentes oscuros y si, carajo, estoy mintiendo porque no voy a aceptar la verdad. Sobre todo sabiendo que la chica en cuestión ni siquiera mira en mi dirección cuando estoy cerca.

Es como si yo tuviera algún tipo de infección contagiosa por la forma en que ella curva los labios y arruga la nariz.

—Si, tienes razón. Esto es una bobería. —enciendo el auto y me incorporo al tráfico—. No tengo tiempo para perseguir a una chica.

El puto Jase se ríe.

—Una chica que se aleja de ti, querrás decir. Y es lo mejor, Ted, la chica está absolutamente fuera de tu liga.

Maldito tipo.

Presiono el freno de golpe y su odiosa cara casi toca la consola del auto.

—¿Quieres cerrar la maldita boca? No necesito que me digas lo mismo que Phoebe dice. —ella parece estar segura de que Jenny no se interesará jamás en mi, lo que significa que tampoco me ayudará.

—Bien, hombre. —se queja—. Si no quieres escuchar a tu hermana ni a mí, ¿A quien si escucharías?

Reanudo la marcha mientras pienso.

¿A papá? No, él asegura que mamá se lanzó a sus brazos. ¿Jamie? El cabrón prácticamente hace lo que mi hermana le diga desde que teníamos 14 años.

Miro a Jase con la confusión clara.

—¿Qué personas con relaciones exitosas conozco?

Él se señala.

—Yo soy excelente dando consejos, pero eres demasiado orgulloso para escucharme.

—¡No tienes una relación exitosa!

—¡Porque no quiero! —chilla—. No he conocido a nadie que me atraiga lo suficiente para intentarlo.

Lo miro fijamente y arqueo una ceja.

Nosotros (Mío #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora