Capítulo 55. Phoebe Grey

306 84 5
                                    

Teddy estará castigado el resto de su vida adulta tan pronto como papá se entere porque lo hará.

O lo sabrá mamá y le dirá lo que pasó.

De todas formas, ¿Por qué lo hace? ¿Busca otro inocente chico para arrastrarlo a sus problemas? Y de todos lo que conoce, ¿Tuvo qué elegir al único del que nos advirtieron?

Rayos.

Salgo del baño junto a la dulcería y miro al chico que ha sido mi sombra desde que llegamos. Harry.

—Puedo ir al baño yo sola. —me quejo—. No es como si fuera a volver a casa caminando.

Harry encoge los hombros.

—Bueno, no lo sé. Has estado depresiva otra vez, como si alguien hubiera robado a tu gatito.

Mis cejas se fruncen.

—No tengo un gato. —papá no me deja tener mascotas.

—Dije como si, Phoebe. Rayos, solo mira todo el lío en el que está metido Teddy por ti.

—¿Por mi?

—Si. —señala hacia la dulcería, donde mi hermano y el molesto rubio hacen fila—. ¿Crees que lo invitó porque es gracioso?

Los observo a ambos, notando que Teddy trata de alejarse de Jase pero él se acerca y señala algo en el menú de la dulcería.

—No necesito otro novio, ya tengo a Jamie.

Harry pone los ojos en blanco.

—Para que sea tu amigo, Phoebs. Necesitas amigos.

—Ya tengo un mejor amigo... —que actualmente prefiere a su novia que a mi—. Lo que necesito es a Jamie de vuelta, eso es todo.

—Y volverá. —Harry comienza a caminar hacia nuestro hermano y yo lo sigo—. Pero faltan algunos meses para eso y no puedes estar depresiva. Así que Teddy te consiguió un nuevo mejor amigo.

Sus cejas castañas se fruncen y hace una mueca.

—Esto es tan bizarro, es casi una copia de Liam solo que más intenso, no sé. —se sacude un escalofrío—. Y parece más interesado en Ted que en ti.

Jase dice algo que hace que mi hermano mayor ponga los ojos en blanco antes de avanzar a la caja de cobro. Señala algunas cosas en la pantalla y rebusca por su billetera, pero el rubio ya está a su lado con un billete.

—Si. Jase es algo confuso.

De cualquier forma tengo qué agradecer los intentos de mis hermanos por alegrarme. Y sé que Jamie no querría saber que estoy triste.

O que salga con un chico que podría tener un potencial amoroso.

—Será mejor que mantengamos todo esto en secreto, ya sabes, por el bien de Teddy.

O el mío.

Harry y yo nos acercamos a dónde están ellos y Jase nos sonríe, su entusiasmo es un poco exagerado.

—Pedí palomitas y refrescos para todos, ¿O alguien quiere nachos? —su mirada se mueve rápido hacia el menú sobre la pared—. Debería pedirlos en caso de que alguien quiera, ¿O prefieren chocolates?

Ted pone los ojos en blanco y se gira solo un poco para golpearle el hombro. Jase se queda callado al instante.

—Solo cállate, idiota. Palomitas esta bien... Dios, eres peor que ellos.

Nos señala y Jason sigue su mirada.

—Tienes razón, lo siento, estoy un poco emocionado.

—¿Por qué? —pregunto porque me siento curiosa.

Mis hermanos toman las bandejas con la comida mientras el rubio y yo los seguimos.

—Es mi primera salida con amigos en Seattle.

Oh.

—Pero te mudaste hace poco, seguramente extrañas a tus amigos.

Su boca hace una extraña línea.

—No tenía amigos en California.

¿Qué? O está mintiendo descaradamente o su vida es más trágica que la mía, y eso que yo fui apartada del amor de mi vida.

—Mientes.

—No. —se rasca la nuca y baja el tono de su voz—. Es la verdad, no tenía amigos allá y mi papá pensó que me vendría bien comenzar de nuevo aquí.

—¿Por qué? —mis hermanos se sientan en los asientos del medio de la sala y yo junto a ellos con Jase a mi lado—. Es decir, mírate. Estoy segura de que tenías muchas amigas con beneficios.

No sé si es la luz que refleja la pantalla o la oscuridad de la sala, pero me parece ver un ligero rubor en las mejillas del rubio.

—Pero no es lo mismo que tener amigos-amigos. Alguien que sea incondicional y esté ahí para ti sin importar qué. Y no me refiero a que lo haga solo por obligación.

Cierto, la academia de policía. Creí que sería popular ahí pero parece que me equivoqué.

Ted, por otro lado, podría hacerse amigo hasta de las piedras. Por suerte ha evitado los problemas exitosamente.

Hasta hoy.

Antes de que pueda preguntar otra cosa, la cara de mi hermano menor aparece frente a mi con las cejas fruncidas. Le hace una seña a Jase para que se mueva.

—Muevete, voy a compartir palomitas con Phoebs y tu puedes sentarte con Teddy.

El rubio no cuestiona a Harry, solo se levanta para intercambiar asientos. Un segundo después escucho su voz mientras habla con mi hermano mayor.

—Tacha lo que dije sobre ser intenso, es más bien odioso. —Harry hace una mueca—. Y no se calla.

—Como tú. —le recuerdo.

Mi hermanito me ignora volviendo su atención a la pantalla y la película que acaba de empezar. Han transcurrido varios minutos cuando mi móvil timbra  una llamada. Y como es mamá, salgo de la sala para contestar.

—¿Mamá?

—Phoebe, cariño. —escucho el sonido del tráfico de su lado, lo que significa que sigue en el trabajo—. ¿De nuevo no fuiste a tu clase de gimnasia?  Me llamó el entrenador. ¿Estás bien?

—Si, mamá. Estoy bien, de hecho, estoy en el cine con Harry y Ted. —omito al chico rubio—. Estaremos en casa pronto.

—¡Oh, bueno! —el alivio inunda su tono—. Los veré más tarde. Los amo.

—Y yo a ti, mamá.

Termino la llamada y por un momento considero decirle la verdad a ella, pero eso implica que papá lo sepa y no estoy segura de querer que mi hermano mayor reciba un castigo por mi culpa.

Tal vez solo deba darle un poco de tiempo al asunto.

.
.
.

¡Por fin!

Me ha tomado todo el día actualizar este capítulo, desinstalé la app tres veces y parece que apenas está funcionando sin trabarse 😥

Pero bueno 🥺

Nosotros (Mío #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora