[\] Quince

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Q U I N C E
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Mía podía imaginar muchas cosas, podía hacer muchas cosas también y disfrutaba de sus días libres, como cualquier otra persona que trabajaba regularmente

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Mía podía imaginar muchas cosas, podía hacer muchas cosas también y disfrutaba de sus días libres, como cualquier otra persona que trabajaba regularmente.

Aunque un almuerzo con Derek Morgan no pensó que ocurriría en algún momento, pero el mensaje del moreno no había  dejado opción para negarse.

O quizas no quiso hacerlo, Derek le agradaba a pesar de las insinuaciones recurrentes sobre el doctor  de las cuales estaba muy equivocado, según la castaña.

Princesa— saludó el moreno cuando ambos se habían reunido finalmente en aquel bonito restaurante italiano.

—Capitán América — lo saludo de regreso, la castaña no se perdió la cara de confusión del agente — ¿qué? Té viene bastante.

—Estoy buscando el sarcasmo en tus palabras — La observo con atención, y cuando finalmente no encontró nada, des cruzó sus brazos — Estás limpia.

—Gracias agente— el moreno deslizó la silla para que la joven se sentara lo cual lo agradeció con una pequeña sonrisa burlona— Bueno, no es solo un Casanova si no también todo un caballero.

—¿Quién está hablando tan mal de mí?

—Escuché tu conversación con nuestro chico genio el otro día— murmuró, sujetando el vaso de agua que había en la mesa antes de beber un sorbo— ¿A qué debo esta maravillosa invitación? Esperando no sea una intención de coqueteo agente Morgan.

—Completamente libre de otras intenciones — Alzó sus manos frente a él antes de volver a tomar el menú— Solo la intención de conocer a una colega.

Mía nunca espero aquella tarde de almuerzo que Derek Morgan al igual que Penélope García, se convertirían en dos personas bastante cercanas para ella.

Y es que tenía más cosas en común con el agente de las que esperaba y también claro se percató de que no podría librarse de aquellos comentarios tan ocurrentes que le brindaba.

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El reloj de la oficina marcaba casi la media noche y el bullicio de la UAC comenzaba a desvanecerse, uno a uno los diferentes agentes se comenzaron a marchar deseando las buenas noches y esperando recargar energías para el día siguiente.

Solo dos figuras quedaron en la penumbra de la sala, una pareja que mayoritariamente parte de la UAC ya había acostumbrado a ver juntos trabajando hasta tarde: Spencer Reid y Mía Belucci

La castaña estaba sentada en un rincón de la sala de reuniones, sus hombros estaban relajados por primera vez en días, mientras jugaba con un bolígrafo entre sus dedos.

Una pequeña victoria había logrado esa noche, no solo para el equipo si no para sí misma.

El genio la había observado los últimos momentos de forma cautelosa, admiraba la forma en que la castaña lograba dar vuelta las cosas.

—Sabes — rompió el silencio— si tus análisis, nos habríamos demorado un poco más en llegar a él.

La castaña giró su vista en su dirección con una sonrisa tironeando de sus labios.

—¿Eso es un cumplido De. Reid? Porque rara vez los escucho venir de ti — respondió con su voz cargada de diversión.

—Quizás me los guardo para cuando realmente se merecen — respondió con completa honestidad.

Hubo un pequeño momento de silencio entre ellos, en ocasiones la castaña olvidaba que Spencer era mucho más sencillo que ella, y en esas ocasiones parecía quedar ligeramente sorprendida.

—Eso solo me dice que hay que esforzarse mucho más.

—¿Más?— le preguntó cerrando la mirada sobre ella— ¿Por qué lo harías?

—Sabes Spen— se levánto de donde estaba sentada anteriormente y comenzó a buscar sus cosas — No tienes que siempre tener las respuestas a todo, en ocasiones está bien no saber ciertas cosas.

Spencer la observo reunir sus cosas, con aquellas palabras dando vueltas por su cabeza.

—Vamos, te llevo a casa— mencionó— incluso para los súper doctores es una hora peligrosa.

—La media noche es una hora tan peligrosa como lo podrían ser las dos de la tarde — comenzó a explicar— de hecho, los estudios nos demuestran que delitos menores se realizan cerca del medio día.

—Estoy muy segura de que tus análisis son correctos doctor— añadió cuando finalmente lo había escuchado — pero mi madre siempre me dijo que a la media noche se llevaban a los niños bonitos, así que vamos.


Nota al final del capítulo.
Este sera un capítulo breve y de relleno muy necesario.

𝐄𝐥𝐲𝐬𝐢𝐚𝐧 - 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫 𝐑𝐞𝐢𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora