V E I N T I S E I S
[•••]
La oficina de la UAC estaba tranquila después de un ajetreado día de trabajo. Los casos recientes habían exigido tanto del equipo que, por un momento, los pasillos de Quantico se sentían más silenciosos de lo normal.
En la oficina de García, sin embargo, el ambiente era todo lo contrario.
—¡Vamos, Derek! —exclamó Penélope García con entusiasmo mientras revisaba una lista interminable de archivos en su monitor, sus dedos prácticamente volaban sobre el teclado como si fueran instrumentos en un concierto de jazz.
Derek Morgan, el que había venido por un simple reporte, se cruzó de brazos y arqueó una ceja.
—¿Y exactamente en qué te metiste ahora, mamá osa? —preguntó, su tono de voz estaba lleno de sospecha pero también de una genuina curiosidad.
García sonrió de forma conspiradora y giró en su silla para enfrentarlo. Sus labios se curvaron en una sonrisa astuta, como si estuviera a punto de compartir un secreto bien guardado.
—No es "meterme", bombon de chocolate. Es más bien... fomentar una conexión que está más que lista para florecer —respondió, su tono fue melodioso y sugerente.
Morgan soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza.
—¿Te refieres a nuestro doctor y a nuestra querida psicologa, verdad? —dijo, sabiendo perfectamente hacia dónde se dirigía esta conversación— Déjame adivinar, ¿tienes un plan para empujarlos el uno hacia el otro?
García hizo un puchero, como si la acusación la ofendiera ligeramente.
—Por favor, agente Morgan, no "empujar". Yo simplemente... —hizo una pausa, buscando la palabra adecuada—... facilito. Nuestro querido doctor y la valiente psicóloga podrían beneficiarse de un empujoncito ¿no crees?
Morgan rió de nuevo, disfrutando del entusiasmo de su amiga.
—Bien, ¿qué planeas hacer esta vez? —preguntó, divertido.
—Bueno, invité a ambos a una de mis cafeterías favoritas. Les dije que nos reuniríamos para un pequeño descanso y que yo llegaría en unos minutos... solo que, ya sabes, esos "minutos" podrían extenderse un poco más de lo que ellos esperan —dijo García, guiñando un ojo.
—Eres malvada, pero me gusta tu estilo. Esperemos que esta vez Reid no se ponga demasiado nervioso —respondió con una sonrisa cómplice antes de despedirse y dejar que García continuara con su plan maestro.
[•••]
Mía llegó primero al lugar acordado, una pequeña y acogedora cafetería que Penélope había recomendado en el centro de Quantico.
ESTÁS LEYENDO
𝐄𝐥𝐲𝐬𝐢𝐚𝐧 - 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫 𝐑𝐞𝐢𝐝.
Fiksi Penggemar#Elysian -Bien, eso es una expresión más o menos ... Humana. En donde Spencer Reid se encuentra en una extraña batalla de sarcasmo en la cual no sabe cómo entro.